sábado, 8 de abril de 2017

NUESTRA RAZON DE SER

"...NO SE PUEDE CONFUNDIR PODER CON SOBERANIA."


 Ramiro Gómez Barrueco
 Ex preso político. Escritor. Empresario   
                                                                                    
El columnista del Nuevo Herald, Jorge Dávila, planteó 3/10/17, defendiendo y apoyando viejas tesis comunistas cubanas que: a) Toda la oposición cubana en los últimos 58 años, ha estado al servicio, la plata etc. de USA. B) La Revolución Cubana nunca fue un títere de La Unión Soviética c) El gobierno comunista cubano ha sido el máximo defensor de la soberanía nacional. D) El diferendo Cuba-USA lo comenzó USA, etc. etc. Muchos discrepamos con todo o parte de lo antes expuesto.
Una de las más desacertadas falacias de nuestros tiempos, sostiene que Fidel Castro es un gran héroe antimperialista. Fidel, desde su infancia, escogió públicamente de modelo a Benito Mussolini y su ídolo era Adolfo Hitler; se sabía su libro “Mi Lucha” de memoria, perfectamente, con puntos y comas. Juró repetidamente venganza cuando su venerado eje imperialista perdió la guerra.
 USA, entonces, salvó al mundo del imperialismo nazi-fascista. Fidel ya era antinorteamericano y pro-imperialista. En una famosa carta a Celia Sánchez (6/5/58), anterior al triunfo revolucionario,  le manifestó que su destino era una gran guerra contra  USA. No hay dudas de quién y qué motivó el diferendo Cuba-USA. Bajo su mando, los cubanos imperialistas invadieron o intervinieron militarmente en más de 20 países en América, África y Asia. ¿Fidel antimperialista?

Félix Varela y el sentido común demostraron que la soberanía nacional y la popular están indisolublemente unidas; evidentemente  ausentes en Cuba. ¿Cómo  alguien puede decir que La Revolución Cubana es la que más ha defendido la soberanía nacional, soberanía que no existe, ante USA? No se puede confundir Poder con Soberanía. 
La entrada en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) puso oficialmente la economía cubana bajo el control de La Unión Soviética. Los militares soviéticos eran conocidos como “Los Intocables”, porque eran intocables.
 Los cubanos, hasta los llamados “Pinchos” de los altos niveles del Poder, eran ciudadanos de segunda como jamás lo fueron, o se sintieron. El pueblo aterrorizado se convirtió en juguete servil de los tiranos nacionales que a su vez lo fueron de los extranjeros. La Constitución de 1976 así lo oficializó en su abyecto y sumiso preámbulo. Nuestro sagrado suelo patrio fue entregado bochornosamente a los soviéticos, como la base de espionaje de Lourdes,  la base de submarinos de Cienfuegos etc. ¿Soberanía Nacional? Los dictadores populistas son los más falsos nacionalistas de la historia.
 La Crisis de Octubre demostró el riesgo en que puso “La Revolución Cubana”; o sea, Fidel Castro, al pueblo y al país, cumpliendo órdenes de Nikita Krushev que implicaban un holocausto nuclear para Cuba y los cubanos.
Cuando el amo mandó  a quitar los cohetes, el siervo, aparentemente, tuvo un momento único de digna rebeldía, pero cumplió la orden inmediatamente; no sin antes dar una perreta para consumo de las masas talámicas: “Nikita mariquita, lo que se da no se quita”. Pero… ¿Quién fue más mariquita el que se los quitó o el que se los dejó quitar?
 No sólo vendieron la soberanía nacional y popular cubana por 5 billones de dólares anuales, sino que apoyaron la violación de las soberanías de Europa del Este por la URSS. Toda decisión soviética en política internacional fue siempre respaldada 100% por Cuba. Éramos fieles al internacionalismo soviético. ¿Éramos nacionalistas o internacionalistas? ¿Éramos soberanos o sumisos?
Toda la educación y la cultura se sovietizaron. La prensa y toda la información dimanaban de nuestros dueños. Las luces revolucionarias cubanas fueron el reflejo puro, directo y universal del sol soviético; fuimos su espejo político, militar, económico y cultural. Si esto no fue girar en la órbita soviética entonces no existe el cosmos político. El satélite se fue apagando junto con su sol; la caída de El Muro de Berlín y el Periodo Especial son apagones hermanos.
  La luz del dólar, de los cinco billones de “ayuda desinteresada” de nuestros hermanos soviéticos, desapareció conjuntamente con nuestro total y absoluto servilismo cósmico. El satélite a la deriva fue atraído por la poderosa gravedad de la cercana estrella venezolana. Cuando un sol “se desmerenga” las leyes cósmicas continúan vigentes, no desaparecen, y la gravitación universal atrae hacia nuevas órbitas estelares a los pequeños y apagados satélites sedientos de luz.
 Pero todos los soles comunistas, o sufren una metamorfosis o se apagan; pregúntenle a los chinos y a los rusos. De la misma forma que la teoría comunista se derrite ante un análisis consistente, la praxis comunista no resiste un minuto de comparaciones: Corea del Norte y del Sur, Alemania del Este y del Oeste, China de ayer y hoy, China de ayer y hoy y Taiwán, Rusia de ayer y hoy, Venezuela de ayer y  hoy y… ¡Cuba y Miami! ¿En qué órbita comenzará a girar el satélite cubano?
Los que coinciden con el régimen cubano que sostiene que en 58 años, todos los patriotas cubanos, hemos respondido a los intereses de USA; ignoran, tal vez, que ni siquiera la Brigada 2506 así lo hizo. Su jefe militar San Román se insubordinó contra el mandato de retirarse de la batalla y exclamó: ¡Jamás abandonaremos a nuestra patria! Después de la cobardía política, o la traición, norteamericana en Girón, seguimos luchando valientemente, sabiéndonos condenados a muerte, en las montañas y en las ciudades. Décadas de martirologio de hombres y mujeres irrevocables en dantescas prisiones. Todos los fusilados murieron gritando ¡Viva Cuba Libre! o ¡Viva Cristo Rey!; ninguno murió gritando ¡Viva USA!



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