–Don Sindulfo, trae usted un rostro que muestra gran consternación…
Don Sindulfo había llegado con su habitual
bufanda al cuello, aunque había fuera del edificio 86 grados de temperatura, y
don Sindulfo hacia el viaje hasta la redacción en bicicleta.
– No dramatice usted señor director. No es consternación… solamente que
estoy algo decepcionado. Nunca pensé que estaríamos en manos de tantos
hipócritas, que se disfrazan de “periodistas
independientes”...
– ¿Se refiere usted a periodistas
independiente cubanos…?
–Cubanos y no cubanos. Pero no me refiero a los periodistas cubanos de la isla. Esos
merecen todo mi respeto... ¡claro!, que con alguna excepciones... Sino a los que actúan en Miami. El Nuevo
Herald, por ejemplo, está lleno de contradicciones, medias verdades y de apoyo solapado a
candidatos, y no es que no respete el derecho de ellos de apoyar o no a
candidatos, pero deben hacerlo de frente y no escondiéndolo en artículos que
crean dudas y dan informaciones inexactas, por no decir mentirosas, sobre
algunos políticos, que no gozan de su
apoyo, tergiversando sus acciones.
– Sea más claro. ¿A quién se refiere?
–Por ejemplo, acusan a Carlos Curbelo de
ser un anti inmigrante, y ocultan que
este señor ha sido un defensor de una reforma migratoria ordenada; desde que
estaba en la Junta de Educación del Condado Miami Dade. Hablan de que todos los republicanos son anti-inmigrantes y olvidan
conscientemente, que fue un presidente republicano, acusado de conservador, el
único que legalizó de un plumazo a millones de indocumentados. Son incapaces de
recordar al presidente Reagan, porque quiere arrimar todas sus brazas a los
candidatos del otro partido.
–Habla usted como un convencido
republicano...
–
¡Pues no! No lo soy. Está usted equivocado, aunque no
tanto como el Nuevo Herald. Soy independiente, pero también soy un
creyente en el respeto a los lectores, a
la sociedad en conjunto, que tiene derecho a estar bien informada y no ser víctima
de activistas políticos en campaña.
–¿Usted cree que el Nuevo Herald está
apoyando a algún candidato del partido demócrata y por eso publica estas
informaciones.
– ¡Bueno! Pude ingresar, disfrazado de una
Domino Pizza; a la sala de redacción de lo que va quedando del Herald. Y
escuche que discutían sobre si era conveniente o no apoyar a Joe García, en las
primarias contra Anette Tadeo. Ya sabemos que la Tadeo es la candidata de
Rodríguez Tejera y sabemos también que Joe García lo es de Mas Junior.
Suponemos que el Herald se acercara al bolsillo más generoso y este
evidentemente será el de Mas Junior.
– ¡¿O sea!? Que el artículo sobre Carlos
Curbelo, que el Nuevo Herald publicó tiene como intención fortalecer la figura
de Joe García...
–
Pues sí. El Herald no da puntada sin hilo.
– ¡Sí! Eso también creo yo, pero no creo
que solo esto le provoque a usted ese desasosiego que muestra su semblante.
Usted ha cubierto situaciones mucho más
dramáticas que esta “querella” partidista, entre dos o tres candidatos
locales, sin mostrar tanta preocupación.
–Me va conociendo usted señor director. Es
cierto. Es el cumulo de sucesos el que me provoca esta desazón.
– ¿Cómo por ejemplo?
– Por ejemplo… Los dos candidatos que
tenemos a la presidencia. La “toalla” que le tiraron a Hillary Clinton… usted
se imagina, el peligro en que estaría el
país en mano de esta señora. El avance de los islamistas terroristas,
mientras que los “lideres” islámico que dicen ser pacíficos, no han tomado una
conducta clara sobre la condena de los terroristas y siguen en sus campañas de
invasión religiosa. El crecimiento del
sentimiento “anti sistema” entre los jóvenes, que no saben que buscan y
continúan destrozando lo que hay, sin saber que viene después. Y si fuera poco,
el aumento de la diligencia de los activistas raciales, que intentan enfrentar
a negros y blancos, tergiversando y escondiendo datos para alimentar la duda y resquebradura
entre ambas comunidades.
–Vivimos momentos difíciles, don Sindulfo…
Es cierto, pero también es cierto que
solo nuestras acciones podrán resolverlas.
–Pero no me puede negar usted que no es
fácil, que tenemos una larga y difícil lucha por delante.
– No lo niego… pero hablemos de nosotros. Yo todo los meses recibo quejas por sus
notas. Más de uno se me ha quejado de que no lo hemos tratado bien. Y cada vez
resulta más difícil obtener publicidad para el periódico. Hay anunciantes que
temen represalia de los potenciales clientes y deciden negarnos la publicidad,
para que no los relacionen con nuestras opiniones.
–Es algo injusto, señor director. La
publicidad no debe ser vinculada con las opiniones editoriales del periódico.
Yo le ofrezco mi renuncia, para que usted…
–De eso nada. Usted se queda don Sindulfo,
nuestro derecho a la libre divulgación
de las noticias no está en venta y nosotros no nos vamos a convertir, en lo
que algunos programas de radio y televisión se han convertido… en agencia
publicitaria para candidatos y partidos políticos. Nosotros no estamos
esperando ninguna asignación económica
luego del resultado de estas próximas elecciones. Continuaremos pobres,
pero libres y satisfecho de serle fiel a la verdad…
– ¡Gracias, señor director...! lo mismo a
usted don Adam. Me alegra poder continuar en ENFOQUE 3
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