"T. E. LAWRENCE, el mitico Lawrence de Arabia"
Luis Marín | marzo, 2017 |
La Cátedra de Negociación Para la Toma de Decisiones del postgrado
de Derecho y Política Internacional de la Universidad Central de Venezuela a
cargo del profesor Rafael Tosta Ríos, ha puesto el foco de su atención en el
conflicto sirio, como una clave para comprender no sólo la situación
internacional en general sino la muy particular de Venezuela, que nadie
entiende.
La historia contemporánea de
Siria puede relatarse a partir de una traición. Si quiere dársele un tono
romántico (todas las historias de traición son irremediablemente románticas)
podemos remontarnos a Thomas Edward Lawrence, el mítico Lawrence de Arabia:
Gentleman británico, arqueólogo, escritor, adicto a la arquitectura medieval,
una suerte de Indiana Jones de la vida real, embutido en glamorosas túnicas de
beduino.
La promesa rota es el “Compromiso Mc Mahon”, basado en la correspondencia de 1915 entre el comisionado de Su Majestad en El Cairo Sir Henry Mc Mahon y el Jerife de La Meca y Medina Hussein Ibn Alí, de “reconocer y apoyar la independencia de los árabes en todas las regiones dentro de los límites exigidos por el Sheriff de La Meca”, que incluyen “Damasco, Homs, Alepo y Hama”, una vez que fueran expulsados los turcos, mediante el apoyo de la Rebelión Árabe.
La promesa rota es el “Compromiso Mc Mahon”, basado en la correspondencia de 1915 entre el comisionado de Su Majestad en El Cairo Sir Henry Mc Mahon y el Jerife de La Meca y Medina Hussein Ibn Alí, de “reconocer y apoyar la independencia de los árabes en todas las regiones dentro de los límites exigidos por el Sheriff de La Meca”, que incluyen “Damasco, Homs, Alepo y Hama”, una vez que fueran expulsados los turcos, mediante el apoyo de la Rebelión Árabe.
La verdad se reveló en el Pacto
Sykes-Picot de 1916, sensacionalmente publicado en Rusia por los bolcheviques
en noviembre de 1917, por el que se dividía el oriente próximo entre Gran
Bretaña y Francia, quedando Siria del lado francés.
El hijo de Hussein, Faisal,
alentado por Lawrence, entró en Damasco el 1º de octubre de 1918, adelantándose
a los aliados; pero fue incapaz de formar un gobierno creíble. Peor tratado en
el Tratado de Versalles, fundó el efímero Reino Árabe de Siria que sólo duraría
entre mayo y julio de 1920, antes de ser echado de allí por los franceses.
No obstante, fue entronizado
por los británicos como Rey de Irak en 1921, hasta su muerte en 1933. Y su
hermano, Abdalá, Rey de Jordania, donde continúa su dinastía.
El profesor Rafael Tosta Ríos
trae a colación que la contraparte de Lawrence de Arabia, Bey (General)
de las tropas turcas que enfrentaron al ejército británico en el Sinaí, fue
otro aventurero de novela, el venezolano Rafael de Nogales Méndez, quien nos
dejó un libro testimonial, “Cuatro años bajo la media luna”; pero él merece un
artículo aparte.
Los caminos de la historia son
misteriosos, como los designios de Dios.
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