domingo, 23 de junio de 2019

VIDAS TUMULTUOSAS


"Con graves crisis de identidad marcadas por sus vivencias y por una grave enfermedad de su hijo menor..."

Lola Benítez Molina Málaga
 Muchas veces no son solo conocidos por su talento, sino que sus propias vidas encierran multitud de contradicciones, que los hacen tangibles a los ojos de los que los admiran. Quizás ese sufrimiento interno, impregnado de melancolía, los llevó a buscar, por cauces desconocidos para otros, el impulso necesario, tanto para su obra como para su existencia. Son vidas difíciles, en las que el amor, tal vez, por ese carácter inconformista, que muchas veces los caracterizó, juega un papel destacado. Recuerdo al escritor y pintor alemán Herman Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946 por su trayectoria literaria. Con graves crisis de identidad marcadas por sus vivencias y por una grave enfermedad de su hijo menor. Entre sus obras más importantes destacan “Siddharta” (1922) y “El lobo estepario” (1927). En ellas reflejó la búsqueda insaciable de nuevos valores y de la propia identidad. Frase célebre suya es: “La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero”.

Ejemplo de vidas complicadas la encontramos en dos de los artistas más destacados de México: Frida Kahlo y Diego Rivera. No pudieron vivir el uno sin el otro. Por ello, tras casarse y divorciarse, volverían a contraer segundas nupcias. A pesar de ello, las infidelidades de ambos fueron constantes. Otra de las más conocidas y, no por ello, menos atrayente, fue la relación entre dos de los grandes escritores del siglo XX, Jean Paul Sartre y Simone De Beauvoir. Es curioso que se trataran de usted durante cincuenta años y nunca vivieron juntos. Lo mismo uno que otro tuvo romances con múltiples compañeros.
Juan Carlos Onetti y la poetisa uruguaya Idea Vilariño fueron amantes durante gran parte de su vida. Él nunca se casó con ella.
Pablo Picasso y Dora Maar se conocieron, cuando ella tenía veintinueve años y él cincuenta y cinco. Se unieron porque ambos tuvieron mucho en común, pero él la acabó dejando por Francoise Gilot, lo que sumió a Dora en una profunda depresión. Murió sola a los noventa años.
Para Hesse, anteriormente nombrado: “La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz”.




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