Bolívar “castigó públicamente la blasfemia. Como fue el caso de un
ex religioso, que en una comida en la localidad de Cipaquirá, llegó a blasfemar
de la Santísima Virgen María. Luego de oír esto, Bolívar se levantó de su
asiento como un rayo, acercarse al ex religioso, dar un golpe terrible en la
mesa y decirle:
Calle el insolente. ¿Cómo se atreve usted a proferir semejante
blasfemia? Ni a mí mismo padre sufriría que blasfemase de Nuestra Señora.
Señor Barriga – agregó dirigiéndose al jefe militar de la plaza– vea
usted, tome cuatro lanceros y lleven a este insolente y mal educado a Bogotá, y
lo entreguen allí al Padre Provincial para que le enseñe la doctrina y algunos
elementos de urbanidad” (Fin de la cita). Nectario
M., H., op. cit., p. 36.
Luego de la anécdota anterior, pasaremos a
transcribir un extracto del artículo de “Simón Bolívar y su devoción a
la Virgen”, de Cesáreo José Espinal Vásquez, publicado en el diario La
Voz, del 20 de diciembre de 2015:
“Recientemente, mi distinguido amigo el Pbro. Ramón Winke ha
publicado un libro que constituye un excelente trabajo histórico, sobe “La
devoción a la Virgen de los Próceres de la Independencia”, en donde refiere la
devoción de Belgrado, San Martín, O’Higgins, Ribas, Bolívar, Sucre y otros…
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios
y Blanco, nació en la provincia de Caracas el 24 de julio de 1783 y falleció el
17 de diciembre de 1830. En su niñez aprendió en el regazo de su madre María
Concepción Palacios y Blanco, el avemaría y el padre nuestro, hasta su
fallecimiento, quedando Bolívar de nueve años de edad en manos de su tío. Doña
Concepción Palacios fue una dama virtuosa llena de amor y comprensión ante los
avatares de la época, devota de la Inmaculada Concepción, quien al fallecer el
6 de julio de 1792, fue sepultada con hábito de monjas del Convento de la
Concepción.
Bolívar fue el cuarto de sus hijos, a quien le enseñó rezar con el
rosario en sus manos… famoso y bello rosario… En 1799, Bolívar llegó a Veracruz
y luego visitó a ciudad de México, quedando asombrado del gran culto a la
Virgen de la Guadalupe. En la lucha por la independencia, Bolívar cultivó
siempre su devoción a la Virgen. En 1825, en compañía del Mariscal Antonio José
de Sucre, visitó el pueblo de Cayma, en la ciudad de Arequipa y oraron en el
Santuario de la Virgen de la Candelaria y a un lado del Santuario almorzó
quedando para siempre el lugar como “el comedor de Bolívar”.
“En la carta de Jamaica, (septiembre de 1815) invocó a la Virgen
de la Guadalupe. Durante su presencia en Charcas o Chuquisaca, Bolívar recibió
del Cabildo Eclesiástico el hermoso relicario de Charcas… El 9 de diciembre de
1825, siendo el primer aniversario de la Batalla de Ayacucho, Bolívar y Sucre,
asistieron al Tedeum, dándole gracias a Dios y la Virgen por el triunfo de
esa magna batalla.
Hacer el recorrido cronológico de las visitas a los Templo y Santuarios por Bolívar, es prolijo de ese bello libro del Pbro. Ramón Winke… (Fin de la cita).
Hacer el recorrido cronológico de las visitas a los Templo y Santuarios por Bolívar, es prolijo de ese bello libro del Pbro. Ramón Winke… (Fin de la cita).
El bello libro que cita Cesáreo José Espinal Vásquez se
titula “El Voto del General José Félix Ribas a la Inmaculada
Concepción/La devoción del Libertador a la Virgen” de Monseñor Ramón
Vinke. 2011. Editorial Arte con ocasión de la conmemoración del Bicentenario de
la Independencia de Venezuela.
En dicho libro, entre otros asuntos, nos explica que después del
atentado en Bogotá contra el Libertador, del 25 de Septiembre de 1828, se
refugió debajo del”Puente del Carmen”. Se atribuyó la salvación de su vida de
las manos criminales y magnicidas, a la poderosa intercesión de la Santísima
Virgen María Madre de Dios, bajo la advocación de la Virgen del Carmen, hoy en
día Patrona de Chile. También en dicho libro, el Padre Winke nos explica que un
mes antes de la Batalla de Carabobo, Bolívar visitó la Iglesia Parroquial de
Guanare e imploró el auxilio, la protección y la ayuda de la Virgen María, bajo
la advocación de Coromoto.
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