Madonna.
Con una imagen camaleónica, la rubia explosiva de los ochenta es hoy una mujer
de negocios, y si algo no ha cambiado en su vida, es su éxito en el mundo de la
música. Con los cincuenta más que cumplidos, Madonna sigue siendo número
uno, a pesar de la polémica y al escándalo, que la encumbraron hasta la
categoría de diva musical y la sigue hoy. Recientemente prometió sexo oral, a
todos los que votaran por la señora Clinton.
Con 16 años se fue de casa
La
biografía de Madonna parece de novela. Tercera de ocho hijos, Madonna
Louise Veronica Ciccone se quedó sin madre a los seis años y su padre se
encargó de darle una educación estrictamente católica. En la escuela secundaria
ya era una líder de masas además de conseguir excelentes resultados académicos.
Pero su lucha por la originalidad llevó a Madonna a salir pronto de su hogar
conservador. Con 35 dólares y su maleta llena de maillots de danza compró
un billete para Nueva York cuando tenía 16 años.
Fresca, descarada y seductora
Desde sus
duros inicios en la noche neoyorquina presentó su primera maqueta en una
discoteca de moda en los ochenta en Nueva York-, Madonna ha sido
la encarnación de la rebeldía, el escándalo y la provocación. Madonna se
convirtió en el sex-symbol de la Norteamérica conservadora de Reagan.
La revista Time la definió como "fresca, descarada y
seductora" y People, como una chica que "luce como Marilyn y
baila como Elvis". Fresca, descarada y seductora
Una chica de oro
Madonna
subía como la espuma. Entre 1984 y 1985 vendió 14 millones de discos;
recaudó aproximadamente 4 millones de
dólares, por su primera película como protagonista, Buscando a Susan
desesperadamente y batió el récord de venta anticipada de entradas en
el Radio City Hall de Nueva York: en 34 minutos vendió las 17.622 localidades.
La historia de Madonna era una batalla por conseguir que el mundo le dedicara
su atención.
Una cuestión de respeto
Una cuestión de respeto
Pero en
1997, con más de una decena de discos publicados, decidió decir adiós a la
polémica y al escándalo. Con 37 años, Madonna se convirtió en la mujer de
negocios que es hoy. El 14 de octubre de 1996 daba a luz a su primera
hija, Lourdes María, fruto de su relación con el cubano Carlos
León. Evita la consagró como actriz al hacerse con el Globo de Oro a
la Mejor Actriz de un filme musical. Paralelamente, su nuevo éxito
musical, Ray of light, marcaba el inicio de una Madonna madura, que
infundía respeto. Los Grammy le ayudaron a desligarse de esa imagen de chica
frívola de los ochenta: catalogaron su disco como uno de los mejores del pop de
la última década.
Giro hacia la serenidad
Giro hacia la serenidad
Madonna
comenzaba a serenar su vida. Después de romances sonados con Warren Beaty,
Sean Penn, sus coqueteos con Antonio Banderas, Madonna parecía haber encontrado
la estabilidad emocional con el director británico Guy Ritchie. Su vida se
convirtió en un camino de rosas, el matrimonio tuvo un hijo en el año
2000, Rocco John Ritchie y seis años después llegaba a sus vidas, tras un
complicado proceso de adopción, David Banda, un niño procedente de Malawi.
Convertida en la musa de Ritchie, pues el cineasta la incluyó en algunas de sus
películas, la pareja decidió poner fin a su convivencia en octubre de
2008 después de siete años y medio de matrimonio.
Centrada en el cuidado de su familia y de su música, Madonna encuentra a los pocos meses el sustituto perfecto de Guy, en el modelo brasileño Jesús Luz, casi 30 años más joven que ella. Jesús devolvió a Madonna esa frescura y energía propia de una ‘colegiala’ e hizo de él su compañero de escapadas.
Enganchada al modelo brasileño, a Madonna aún le quedaba un motivo de peso para ser cien por cien feliz y eso motivo tenía nombre y apellidos: Mercy James, una niña también natural de Malawi, que en esta ocasión la diva de la música adoptó en solitario.
Sin embargo, esta gran responsabilidad como madre no le ha impedido seguir triunfando en aquel mundo que más quiere: el fascinante mundo de la música
Centrada en el cuidado de su familia y de su música, Madonna encuentra a los pocos meses el sustituto perfecto de Guy, en el modelo brasileño Jesús Luz, casi 30 años más joven que ella. Jesús devolvió a Madonna esa frescura y energía propia de una ‘colegiala’ e hizo de él su compañero de escapadas.
Enganchada al modelo brasileño, a Madonna aún le quedaba un motivo de peso para ser cien por cien feliz y eso motivo tenía nombre y apellidos: Mercy James, una niña también natural de Malawi, que en esta ocasión la diva de la música adoptó en solitario.
Sin embargo, esta gran responsabilidad como madre no le ha impedido seguir triunfando en aquel mundo que más quiere: el fascinante mundo de la música
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