viernes, 2 de junio de 2017

MORIR DE EXILIO

Por Luis de la Paz

 No pasa una semana sin que conozcamos que alguna figura de la intelectualidad cubana ha muerto en el exilio. Es una constante que se repite y por mucho que se quiera “entender”, nunca deja de impactar la noticia. Todo porque el exilio cubano ha sido extremadamente largo y cada una de esas pérdidas deja un vacío en ocasiones difícil, y hasta imposible de llenar. El exilio cubano es una contundente entidad social, pero como todo lo forjado fuera de su hábitat natural, tiende a ser frágil, y cualquier resquicio, por natural que sea, como la muerte, resquebraja.  

En el exilio, los hijos crecen en otra cultura, 
o nacen bajo una nueva cultura, que por mucho que intenten atrapar su herencia, no va mucho más allá de algunos bailes populares, la comida y algo del idioma y el acento. Lo demás se pierde en el exilio. 
            El cierre de la sociedad Pro Arte Grateli tras 50 años de vida creativa y la muerte casi simultánea de su última figura fundacional, Pili de la Rosa a los 92 años, señalan el peligro que todavía corren algunas otras organizaciones del exilio que han envejecido y que podría desaparecer cuando mueran sus fundadores, como el Círculo de Cultura Panamericana, que preside Elio Alba Buffil, que ya tiene 87 años.  Incluso centros tan importantes, casi pilares de lo cubano, estarían en camino de perder su esencia, como la Colección Cubana de la Universidad de Miami, pues las cubanas que allí laboraban con amor a lo cubano, se han retirado, y han quedado hijos de cubanos (y hasta no cubanos), a los que les falta lo que le sobraba a Esperanza de Varona y Lesbia Orta de Varona, y sus antecesoras, como Rosita Abella.
          Ya lo vivimos también con el cierre de la Librería Universal, que tan importante ha sido para mantener viva la cultura cubana, tras el retiro de Manuel Salvat.
           El exilio cubano se mantiene, pero una parte importante de sus fundadores queda en el camino y con ellos, en sus honrosas tumbas, sus grandes y efectivos proyectos. Quizás la razón más significativa sea que hay quienes no prevén que el exilio es más largo que la vida, que hay que preparar, buscar, crear, transferir, ceder, sobre todo entusiasmar, para que hayan figuras de relevo, aquellas que aunque le impriman un nuevo aire a las instituciones que ocupan, mantengan la esencia del legado de sus predecesores.
Triste realidad la de este exilio sin fin y sin brújula.

          Por suerte los cubanos hemos podido estructurar una suerte de nuestro propio país en otra tierra, en Miami, que se ha convertido en una próspera prolongación de la Isla. Pero es solo una ilusión, un espacio análogo, donde todo es esencialmente cubano, pero también artificialmente cubano. Falta la Isla. Quizás por eso los centros culturales y artísticos luchan y se abren paso, dejan una huella, pero desaparecen más pronto de lo que debieran, porque falta la continuidad de una nación real… continuidad que dictan los lugares comunes, el relevo generacional motivado por los mismos intereses, la patria, en ese concepto de unidad que encierra el término.

1 comentario:

  1. ESTAS PALABRAS por DE LUIS DE LA PAZ lo expresa todo :
    el exilio es más largo que la vida, hay que preparar, buscar, crear, transferir, ceder, sobre todo entusiasmar, para que hayan figuras de relevo, aquellas que aunque le impriman un nuevo aire a las instituciones que ocupan, mantengan la esencia del legado de sus predecesores.Por suerte los cubanos hemos podido estructurar una suerte de nuestro propio país en otra tierra, en Miami, que se ha convertido en una próspera prolongación de la Isla. Pero es solo una ilusión, un espacio análogo, donde todo es esencialmente cubano, pero también artificialmente cubano. Falta la Isla.
    Triste realidad la de este exilio sin fin y sin brújula.

    Estoy de acuerdo contigo Luis de la Paz
    Tania Marti

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