A medida que se va acercando la fecha en que el
dictador Raúl Castro entregue el cargo de Presidente de Cuba a un sucesor
designado por el mismo, se sigue complicando el panorama tanto para la
dictadura de La Habana como para su colonia venezolana.
Esta semana el director de la CIA, Mike Pompeo, dijo que la presencia de
cubanos, rusos, iraníes y milicianos árabes de Hezbolá ponen en riesgo a
EE.UU. y que “el Gobierno americano se está tomando muy en serio este caso
particular de Venezuela". Mientras esta advertencia del más alto
nivel en Washington se producía, el dictador Maduro viajaba secretamente a
Santiago de Cuba para recibir instrucciones de su jefe, Raúl Castro. La
oposición venezolana denunció la visita y fue entonces que el diario oficial de
la isla confirmó la presencia de Maduro en la metrópolis colonialista que manda
en Venezuela.
Como era de esperar, el
intercambio comercial Cuba-Venezuela cayó en un 70% desde 2014, de $7,300
millones a $2,224 millones en 2016. Ahora es China el primer socio
comercial de Cuba, por primera vez en el siglo XXI, con un comercio total de
$2,585 millones en 2016. Pekín es el único importador importante de azúcar que
tiene hoy la isla, que le exporta unas 400,000 toneladas anuales.
El régimen de Maduro está entregando la riqueza petrolera a Rusia, a cambio de
dinero y créditos que necesita para sobrevivir y pagar su exorbitante deuda
externa. Caracas le ofrece a Moscú activos petroleros a cambio de “cash”, y los
rusos se vienen así apoderando de las reservas petroleras de Venezuela, las
mayores del mundo.
En Cuba, Castro II muestra
igualmente la condición antinacional e irracional heredada de Castro I y en vez
de dar más protagonismo a los cuentapropistas les pone más trabas y ordena que
no se otorguen nuevas licencias o cancela las existentes en actividades
privadas esenciales. Ello afecta a todo el pueblo, pues al haber menos
productos y servicios los precios subirán y con los bajísimos salarios vigentes
la gente será aún más pobre. También se elevarán los impuestos y será
eliminada la exención de pago por los primeros cinco empleados, que hacía menos
asfixiante la carga fiscal para los cuentapropistas y fomentaba la creación de
empleos.
En esa atmósfera, los
emprendedores no quieren abrir cuentas bancarias como exige ahora el
régimen. No confían en los bancos. Intuyen que el objetivo del gobierno es
reforzar los controles sobre el sector privado. Las cuentas bancarias el
gobierno se las puede confiscar o congelar a quien “no se porte bien”, o para
evitar que los propietarios "acumulen riqueza".
Por otra parte, ya el PCC dio
instrucciones a su militancia de base para que eviten que en las próximas
elecciones municipales de octubre puedan proponerse candidatos independientes
no aprobados por el PCC. Ya están encarcelando a posibles candidatos y
amenazando a otros con prisión. Es esa la “democracia popular directa” de
la que se ufana el gobierno cubano en todos los foros internacionales.
Es la misma
"democracia" que intensifica el acoso a los periodistas
independientes. En las últimas semanas han sido arrestados o amenazados y
maltratados 10 periodistas. Da vergüenza ajena porque son ellos quienes
sacan la cara por el resto de los periodistas cubanos, miembros de la
oficialista asociación del gremio -la Unión de
Periodistas de Cuba (UPEC)- que incumplen la máxima martiana de que la verdad
es para decirla, no para ocultarla.
Sin querer reconocer sus
problemas, culpando a otros por ellos, silenciando las críticas, asfixiando o
suprimiendo zonas productivas de la sociedad, aproximándose a un inevitable
relevo biológico, con su único pilar externo en proceso de quiebre, el régimen
cubano navega con la proa puesta hacia una tormenta perfecta el año próximo.
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