Por Pedro Corzo.
Hay que dejar de pensar, actuar y escribir como aldeanos, lo que ocurra
en Venezuela, Nicaragua, Brasil, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos, Cuba, en
cualquier país, debe ser interés de todos, se debe opinar y actuar en base a
las convicciones que a cada quien asistan.
Existe un Foro de Sao Paulo para promover el odio, el sectarismo y la
lucha de clases, por qué no otro Foro que promueva los valores
democráticos. Un Foro con ese compromiso es fundamental para Venezuela y
para todos los países que sufren el despotismo y la autocracia.
Hay que concertar esfuerzos y voluntades. Formar un eje por la libertad
y la democracia. Alertar y denunciar cuantas veces sean necesarios los
atentados a la libertad que ocurran en cualquier punto del hemisferio.
Las protestas, manifestaciones y acciones similares no suelen derrocar
gobiernos, pero son muy útiles para identificar a quienes piensan en
libertad y concertar propuestas y estrategias más efectivas, a la vez,
que facilitan la concientización de sectores que no tienen una visión
apropiada de la realidad.
Hay que combatir la frustración y el desencanto. No es un deber ser optimista, pero si actuar como si el triunfo de la causa estuviera al alcance de la mano.
Hay que combatir la frustración y el desencanto. No es un deber ser optimista, pero si actuar como si el triunfo de la causa estuviera al alcance de la mano.
Es una obligación respaldar al pueblo venezolano y sus líderes en la
demanda del referendo revocatorio para que la dictadura institucional inventada
por Chávez y continuada por Maduro llegue a su final. La victoria del
revocatorio significaría el fin de un proyecto político que ha sido nefasto
para el hemisferio.
Apoyar a los demócratas venezolanos es una acción de solidaridad,
también de conveniencia. Hasta se puede calificar de egoísta, porque no hay
dudas que cuando las aberraciones políticas del chavismo y de su progenitor, el
castrismo, desaparezcan, serán mayores las posibilidades de progresos
económicos y de vivir en libertad
Hay que estar alerta por lo que ocurra en Venezuela. Listos para apoyar
a la oposición si sus derechos no son reconocidos, respaldar a un pueblo
que en más de una ocasión ha demandado masivamente respeto a sus derechos
ciudadanos ajustado a lo que disponen las leyes nacionales.
El país se encuentra en una dramática encrucijada, ojala no termine en
tragedia. La oposición ha dado muestras sobradas de estar en contra de la
violencia. Organiza marcha y participa en elecciones, cree en la constitución y
en la capacidad de anular legalmente un mandato como lo demostró en el año 2004
cuando organizó un revocatorio contra Hugo Chávez.
Por otra parte no se debe pecar de optimista. Es prudente estar en
condiciones para dar respuesta a las posibles reacciones del chavismo. Ellos
disponen de todos los recursos del estado, en particular, grupos paramilitares
que disfrutan de total impunidad.
Los déspotas, sin importar ideologías, tienden a criminalizar la
oposición y recurren a la violencia extrema sin consideración alguna, máxime
cuando no cuenta con amplio respaldo popular y el reconocimiento internacional
es reducido.
Maduro y su corte están conscientes de que si el régimen no está
aislado por completo es por la complicidad de algunos gobiernos y por su
capacidad de seguir comprando conciencias a costa de las riquezas nacionales.
La oposición quiere sacar a Nicolás Maduro del poder. Cuenta con
recursos legales suficientes para hacerlo y con sobrado apoyo popular para
lograrlo. Ha sido transparente en sus reclamos, ha recurrido a la ley y no a
una campaña de desestabilización que por el monopolio de la violencia que
detenta el gobierno justificaría la militarización del país.
Venezuela, es hoy toda América. Estar
contra el chavismo es combatir el totalitarismo castrista, enfrentar a las FARC
colombianas, combatir la corrupción de Lula da Silva con su partido de
los trabajadores y denunciar las maniobras reeleccionistas de Rafael Correa,
Evo Morales y Daniel Ortega.
Hace décadas Eudocio Ravines, un profundo conocedor del populismo
más despiadado, el amparado en el marxismo, escribió “América
Latina un Continente en Erupción”, en el que describía los peligros que
acechaban al hemisferio, contingencias que no han desaparecido, por
eso es preciso respaldar a los venezolanos porque el fin de los autócratas en
América Latina pasa por Caracas y La Habana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario