"...NO SE PUEDE CONFUNDIR PODER CON SOBERANIA."
Ramiro Gómez Barrueco
Ex preso político. Escritor. Empresario
El
columnista del Nuevo Herald, Jorge Dávila, planteó 3/10/17, defendiendo y
apoyando viejas tesis comunistas cubanas que: a) Toda la oposición cubana en
los últimos 58 años, ha estado al servicio, la plata etc. de USA. B) La
Revolución Cubana nunca fue un títere de La Unión Soviética c) El gobierno
comunista cubano ha sido el máximo defensor de la soberanía nacional. D) El
diferendo Cuba-USA lo comenzó USA, etc. etc. Muchos discrepamos con todo o
parte de lo antes expuesto.
Una de las
más desacertadas falacias de nuestros tiempos, sostiene que Fidel Castro es un
gran héroe antimperialista. Fidel, desde su infancia, escogió públicamente de
modelo a Benito Mussolini y su ídolo era Adolfo Hitler; se sabía su libro “Mi
Lucha” de memoria, perfectamente, con puntos y comas. Juró repetidamente
venganza cuando su venerado eje imperialista perdió la guerra.
USA, entonces, salvó al mundo del imperialismo
nazi-fascista. Fidel ya era antinorteamericano y pro-imperialista. En una
famosa carta a Celia Sánchez (6/5/58), anterior al triunfo revolucionario, le manifestó que su destino era una gran
guerra contra USA. No hay dudas de quién
y qué motivó el diferendo Cuba-USA. Bajo su mando, los cubanos imperialistas
invadieron o intervinieron militarmente en más de 20 países en América, África
y Asia. ¿Fidel antimperialista?
Félix
Varela y el sentido común demostraron que la soberanía nacional y la popular
están indisolublemente unidas; evidentemente
ausentes en Cuba. ¿Cómo alguien
puede decir que La Revolución Cubana es la que más ha defendido la soberanía
nacional, soberanía que no existe, ante USA? No se puede confundir Poder con
Soberanía.
La entrada
en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) puso oficialmente la economía
cubana bajo el control de La Unión Soviética. Los militares soviéticos eran
conocidos como “Los Intocables”, porque eran intocables.
Los cubanos, hasta los llamados “Pinchos” de
los altos niveles del Poder, eran ciudadanos de segunda como jamás lo fueron, o
se sintieron. El pueblo aterrorizado se convirtió en juguete servil de los
tiranos nacionales que a su vez lo fueron de los extranjeros. La Constitución
de 1976 así lo oficializó en su abyecto y sumiso preámbulo. Nuestro sagrado
suelo patrio fue entregado bochornosamente a los soviéticos, como la base de
espionaje de Lourdes, la base de
submarinos de Cienfuegos etc. ¿Soberanía Nacional? Los dictadores populistas
son los más falsos nacionalistas de la historia.
La Crisis de Octubre demostró el riesgo en que
puso “La Revolución Cubana”; o sea, Fidel Castro, al pueblo y al país,
cumpliendo órdenes de Nikita Krushev que implicaban un holocausto nuclear para
Cuba y los cubanos.
Cuando el
amo mandó a quitar los cohetes, el
siervo, aparentemente, tuvo un momento único de digna rebeldía, pero cumplió la
orden inmediatamente; no sin antes dar una perreta para consumo de las masas
talámicas: “Nikita mariquita, lo que se da no se quita”. Pero… ¿Quién fue más
mariquita el que se los quitó o el que se los dejó quitar?
No sólo vendieron la soberanía nacional y
popular cubana por 5 billones de dólares anuales, sino que apoyaron la
violación de las soberanías de Europa del Este por la URSS. Toda decisión
soviética en política internacional fue siempre respaldada 100% por Cuba.
Éramos fieles al internacionalismo soviético. ¿Éramos nacionalistas o
internacionalistas? ¿Éramos soberanos o sumisos?
Toda la
educación y la cultura se sovietizaron. La prensa y toda la información
dimanaban de nuestros dueños. Las luces revolucionarias cubanas fueron el
reflejo puro, directo y universal del sol soviético; fuimos su espejo político,
militar, económico y cultural. Si esto no fue girar en la órbita soviética
entonces no existe el cosmos político. El satélite se fue apagando junto con su
sol; la caída de El Muro de Berlín y el Periodo Especial son apagones hermanos.
La luz del dólar, de los cinco billones de
“ayuda desinteresada” de nuestros hermanos soviéticos, desapareció
conjuntamente con nuestro total y absoluto servilismo cósmico. El satélite a la
deriva fue atraído por la poderosa gravedad de la cercana estrella venezolana.
Cuando un sol “se desmerenga” las leyes cósmicas continúan vigentes, no
desaparecen, y la gravitación universal atrae hacia nuevas órbitas estelares a
los pequeños y apagados satélites sedientos de luz.
Pero todos los soles comunistas, o sufren una
metamorfosis o se apagan; pregúntenle a los chinos y a los rusos. De la misma
forma que la teoría comunista se derrite ante un análisis consistente, la
praxis comunista no resiste un minuto de comparaciones: Corea del Norte y del
Sur, Alemania del Este y del Oeste, China de ayer y hoy, China de ayer y hoy y
Taiwán, Rusia de ayer y hoy, Venezuela de ayer y hoy y… ¡Cuba y Miami! ¿En qué órbita
comenzará a girar el satélite cubano?
Los que coinciden con el régimen cubano que sostiene que en 58
años, todos los patriotas cubanos, hemos respondido a los intereses de USA;
ignoran, tal vez, que ni siquiera la Brigada 2506 así lo hizo. Su jefe militar
San Román se insubordinó contra el mandato de retirarse de la batalla y
exclamó: ¡Jamás abandonaremos a nuestra patria! Después de la cobardía
política, o la traición, norteamericana en Girón, seguimos luchando
valientemente, sabiéndonos condenados a muerte, en las montañas y en las
ciudades. Décadas de martirologio de hombres y mujeres irrevocables en
dantescas prisiones. Todos los fusilados murieron gritando ¡Viva Cuba Libre! o
¡Viva Cristo Rey!; ninguno murió gritando ¡Viva USA!
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