" Mas que en su salvajismo se deberia enfatizar en su 'realismo'..."
Santiago
Cárdenas M.D.
El capitalismo
vino primero. No tuvo, ni tiene padres; nació espontáneamente; sin fórceps.
Existía ya desde el siglo XIV dentro del
mismísimo feudalismo. No me crean a mí; sino a Karl Marx que por ahí data sus inicios.
La virginidad libérrima del "sistema" fue desvirgada pronto por algunos estudiosos, especialmente
socialistas de toda laya, que lo
dividieron en su devenir histórico en etapas didácticas (de lo que es un todo en continua evolución) :
capitalismo feudal, el capitalismo mercantilista, el globalizado, el imperialista, etc. Cada nueva clasificación mas demonizadora que la
anterior.
En el capítulo 8 de la encíclica Centessimum
Annum San Juan Pablo II se refiere en el original en latín a "utinam hae voces tum conscriptae,cum
sic apellatus <capitalismus
effrenus> grassa batur, nodie"..... Quiso decir sin
bridas. En inglés abridged, que tiene más de diez acepciones en el Mirriam
Webster Dictionary. No obstante, las pésimas traducciones a las lenguas romances insisten en lo de "salvaje', que es la
que prefieren los izquierdizantes, teólogos de la liberación , la progresía, y
los snobistas de todo tipo ,con el
beneplácito de algunos dentro de la
misma iglesia, para calificar al sistema económico clásico que
tanta libertad económica y religiosa ha generado durante siglos.
Más que en el
salvajismo se debería enfatizar en su
"realismo”. O sea: el capitalismo real.
La columna vertebral y liberadora
de nuestra civilización occidental.
Pero; no tengo
intenciones de coartar la libertad de expresión de alguien en los adjetivos
calificativos que le plazca utilizar. Me
molesta, a muchos molesta, que continúen
chapoteando en el error del "capitalismo salvaje". Al final,
Ud. escogerá la palabra que más le
plazca para denostar el liberalismo económico.
Después de todo el
capitalismo real no tiene defensores ni ideólogos: sólo juglares. Un precursor: Johnn Locke, en el siglo XVII –que no es economista, ni la cabeza de un guanajo– fue el que
predicó el marco de libertad que necesita el capitalismo real para desarrollarse.
Luego, dos economistas beneméritos y
geniales: Adam Smith y David Ricardo, una
generación después de Locke, que descubrieron y pusieron en evidencia los
intríngulis del sistema a las puertas
de la revolución industrial.
La borrachera
socialista vino después, en el siglo XIX,
signada por los errores y los
abusos del capital, que fueron muchos, pero espontáneos. Esencialmente: nadie promueve o construye el capitalismo y mucho
menos lo "dirige".
No tengo la más
mínima duda de que el socialismo sí que es salvaje. Por eso el mismo santo papa de la encíclica ya mencionada
fue el artífice de su derrota el siglo pasado en su Polonia natal y en toda la
Europa del este.
Quien dudas tenga
del salvajismo del socialismo o el que
padezca de amnesia (selectiva) le recomiendo sumergirse
simbólicamente en los ríos de
sangre del Lenin-stalinismo, el maoísmo,
el polpotismo o el guevarismo, por mencionar solamente
algunos pocos de los más conocidos.
Seguimos viviendo en la época del capitalismo real
junto a los remanentes del socialismo
salvaje.
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