SEIS SEMANAS QUE LE HAN CAMBIADO EL ROSTRO A AMERICA LATINA
Por Andres Cañizalez/Barquisimeto
En apenas seis semanas se
han registrado una serie de acontecimientos, algunos inesperados, otros
que han resultado algo distintos a lo pronosticado, y que en su conjunto
le han cambiado el rostro a América
Latina en muy poco tiempo.
Si tomamos el inicio de
las protestas en Chile como punto de
partida, y la proclamación de Luis Lacalle como cierre de este período,
en el medio nos toparemos con la renuncia y asilo de Evo
Morales, el regreso de una nueva versión del kirchnerismo, la
irrupción de la primera alcaldesa abiertamente lesbiana en una capital
latinoamericana, las protestas multitudinarias en países que se suponía
estables como Colombia y Chile, y el regreso a la arena política de dos
expresidentes que parecían destinados al ostracismo, señalados por casos
de corrupción.
Lo que sí pareció
inamovible en estas seis semanas intensas para América Latina han sido
los regímenes autoritarios en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ni siquiera la
visita de los reyes de España a La Habana abrió una fisura en la
dictadura más antigua de Occidente. Los monarcas españoles no osaron
salirse del protocolo que les hizo el castrismo, entre el 12 y 14 de
noviembre.
El viernes 18 de octubre
en horas de la tarde, Chile comenzó a presenciar lo que nadie suponía que
iba a ser la erupción de un volcán poderoso. De hecho, a lo largo de
estas seis semanas intensas las calles chilenas han seguido copadas por
protestas, unas multitudinarias y pacíficas y otras no tanto, a decir
verdad.
Una de las economías más
estables y constantes de la región, seis semanas después registra las
secuelas del volcán político. La gran pregunta que rodea a la crisis
chilena en este periodo es si Sebastián
Piñera, un empresario conservador, podrá mantener el timón de la
nación sudamericana en los tres años que aún le restan a su segundo
mandato.
La destrucción de una
estación de metro en Santiago, que fue lo primero que vimos hace seis semanas,
ha dado paso a un vigoroso y a veces contradictorio debate sobre cómo
debe reinventarse Chile. En el horizonte ha aparecido la discusión
democrática de una nueva constitución.
La elección presidencial
en Bolivia, celebrada el 20 de octubre, y en la que el mandatario Evo
Morales se empeñó en participar pese a que ya había sido rechazada tal
posibilidad en un referendo, desencadenó una de las crisis con el
resultado menos esperado. Tras varias semanas de protestas y tras perder
el respaldo de la policía y del alto mando militar, actores claves para
reprimir el descontento que se evidenciaba en las calles bolivianas,
Morales renunció el 10 de noviembre y recibió asilo en México.
Las elecciones en
Argentina y Uruguay, en tanto, arrojaron los resultados esperados, ya que
se respiraba en ambos casos el deseo de cambio. Sin embargo, hubo matices
significativos que deberían obligar a los presidentes electos, Alberto
Fernández y Luis Lacalle respectivamente, a hacer una lectura detenida de
lo que dijeron las urnas el 27 de octubre y el 24 de noviembre. Fernández
se impuso sobre Mauricio Macri, quien buscaba la reelección, pero por
mucho menos margen que el esperado, y el actual mandatario se apresta a
culminar su mandato, algo hasta ahora inédito para un presidente no
peronista en la historia argentina de las últimas décadas.
Lacalle, con el que se
cierra el periodo de estas seis semanas intensas, logró un triunfo por
muy apretado margen. Literalmente gobernará un país dividido en dos y sin
tener su Partido Nacional dominio del Parlamento. Con su gobierno se
abrirá un tiempo de cambio en Uruguay, en varios sentidos. No solo se
pone fin a una era del centroizquierdista Frente Amplio, sino que también
habrá un gobierno de coalición entre los factores conservadores.
El 27 de octubre la
capital colombiana, Bogotá, marcó un hito al elegir a Claudia López como
su nueva alcaldesa, siendo la primera vez en la historia regional
que una mujer
abiertamente lesbiana conducirá los destinos de una capital
latinoamericana. Tres semanas después, el 21 de noviembre, Colombia
de nuevo estuvo en la palestra con un exitoso Paro Nacional que ha
obligado al presidente Iván Duque a abrir un diálogo nacional con
diversos actores, y cuyos resultados aún están por verse.
Dos expresidentes
señalados por los casos de corrupción volvieron con fuerza a la arena
política en este periodo que le cambió el rostro a América Latina. Al ser
electa como vicepresidenta, Cristina
Fernández de Kirchner no solo adquirió de nuevo inmunidad sino que fue
revindicada políticamente por la mayoría que le eligió en Argentina. El
27 de octubre tuvo muchas razones CFK (su acrónimo) para celebrar.
El 8 de noviembre salió
en libertad Lula da
Silva y de facto arrancó la campaña electoral, con bastante
antelación, para las elecciones presidenciales de Brasil en 2022. Si bien
Lula fue liberado gracias a una medida no dirigida a él exclusivamente y
sin que se haya establecido su inocencia, la izquierda en Brasil y en
América Latina lo ha presentado como una gran victoria del veterano
líder, de 74 años y dos veces presidente en su país. Sin ambages, Lula
volvió al ruedo político y aspira a la presidencia, una vez más.
Muchos acontecimientos en
muy corto tiempo. En cuestión de seis semanas, el rostro de América
Latina en diversos países es otro. Habrá que estar al tanto de cómo
continúan estos cambios.
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