"...podria convercer a las autoridades para retirar la prohibición de vuelos supersonicos...:
Por Daniel Pedreira.
La agencia acaba
de poner en marcha el proceso para construir un avión que demuestre que esto es
posible
Uno de los principales problemas que tuvo el Concorde fue el del
excesivo ruido que provocaba en tierra cuando volaba más rápido que el sonido,
algo que llevó a que las autoridades estadounidenses prohibieran en 1973 los
vuelos supersónicos sobre el país.
Esta misma prohibición fue también uno de los factores que contribuyó a
que el Boeing 2707, el equivalente estadounidense del Concorde, no pasara de la
mesa de diseño.
Pero si la NASA se sale con la suya quizás en unos años veamos en vuelo
aviones supersónicos libres del estampido sónico que lastró al Boeing 2707 y al
Concorde.
Para ello tiene en marcha el proyecto Quiet Supersonic
Technology, de Tecnología Supersónica Silenciosa, o Que SST, que se podría traducir por Búsqueda, que tiene precisamente como
objetivo demostrar que es posible crear aviones como esos. SST, además, son las
iniciales de Super Sonic Transport, transporte supersónico.
Y tres años de pruebas con modelos de ordenador y con modelos a escala
en túneles de viento acaba de poner en marcha el procedimiento para la construcción de un avión que demuestre esto en la práctica. El avión se unirá a la serie
de los aviones X, que desde hace décadas han sido usados para hacer avanzar la
tecnología aeronáutica.
Este avión, en cuyo diseño ha colaborado Lockheed Martin, es el de un
monoplaza de ala delta –triangular, como la del Concorde– con un motor montado
sobre el fuselaje y unos 10 metros de longitud, capaz de volar a 1,4 veces la
velocidad del sonido a 55.000 pies de altitud, algo más de 18 kilómetros.
La agencia está convencida de que el diseño del avión hará que las
ondas sonoras se solapen de forma distinta de la que lo hacían con el Concorde
de tal forma que el nivel sonoro del avión será 1.000 veces inferior, lo que
podría convencer a las autoridades para retirar la prohibición de vuelos
supersónicos sobre áreas pobladas.
De hecho, está previsto que Que SST llegue a hacer pruebas –si todo va
bien a principios de la próxima década– sobre hasta seis zonas habitadas para
comprobar las bondades de su diseño.
Pero en cualquier caso conseguir un avión supersónico silencioso no es
más que una parte del problema: habría que ver si el diseño es escalable al
tamaño de un avión de pasajeros y si su explotación sería económicamente
viable. En el caso del Concorde nunca lo fue, y esto fue lo que lo mató.
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