"Esto no hay quien lo arregle, pero tampoco hay quien lo tumbe.."
Derechos Humanos en Cuba (FHRC)
Se
incrementa el número de noticias que da cuenta de edificios que se
derrumban con las recientes lluvias y sembrados anegados en agua.
Al mismo tiempo conocemos
de las toneladas de alimentos que se pudrieron sin haber sido
distribuidos, del asalto armado para confiscar a un exitoso productor
privado de alimentos, de las promesas del nuevo "presidente"
sobre la construcción de viviendas y de la nueva ofensiva aduanera contra
la importación de productos por privados.
La infraestructura y la economía nacional colapsa:
No hay
transporte de pasajeros interprovincial por avión, tren o buses.
El Mariel
languidece sin inversionistas ni tráfico marítimo.
El tabaco se
ha perdido con las lluvias.
La zafra
azucarera es la peor desde 1894.
El turismo
va en caída libre.
Las
exportaciones de níquel corren igual suerte.
Quienes perdonaron y reestructuraron la deuda cubana esperando
cobrar algo por ella pierden sus ilusiones. Venezuela, China y Rusia no
sirven ya de salvavidas.
La ecuación es sencilla.
Si Cuba importa el 80% de los alimentos que consume y no tiene dinero
para comprarlos, pero a la vez el otro 20%, producido en la isla, se
pierde con las inundaciones ¿qué van a comer los cubanos en el segundo
semestre de 2018 mientras esperan el 60 aniversario del triunfo del
comunismo en Cuba?
La pregunta es también muy
sencilla: ¿el general Castro va a proseguir su bloqueo al sector privado
y la guerra a muerte contra el progreso y bienestar de la Nación o, como
le aconsejan los vietnamitas, preferirá abrirse a la economía de
mercado? ¿Hambruna y conflicto? o ¿reformas y mercado?
El proyecto del puerto
del Mariel (ZEDM) -vendido como el proyecto insignia de la economía
cubana- sólo ha logrado generar en cinco años 4,888 empleos
directos. En cambio, el cuentapropismo ha generado en
ocho años 578,421 puestos de trabajos directos, lo cual significa que los
emprendedores cubanos, a pesar de las limitaciones a las que están
sometidos, han generado 118.33 veces más empleo que la flamante ZEDM con
todas sus ventajas y favoritismos fiscales. ¿Por qué entonces el gobierno
ejerce la represión económica contra la población cubana? ¿Por qué
hostiga e impide el desarrollo de los emprendedores cubanos?
Raúl Castro sabe que si se
la población se rebelara no alcanzarían las bayonetas y porras para someterla
y también sabe que no pueden provocar una masacre que vaya a quedar sin
respuesta a 90 millas del gobierno de Donald Trump. Pero confía en que
después de seis décadas de brutal represión los cubanos están
domesticados. Confía en que se han convencido de que nada pueden hacer
por cambiar sus vidas salvo marcharse a otro país.
Por el momento, el
apotegma oficial acuñado por Fidel Castro sigue en pie: "Esto no hay
quien lo arregle, pero tampoco hay quien lo tumbe". Pero... ¿por
cuánto tiempo?
Fundación
para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)
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