viernes, 7 de julio de 2017

NEW YORK TIME AL SERVICIO DE RAUL CASTR0


El periódico que en febrero de 1957 "inventó" el mito  revolucionario de Fidel Castro."


LATINEWS/EM3
El New York Times sigue insistiendo en favorecer políticamente la dictadura castrista. Ese es el mensaje de su último editorial sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Por su parte, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, anuncia que su principal desafío para el tercer año como cabeza de la organización regional será avanzar "los desafíos pendientes de los derechos humanos en Cuba y los crecientes desafíos a la democracia en el hemisferio. "La valoración de Almagro coincide de alguna manera con una opinión de Freedom House cuando pone a Cuba como ejemplo de una" vieja dictadura "y" totalitarismo moderno”.
             Parece que casi todos, excepto el New York Times, están de acuerdo en señalar la cuestión del empeoramiento de las violaciones de los derechos humanos en Cuba, en lugar de sacar nuevos argumentos de un sombrero para ignorarlos.

               El título editorial del New York Times es "Deshacer todo el buen trabajo en Cuba". ¿Cuál es el resultado de ese "buen trabajo"? Las agencias de derechos humanos informan que en los primeros cinco meses de 2017 se hicieron 2.240 arrestos políticos en la isla. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está preocupada por la violación de los derechos laborales en Cuba. El gobernador de la Florida Rick Scott denuncia la responsabilidad de Raúl Castro con el "baño de sangre" en Venezuela. Expertos internacionales muestran cómo el destino de Cuba está en manos de los militares.
              Nada de eso parece molestar al Times. El periódico que en febrero de 1957 "inventó" el mito revolucionario de Fidel Castro con la entrevista de Herbert Matthews, vuelve a salir en defensa de la política de Barack Obama para seguir haciendo graciosas concesiones al general Castro sin pedir nada a cambio. Por cierto, The Times también ataca de antemano cualquier nueva política que pueda ser adoptada por la Administración Trump para presionar al régimen de La Habana a que respete los derechos humanos.
             Poco antes de que el editorial del Times circulara en los cinco continentes, Raúl Castro convocó una reunión "extraordinaria" de la Asamblea Nacional (el parlamento cubano, que se reúne dos veces al año en sesiones de tres días y aprueba por unanimidad todo). Allí el dictador reiteró que la marca actual del totalitarismo estalinista en Cuba será eterna y que los cubanos promedio no podrán acumular riquezas. Para él ese privilegio debe permanecer en manos de sus generales porque eso corresponde a los generales ya toda la claque militar que dirige la isla.
           Con una economía incapaz de autosuficiencia y sobreviviente gracias a los subsidios de Venezuela ya las remesas recibidas de Estados Unidos, la elección de Castro de reafirmar su dogma, en lugar de anunciar la liberación de las fuerzas productivas de la nación, es una fórmula comprobada para aumentar la pobreza En Cuba, al mismo tiempo que culpaba al embargo de todos los males y desgracias de los que el gobierno cubano es el único responsable.
            Esta insistencia en lo absurdo explica por qué las Tiendas Recaudadoras de Divisas han comenzado a cerrarse. La falta de divisas para el colosal estado improductivo cubano impide la importación de alimentos y bienes de consumo para vender dentro de la Isla. Esta situación coincide con la denuncia de campesinos de Mayarí de que el robo y la matanza de ganado ha aumentado. Obviamente, ya que casi no se ofrece carne en el "centro comercial", el robo proporciona más ganancias en las transacciones en el mercado negro de carne de vacas y bueyes.

          A medida que la crisis perenne de la economía cubana empeora con el desastre venezolano, es la obligación ineludible de Raúl Castro sacar la camisa de fuerza que sofoca la capacidad empresarial de los cubanos. De esto El New York Times no dice una palabra.

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