“El milagro de los
Milagros, el grande e inescrutable
Tomás Carlyle, “Los
Héroes”
José A. Albertini,
nació en Santa Clara, provincia de Las Villas,
Cuba. Por razones políticas, desde hace más de treinta años, junto a su
familia vive en Estados Unidos de Norteamérica. Autor de novelas: Tierra de Extraños, A orillas del paraíso,
Cuando la sangre mancha, El entierro del enterrador, Allá donde los ángeles
vuelan, Un día de viento. Ha publicado relatos verídicos Miami Medical Team: Testimonio de humanidad y Cuba y castrismo; Huelgas
de hambre en el presidio político. Artículos que han aparecido en
periódicos y revistas. Programas de radio y de televisión. Por once años
trabajo en Radio Martí. Tiene un programa semanal en WRLN- Canal, 17. Es un
hombre muy activo. Miembro de diferentes grupos culturales.
Buscando entre mis
libros encontré Allá, donde los ángeles
vuelan, Ediciones Universal, Miami, 2010. Siempre me llamo la atención el
libro. Cada día vemos como aumentan las personas que leen novelas y cuentos de
ficción. Las leen por el gusto que en ellas ven. Al mismo tiempo buscan un
placer especial, en lo incógnito. Muchas veces en ellas el tipo de vida que
ellos buscaron y no encontraron.
ERES
...atardecer de nostalgia…
…especie de “deja vu” perenne…
…aliento de estilo…
…figura irreal que prefiere no materializar…
...la misma figura que materializo y comprendo que es real…
…músculo de ave que tiembla de nervio y desarraigo…
…espolonazo de gallo fino y manantial de sangre…
…fuego de alma, que mi luna de agua mitiga en un surtidor de calor…
…la que entiende que el amor es más corto que la vida, y que el amor se burla de la vida…
…sonrisa y silencio: al unísono…
…recuerdos; encontronazos de fantasmas que nunca imaginé pero no soslayo…
…labios suaves; cuello frágil y sudor tembloroso que aplaca mi sed de forastero ocasional…
…pasado, presente y futuro vacío que se crece en mis elucubraciones oníricas…
…renovación del vital y noble sentimiento que aguijonea mi cielo de varón…
…ojos claros y pupilas con memoria…
…la que espero…
…la que esquivo…
…la que temo…
…la que no puedo conquistar, porque me conquisto…
…lágrimas secas y llanto interno…
…realidad que se consuela con “utopías” ajenas…
…olvido presente de evocación ancestral..
LA QUE AMO…
Albertini
elige los personajes que él crea en este caso, y su manera de ser, ellos se
encuentran condicionados por su personalidad. El arregla en sus novelas los
hechos y situaciones de manera que mantiene la atención del lector. Aquellas
personas que creen que en una novela de ficción se dan datos fidedignos, están
equivocados. El autor se debe el mismo al sentir y al crear su novela.
Albertini ha logrado esto en Allá, donde
los ángeles vuelan, a través de ella cada personaje tiene un mensaje y son
los lectores los que deben elegir.
Phillip
E. Dick, en su ensayo Sobre la novela y
el cuento, dice: “Además, una novela –en particular una novela de ciencia
ficción crea todo un mundo, aderezado con toda clase de detalles insignificantes…insignificantes,
quizá, para describir los personajes de la novela, pero vitales para que el
lector complete su comprensión de todo ese mundo ficticio”.
Los
personajes de Allá, donde los ángeles
vuelan, han pasado por este mundo en que vivimos. Albertini los va sacando
del pasado y les va dando vida: los pilotos del “Cuatro Viento” que volaron
desde Sevilla a Cuba, y luego al tratar de volar a México se pierden en el
inmenso mar. Matías Pérez, el primero en volar en un globo construido por él
mismo. El Colombófilo Saturnino, que vino de Cuba tratando de escapar del
infierno rojo. Perseguido ve como sus palomas mensajeras son sacrificadas para
alimentar a la jauría roja. El inconforme Iván Porton, que escapa rumbo a México en busca de libertad de
pensamiento. Personajes de la Historia de Cuba del ayer. Pero el personaje más
odiado es Celso Trafid Zur, su nombre es un Anagrama del nombre de Fidel Castro
Ruz. Albertini sobre él en una de sus partes dice: “Y si a eso le sumas el
calificativo amigo –Candido retoma la palabra- las cosas se podría complicar.
El término no está prohibido oficialmente pero en la rectificación de errores
que Celso Trafid Zur le hizo al manual de Polución Mental, así como en sus más
recientes reflexiones, llamar a otra persona amigo, públicamente, es motivo de
preocupación social”.
Albertini
usa el “papalote” en su novela, como un simbolismo de un vuelo hacia la
libertad de espíritu y rebeldía contra el sistema que los oprime. Como decía el
Emperador Rojo 2697 años a. de J.C “Dejad que todos, hombres, mujeres, niños y
ancianos, empinen el papalote, porque de ellos es el reino del espacio y
libertad”. Efectivamente, empinar el papalote, coronel o chiringa es acercarse
con el espíritu a Dios; y es al mismo tiempo una entidad de tranquilidad
corporal.
“Bartolo,
queda sólo. Las siluetas negras se integran a la noche. Las presiente próximas.
Vuelve a mirar el rostro de la luna llena donde el contorno de su papalote, ya
libre de ataduras, tiembla y se baña por última vez en la claridad blanca.
Después, el papalote se desprende en silencio y oscuridad”.
Al
decir Telúrico es el elemento que es parte de la estructura de la novela, por
el ambiente, por ser una novela regionalista, su base es el sistema político de
la Cuba castrista, personajes, ambiente; algunos la llaman “novela de la
tierra” o “novela telúrica” se inspiran
en temas americanos y de ambiente. En este caso es la lucha de independencia
del hombre contra el sistema que los ahoga, que les ha cortado su libertad
individual. El tema principal es del hombre contra el sistema político.
En
esta trama hay un salto a la aventura un riesgo hacia el descubrimiento
probable. El lector se interna en una selva de símbolos y sugerencias que lo
llevan a desentrañar la realidad.
Le recomiendo que lean Allá, donde los ángeles vuelan. Albertini
termina con un poema de su creación dedicado al personaje femenino que
representa la libertad que gravita en la novela:
ERES
...atardecer de nostalgia…
…especie de “deja vu” perenne…
…aliento de estilo…
…figura irreal que prefiere no materializar…
...la misma figura que materializo y comprendo que es real…
…músculo de ave que tiembla de nervio y desarraigo…
…espolonazo de gallo fino y manantial de sangre…
…fuego de alma, que mi luna de agua mitiga en un surtidor de calor…
…la que entiende que el amor es más corto que la vida, y que el amor se burla de la vida…
…sonrisa y silencio: al unísono…
…recuerdos; encontronazos de fantasmas que nunca imaginé pero no soslayo…
…labios suaves; cuello frágil y sudor tembloroso que aplaca mi sed de forastero ocasional…
…pasado, presente y futuro vacío que se crece en mis elucubraciones oníricas…
…renovación del vital y noble sentimiento que aguijonea mi cielo de varón…
…ojos claros y pupilas con memoria…
…la que espero…
…la que esquivo…
…la que temo…
…la que no puedo conquistar, porque me conquisto…
…lágrimas secas y llanto interno…
…realidad que se consuela con “utopías” ajenas…
…olvido presente de evocación ancestral..
LA QUE AMO…
He leido con absoluto deleite el libro de Albertini: Siempre en el entonces. Una prosa elegante, tramas inquietantes que mantien el interes de los acontecimientos y trata asuntos peculiares o historicos. Ojala hubiesen mas escritores tan completos como él.
ResponderEliminar