Por: J. A. Albertini
Se me ha fugado un héroe
una verde leyenda
cortada a la
mitad,
un poema inconcluso
con sendos hasta prontos:
uno en los corazones,
otro en la eternidad...
Tomado del poema: A IVÁN, DONDE QUIERA QUE ESTÉS.
Ivonne Martín.
24 de diciembre de
1960. Santa Clara, Cuba. El flaco y largo Ivan Pórtela y yo caminamos por las
aceras de la Carretera Central que atraviesa la ciudad: Every night I hope and pray/ A dream lover will come my way/ A girls to
hold in my arms/ And know the magic of her charms... Iván canturrea. Andamos
el tramo comprendido entre las calles San Miguel y Paseo de la Paz. La noche es fría.
Iván cubre el torso con una chaqueta plateada, de material rígido, que simula
ser piel y abrocha una cremallera. Faltan dos horas para Navidad. A nuestra
derecha corre el muro que, desde lo alto, se asoma al maltratado río Bélico y
los vecinos de la ciudad identificamos como "el malecón sin mar".
Iván había cenado temprano con su familia. En la sobremesa discute con el padre;
hombre culto y periodista de profesión. Iván
defiende las ideas del, recién descubierto por él, existencialismo de
Jean Paul Sartre. El padre se molesta y para enfatizar el enojo, tal y como era
su costumbre, le llama por el nombre completo. Iván Alejandro Pórtela y Bonachea para de hablar sandeces y ocúpate más
de tus estudios de contabilidad. Iván se ofende y para enfatizar parafrasea
el título de la recién leída novela de Sartre. ¡Tanta inculta incomprensión me produce nauseas! ¿Qué has dicho bergante...? La madre interviene: ¡Por Dios!, ¿pararán de discutir...? ¡Miren
que es Nochebuena...!
Los hermanos
Pastora y Salvador, con la boca llena de turrón de almendras, ríen. ¿Desde cuándo eres eso existen...? No sé cómo se dice; Pastora se burla.
Me voy. ¡Imposible estar en esta casa!; Iván exclama y se incorpora de la mesa. ¿Hijo a dónde vas...? Quédate con nosotros y
acompáñanos, más tarde, a Misa de Gallo;
la madre pide. Voy jugar ajedrez con José
Antonio. Cuando Iván llegó a mi casa aun no estaba lista la cena. Mi
abuela, además de lechón asado, siguiendo la costumbre, heredada de su madre
madrileña, horneaba un pargo. El pescado se demora e Iván y yo tuvimos tiempo
para una partida de ajedrez.
Mis abuelos Luís Felipe y Marianita, lista la
cena le invitan a acompañarnos y aunque reconoce que ya ha comido, haciendo
gala de su apetito proverbial se nos une: Siempre
estoy hambriento porque tengo una solitaria que exige mucho. A continuación,
fingiendo la voz, entabla un dialogo con su hipotética lombriz solitaria. Escucharon; ella exige más alimentos. Mis hermanos Nancy y Cuquito (Luis
Salvador +) enlazan una carcajada. Aunque mi hermano Cuquito ríe de buena gana,
su rostro aun conserva rastros de la paliza brutal que le propinaron el pasado
13 de octubre a la salida de la iglesia del Buen Viaje. ¿Y cómo se llama tu solitaria?; Nancy, aun riendo, inquiere. Si yo
soy Iván por lógico ella es Ivana.
De postre hubo
turrones y dulce de cascos de naranja con queso blanco. De sobremesa mi abuela
Marianita sirvió un rico vino de fruta bomba elaborado por "Cuadrado";
licorera local.
Brindamos y mi abuelo Luis Felipe, en tono
pesimista, pidió por un mejor futuro
para Cuba.
La embriaguez
revolucionaria de los primeros meses del año 1959. Los juicios sumarísimos, las
ejecuciones y largas condenas penitenciarias impuestas a los llamados "esbirros" de la dictadura
derrocada del general Fulgencio Batista al menguar por falta de victimas, rápidamente cedió
el paso al encarcelamiento y fusilamiento de revolucionarios que pedían el
retorno de la república a la senda democrática y ponerle coto a la creciente
influencia comunista, en todos los sectores del desenvolvimiento nacional.
A Nuestra derecha,
cruzando el asfalto, la recientemente construida, de arquitectura moderna,
iglesia presbiteriana hace tañer sus campanas eléctricas. A la siniestra,
pegado al muro, el parque infantil del Club de Leones (en el presente parque de
pioneros José Luis Miranda) viste de negro el follaje, a ratos rumoroso, de los
arboles.
Dream
lover where are you? / With a love, oh so true/ And a hand that I can hold/ To
fell you near as I grow old... Iván entona con más vigor.
Qué bien suenan esas campanas eléctricas, digo. Quisiera
ver cómo son. ¿Tendrán badajo...? La
misma pregunta me hago; Iván responde. Hace
frio, manifiesta y sube el zíper del 'jacket'.
Someday,
I don't know how/ I hope she'll hear my plea/ Someway, I don't know how/ She'll
bring her love to me...
Teresita Calderón la pone en su programa de las tardes.
Ha sido una de las últimas canciones de música popular norteamericana que ha
entrado al país. Es bonita; la canta Bobby Darin, comento sin detener el paso.
Iván me mira de
soslayo. En uno de sus gestos característicos tuerce los labios en mueca que
pretende ser sonrisa. José Antonio, la
canto para que la disfrutes, ya no volverás a escucharla en la radio. ¿Qué
dices...? Lo que oyes. Se acabó el 'sueño de amor', enfatiza con ironía
triste.
Me detengo; lo
interrogo con la mirada y explica: Hace
unas horas el gobierno revolucionario de Fidel Castro, intervino el Gran Hotel
y la emisora Radio Teatro Cloris. Al dueño Orfelio Ramos Valdés lo señalan como
colaborador del régimen de Fulgencio Batista. ¿Teresita y su programa que
pintan en todo eso...? No quieren escuchar más música americana. Ahora es tiempo
de musicalizar los poemas 'antiimperialistas'
de Nicolás Guillen y oír al trovador Carlos Puebla.
¡Qué barbaridad!, exclamo. Desde que
tomaron el poder no paran las injusticias. El 12 de octubre pasado fusilaron, mejor dicho asesinaron, en La
Campana, pegado al pueblo de Manicaragua, al presidente de la Federación Universitaria
Central Porfirio (el Negro) Remberto
Ramírez, junto a Plinio Prieto, Sinesio Walsh, Ángel Rodríguez del Sol y
José Palomino Colón. Y tu Iván, enfatizo, fuiste testigo de la golpiza que le dieron a mi hermano Cuquito, el día once, del mismo mes, a la
salida de una misa en la iglesia del Buen Viaje, por haber ido a pedir por la
vida de los condenados. ¡Quince años tiene Cuquito! Dos, fueron dos, compañeros de bachillerato,
mayores que él, quienes cometieron el abuso; el morito Miyar y el Curro. ¡Cuánto
rencor en tan breve tiempo!
Nosotros no estamos lejos de la edad de Cuquito y si al
alcance del odio planificado y dirigido por los fidelo- comunistas, Iván señala.
¿Cómo te enteraste...? ¿De qué...? De las intervenciones
y la suspensión del programa de Teresita. Hoy en la tarde fui a su casa, en el
barrio Macuca. Ella me lo dijo. Aun no es noticia oficial. Mañana lo será.
Las campanas eléctricas
no paran de sonar y la atmosfera de la
clara noche invernal se preña con el
mensaje musical de una paz precaria. Iván vuelve a cantar: Dream lover until then/ I'll go to sleep and
dream again/ That's the only thing to do/ 'Til all my lover's dreams come
true...
Paro la marcha y le
tomo de un brazo. Si tienes idea de ir a
Misa de Gallo no cuentes conmigo. No
me disgusta ir a misa. Soy
existencialista y católico también. Pero si tienes una propuesta mejor..., desliza con la mirada socarrona que pocas
veces logra disimular. Vamos a casa de
Pedro Corzo. Allí, esta noche deben estar reunidos; tomando vino, hablando y
bailando, Pedro y Aquilino Álvarez Triana, 'Yayo' Pedraza, Pepe 'el Sátiro', los hermanos Monagas, Matías Drake,
Pepe 'Trinchera', Miriam Sánchez, Elvira,
la hermana de Pedro, Lourdes Agüero, Violeta Zorrilla, 'Mime' Pérez, y algunas otras muchachitas del grupo. ¿Y cómo lo sabes? Mi hermano Cuquito me lo
comentó esta tarde. ¿Él iba...? Ya debe estar allá, respondí. Bueno,
Paris bien vale una misa, dijo y la socarronería se hizo suspiro de agrado.
Entonces,
modificamos el rumbo. Caminamos a lo largo de las aceras de la Carretera
Central hasta torcer izquierda en la calle Virtudes y llegar a la vivienda
identificada con el número 61, esquina a la calle Joaquín Trista. ¡Pupy, llegaron los que faltaban!, la
madre de Pedro nos recibe y sonríe. Estrella, Pupy es nombre para un crio, no
para el tarajalludo que tiene por hijo, Iván bromea. Para una madre los hijos siempre serán pequeños, Estrella responde,
acentúa la sonrisa y su figura se nimba, por siempre, con risas juveniles y la
armonía vocal del grupo argentino Los Cinco Latinos que, desde un ángulo de la
sala, atrapados en un elepé que gira dentro en un tocadiscos, eleva el canto de Estela Raval: Siempre, quiéreme siempre/ tanto, tanto como yo a ti...
¡Son las doce; es
Navidad!, una voz femenina advierte.
Estela Raval y Los Cinco Latinos concentrados en las vueltas del elepé no se
enteran que ya es Navidad; 25 de diciembre de 1960. Ellos cantan y cantan... nunca, nunca me olvides/ dime, dime que
si...
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La noticia me llegó
en febrero de este año 2019. A 59 años y escasos dos meses de aquella noche del
24 de diciembre de 1960, preludio de Navidad. Lo supe por el editor y amigo
Juan Manuel Salvat. El poeta Iván Pórtela, había muerto en México el 13 de enero.
Arribó a la nación azteca en 1964, a los 21 años de edad, como exiliado
político. Allí Iván, arrastró la lejanía de la patria. Padeció carencias de
toda índole pero nunca dejó de hacer poesía. Realizó estudios universitarios,
tuvo un hijo y fue un reconocido, querido por colegas y alumnos, profesor de
literatura, filosofía, arte y mitología. De sus 74 años de existencia, vivió 53
en México. No obstante, jamás dejo de cargar con "La cruz de caña" y el recuerdo
hiriente de Cuba. Presumo, le conocí bien, que ni la muerte pudo atenuarle el
dolor del desarraigo, impuesto por falsos hermanos.
Iván se ha ido; no
está. Ya no volverá a enviarme esas temperamentales cartas (me niego a
llamarlas correos electrónicos) que periódicamente, desde las márgenes del lago
Tenochtitlán me hacía llegar. Ya no volveré a
responderle con el encabezado de "Flaco malévolo". Se ha ido sin volver
a Cuba. Se fue sin andar y desandar;
desandar y andar, una vez más, las calles estrechas, a veces adoquinadas, de Santa
Clara. Se fue sin llenar sus pulmones, una vez más, con el aire fétido que
desprende el cauce contaminado del rio Bélico y soñar, como entonces, con
Paris, el Sena, los existencialistas de post guerra e invitarme al cine Silva,
a tanda de cinco de la tarde, para asistir al estreno del film francés "Adua
y sus amigas". Por entonces, postrimerías de 1960, era amigo de Dulce Arango y yo de Yolanda
Consuegra. Ambas, como nosotros, eran cinéfilas. Fueron los tiempos en que la cinematografía
norteamericano, salvo algunas excepciones, comenzaba a prohibirse en la Isla y
las producciones sovietices, encabezadas
por "La balada del soldado", se imponían en las salas de proyección.
Tampoco, ya están la
mayoría de los que llenamos, aquella noche de Nochebuena y albor de la Navidad
de 1960, la casa de Pedro Corzo. Yayo Pedraza
y Pepe el Sátiro fueron engullidos
por un exilio temprano (Operación Pedro Pan). Pepe Trinchera se extravió en las calles de Miami El rastro se ha
perdido. ¿Habrán muerto...?. Los demás, los de aquella noche; acoso, presidio,
dispersión, exilio y múltiples formas de perecer lejos del olor a petricor que despide la tierra materna
en días de lluvia.
No obstante, Iván y
yo estamos. Volvemos, con memoria persistente, a estar aquella Nochebuena de
1960. Hace frio y suenan las campanas eléctricas del hermoso templo
presbiteriano. Caminamos, no dejamos de andar. Iván sube la cremallera de su
chaqueta plateada y canta: Dream lover
where are you... Calla y siento que la distancia trata de imponerse. ¡No calles!, exijo. Canta no pares de cantar sino la noche nos borrara de la memoria del
tiempo. Responde con su clásica sonrisa socarrona y...Dream lover untill then/ I'll go to sleep
and dream again/ That's the only thing to do/ 'Till all may lover's dream come
true...
Excelente pieza literaria del amigo Albertini.
ResponderEliminarMUY VALIOSA CRONICA.
ResponderEliminarJ. A. Albertini merece un premio importante por este relato de amistad entrañable al peculiar y digno amigo fallecido en México. Iván lo merece por su cubanía siempre demostrada. Y Albertini se crece como narrador ante el cariño y recuerdo al amigo, pero también a esa Cuba perdida en el absurdo de una revolución que no fue otra cosa que el endiosamiento de un líder y la decadencia de un pueblo y un destino mejor de felicidad. Me conmoviste y t felicito,
ResponderEliminarJuan Manuel Salvat (Gordo).
UN CABALLERO MUY INTERESANTE SIN DUDARLO. MAGISTRAL SU REDACCIÓN DIGNA DE CUALQUIER PREMIO. COMO PUEDO CONOCER MAS DE IVAN PORTELA..?
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