¡A todos los lectores y editores envío mis mejores deseos por un 2019 rebosante de salud y prosperidad!
Osvaldo Batista
Osvaldo Batista es un
pinareño de pura cepa quien, por ser hombre sin pretensiones jamás ha hecho
alarde de su arte. Sin embargo, Batista (sin relación alguna con Fulgencio que
yo sepa), es un poeta realmente inspirado quien en la tradición lírica de Juan Nápoles
y Fajardo ("El Cucalambé") compone décimas. Conocí a Osvaldo hace más
de diez años en las actividades del Club Cultural Cubano de Monterrey Park,
California, del que mi esposa Migdalia se contaba entre los primeros cien
fundadores. Desde hace diez años somos amigos. No es sorprendente que un hijo
de Pinar del Río tenga inspiración lírica. Quien haya visitado esa bella tierra
de joven tuvo a su alrededor un millón de razones para despertar la musa:
Viñales, Soroa, orquídeas multicolores, palmas reales y pinareñas hermosas de
sonrisas dulces y ojos pícaros. En un ambiente así, ¿quién no se inspira?
Este grupo de décimas Batista lo titula Seis Perlas Cubanas. Hugo
J. Byrne, Pasadena, CA, enero primero del 2019.
I
"Anoche estuve
soñando
y lo hermoso de su
suelo
yo me quedé
contemplando.
Pinar del Río,
cantando
me
saludó con cariño
y hasta el palmar me hizo un guiño,
dándome un abrazo el monte
y me dijo el
horizonte:
¿Te acuerdas cuando
eras
niño?
II
Más tarde, rumbo a La
Habana
pasé por Arrollo
Arenas
donde sosiego a mis
penas
me ofrendó linda
cubana.
Disfruté de Tropicana
y luego fui al
Malecón,
seguí hasta Prado y
Colón,
llegando a Patria
Guajira,
donde brilló con su
lira
III
Luego a Matanzas
seguí
por la hermosa Vía
Blanca
y bajé por la
barranca
al Valle del
Yumurí,
me vieron cruzar
contento,
los Arcos de
Canasí,
también vi por un
momento
para mi dicha
colmar,
las Cuevas de
Bellamar,
que son de Cuba un
portento.
IV
Cuando Las Villas me
vio.
ya el sol llegando al
ocaso,
me dio un caluroso
abrazo
y por todos preguntó
Taguasco me regaló
de su tabaco el mejor,
vi en Cabaiguán el
verdor
de prados y sembradíos
donde en humildes
bohíos
reside siempre el amor
V
Y al llegar a
Camagüey,
cuna de Ignacio
Agramonte,
quien cruzó manigua y
monte
al frente de invicta
grey,
pude ver junto al
batey
como el esbelto
Jiquí
que hace su nido en el
Jobo,
el que da sombra al
Totí,
allí donde el
algarrobo
tiene recuerdos de mí.
VI
Antes de seguir camino
a la Provincia de
Oriente,
puse en mis manos mi
frente
y recé al Señor
Divino.
Al arribar al Turquino
por su ladera escalé,
cuando a su cima
llegué,
entre sombras y entre
brumas
vi en lontananza Las
Tunas,
cuna del
Cucalambé"
Osvaldo Batista,
diciembre del 2018
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