"Tambien el destino de gente como Roberto Robaina, Carlos Lage , y Felipe Perez Roque y otros..."
Don Sindulfo y el señor director se encontraron tal y como
habían planeado, en el “parqueo” del Restaurant Versailles para que el avezado periodista hiciera un
resumen de lo que había logrado descubrir en Cuba, de donde recién había llegado,
disfrazado de tomeguín del pinar dentro de una maleta de un asiduo visitante a
la Isla.
– ¡Don Sindulfo! Cuénteme, estoy ansioso por saber cómo le fue
en La Habana, y si finalmente pudo asegurase de que Miguel Díaz Canel será el
sustituto de Raúl Castro, una vez que este, según anunciara hace ya un par de
años, abandone la presidencia del gobierno de Cuba.
– ¡Bueno! –Dijo
don Sindulfo alargando la respuesta con aire de importancia– Debo decirle que logré colarme en una reunión
entre José Ramón Machado Ventura, Ramiro
Valdés, el Brigadier Luis Alberto Rodríguez Calleja, que usted sabe es
“yerno” de…
–¡¡ Si, si, ya lo
sé!! Pero no me alargue más la información y dígame…
– ¡Cálmese señor
director; ya le voy a contar! Bueno estaban estos reunidos con Raúl Castro y
según pude saber, tenían varios puntos que querían discutir, entre ellos, el
inicio de una campaña para canonizar a Fidel Castro…
– ¿¡Cómo canonizarlo!? –Exclamó perturbado el señor director–
–Bueno más que eso.
Tienen un plan para crear una nueva religión a partir del difunto. Algo así como,
lo que ocurrió con Mahoma, que
originalmente era un vendedor de camellos y al final ya ve usted en lo que lo
convirtieron…
–Me tiene usted
confundido don Sindulfo. ¿De qué habla? De una reunión entre esos personajes Además dígame como pudo
participar de ella… no me diga que ellos lo invitaron…
–Claro que no me
invitaron, ni siquiera sabían que yo estaba allí
– ¿Y entonces? Me
tiene usted anonadado con lo que me dice. ¡Explíquese!
–Deme un chance
para esclarecer lo que le digo. Yo solo, estaba cumpliendo lo que me había
usted pedido. Solo eso…
– ¡Adelante...!
–Yo entré disfrazado de una botella de soju,
que Kim Joug-un le enviara de regalo a Raúl Castro…
– ¿Y qué es eso?
–El soju es un
licor muy popular en Corea del Norte, algo así como la bebida nacional.
– ¡Bien! Ya
entiendo. ¿Y qué más, aparte de beberse el soju, discutieron ellos?
–Parece que han
descubierto que Miguel Díaz Canel, mas que satisfacción por haber sido nombrado
heredero de Raúl Castro para la presidencia de Cuba; está preocupado por lo que
ha sido de aquel Carlos Aldana, que hace ya mucho tiempo se le consideró el
tercer hombre, en el liderazgo cubano y que una vez, de pronto lo sentenciaron
al ostracismo, político y hasta social. También el destino de gente como Roberto
Robaina, o Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, que han corrido la misma suerte.
Lo que hace evidente que es muy
peligroso estar en Cuba cerca del poder… la proximidad quema…
–Se dice –interrumpió el señor director– y parece
cierto; según nos ha enseñado el régimen
castrista, que Díaz Canel, será una figura para la galería y el que poder
seguirá en manos de la pandilla histórica de siempre, o sea que este infeliz
será el responsable de todos los errores…
–Algo así como el vertedero del raulismo
–Más o menos. Pero
prosiga, de que más se pudo enterar en su viaje clandestino a La Habana.
–Ampliando el tema
de la canonización, me entere que están estudiante todo lo concerniente a José Luis De
Jesús Miranda...
– ¿Y ese quién es?
– ¡No! No quien
es, sino quien era. Porque ya murió, aunque había asegurado a sus seguidores que era eterno. Este fue un señor de origen
puertorriqueño, que cumplió cárcel por su adicción a la heroína y otras drogas
y al salir de prisión fundó una secta llamada “Creciendo en Gracia”, muy hábil en los negocios y con gran carisma
por cierto, que logro que sus seguidores lo llamaran, al principio Apóstol,
después Doctor, Papi, y finalmente Jesucristo
hombre. Llego a tener alrededor de 287 programas de radio y televisión, en
múltiples países. Era muy ostentoso, y logró que sus seguidores se tatuaran el
666, que según él, no era el símbolo de Satán, sino todo lo contrario.
– ¿Y qué
importancia tendría este sujeto para el gobierno castrista?
–Mucha. El tal
José Luis De Jesús, logro que varios miles de “feligreses” lo aceptaran como hijo
de Dios en la tierra, por arriba de los apóstoles y hasta de Jesús de Nazareno.
Y lo hizo de manera gradual. Primero se auto tituló apóstol, después fue desmontando a los
apóstoles originales hasta llegar a convertirse el mismo en Jesucristo hombre,
o sea inmediatamente después de Dios.
– ¿Y usted cree
que esa es la intención de los castrista? –Preguntó desconcertado el señor
director–
– ¡Es evidente señor
director! No escuchó usted lo que decían los castristas en el primer
aniversario de la muerte de Fidel Castro, además de la extraña forma de
“conservar” su cadáver. Dentro de algo que han llamado roca. Si es que
realmente está ahí.
– ¡Sí! Ciertamente
llama la atención, pero, por otro lado, esas declaraciones de que no se
levantarían estatuas en su honor, no era un gesto de modestia, sino el temor de
que terminaran como meadero de borrachos y desvelados.
–Que es lo mínimo, que se merece, porque no
creo que tenga un mejor destino que ese. Servir de meadero popular…
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