" Ramiro Gómez Barrueco Expreso político.
Escritor. Empresario".
“Solo la
verdad nos pondrá la toga viril”. José Martí.
El poder
judicial juzgará y condenará el abuso de poder, la tortura y el injustificable
e imperdonable asesinato del ciudadano negro George Floyd. Él fue detenido por comprar
cigarrillos con un billete falso y negarse a devolver la cajetilla; estaba
doblemente endrogado y era un conocido delincuente. George se resistió a entrar
al vehículo oficial provocando una violencia policial inaceptable y estúpida, tal
sevicia policial requiere un castigo ejemplar. También requiere una protesta
cívica nacional.
Cuando la
protesta se torna más brutal y peligrosa que su causa, el remedio suele ser
peor que la enfermedad. Este contrasentido no ha sido producto de las
frustraciones raciales existentes sino de las malas intenciones de grupos
extremistas, anarquistas y socialistas, que aprovecharon la oportunidad para cimentar
su revolución social multicolor. Esta es la respuesta al inesperado volumen,
sin precedentes, de lágrimas blancas en un luto negro: crear un océano rojo.
Este inconcebible
episodio kafkiano ha sacado a flote la inmersa e inmensa hipocresía de los
infelices títeres juveniles de la contracultura y el anti sistema. Infelices
porque ignoran que están condenados a llorar más ganando que perdiendo; hipócritas
porque usaron al negro muerto como herramienta política y no como solidaridad
humana justiciera. La estrategia consiste en unir agresivamente el antirracismo
al socialismo.
Las revoluciones
socialistas han sido siempre controladas por mafias de oportunistas que han
hundido a sus pueblos en terror, sangre, hambre, miseria, angustia y la pérdida
total de la libertad. Cuba, Venezuela y Nicaragua son los ejemplos más cercanos.
Ningún país socialista democrático europeo nórdico, modelo anhelado por muchos
de los protestantes, implantó su sistema por una revolución sino por una
evolución.
La estrategia
para establecer el socialismo define sus características y su futuro. Las
democracias evolucionan, progresiva y positivamente, pagando con cuotas de
dolor los escalones para alcanzar el cielo, mientras las dictaduras ahogan en
sangre a los que tratan de subir del suelo.
La intención política
manifiesta, generalizada en las protestas, es sustituir en noviembre a Trump por
Biden. Tal vez el partidismo político sea la respuesta acertada a la impresionante
mayoría de protestantes y vándalos blancos. A ellos debemos sumarle la cantidad
de tontos útiles, principalmente jóvenes, que aprovecharon la oportunidad para
liberarse del encierro social.
La
sorprendente minoría negra en las protestas pudiera estar relacionada con el
coronavirus y porque ellos saben de primera mano la clase de delincuente que
estaban santificando. Según voces negras de líderes dignos y confiables, como
Candace Owens, Floyd era un presidiario cinco veces reincidente especialmente
dedicado a la venta menor de cocaína y a los asaltos a mano armada. El último
fue realizado a una señora negra en estado de gestación a quien colocó un revólver
en su vientre robándole dinero y joyas. Por este último crimen fue condenado a
cinco años de prisión. Se degrada la raza negra santificando a un criminal reincidente
y pernicioso.
El maltrato
policial que reciben los negros en USA no es institucional sino circunstancial pero
convenientemente magnificado. Según El Washington Post mueren más blancos que
negros por la represión policial; por ejemplo, en el 2017 murieron 223 negros y
457 blancos mientras que en el 2016 murieron 509 blancos y solo 123 negros. Hemos
visto muchos asesinatos innecesarios de blancos indefensos o impedidos de
agredir realmente a las autoridades. ni una sola protesta social.
Racismo es considerar que una raza humana es
superior a otra, despreciándola o rechazándola. No puede estar
institucionalizado el racismo en un país de mayoría blanca donde dos veces
eligieron al “negro” Obama como presidente. Racista fue Cassius Clay que se negaba a estrechar una mano
blanca. Racista es Lebrón James que se jacta de nunca haber tenido un amigo blanco
y asegura que nunca lo va a tener. Racistas son las organizaciones de
extremistas blancos y negros; y aquellos que solo se solidarizan con el dolor
de su raza sin considerar que todos pertenecemos a la raza humana.
Lajusticia fue
aplicada rápidamente, las intenciones de las ulteriores protestas obedecen
indiscutiblemente a otros intereses. La destrucción y el caos social generados no
responden a un sentimiento social antirracista sino a objetivos políticos desestabilizadores.
La prensa le echa cada vez más leña al fuego para obtener convenientes resultados.
Los muertos y heridos producidos por los protestantes nunca aparecen, el
historial criminal de Floyd no existe.
Las protestas más
virulentas aparecieron en Minneapolis, New York, Seattle y Los Ángeles. Todas
con gobernadores demócratas, mayores demócratas y jefes de la policía
demócratas. Ni un indicio de un “trumpista en las protestas.
La izquierda
caníbal está clavando sus colmillos, planificada e incesantemente, en el frágil
corojo de la paz.
¿Se romperá el
corojo?
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