LATINEWS/EM3
Cuando el director acompañado de Adam Dehoy
ingresó a la oficina quedo sorprendido por la presencia de don Sindulfo, que
extrañamente había llegado antes que ellos y se encontraba atisbando, con una dubitativa
e indescifrable expresión, a través de la pequeña y única ventada de la
habitación que hacía de sala de
redacción de ENFOQUE 3 MAGAZINE.
– ¡Don Sindulfo! Me sorprende usted. –Exclamo
el director– ¡Ha llegado usted temprano! ¿¡Creo que es la primera vez que algo
así ocurre!?
–Ciertamente.
Y le puedo asegurar que no se repetirá. ¡A penas se
como llegue hasta aquí...!
–Bueno... estábamos citado, tenemos que
discutir sobre el reportaje que usted me ha prometido y que aun no me entrega.
–Es cierto... pero debo reconocer, que por
primera vez desde mi adolescencia…
– ¡Su adolescencia! ¿Se acuerda usted aun de
ella? –dijo con marcada sorna el
director, mientras sonreía–
– No se burle señor director, –Rebatió don
Sindulfo con evidente fastidio–
– ¡Perdone…! No quise molestarle, pero debo
reconocer que su expresión me ha sorprendido. Usted regularmente es frio y más
bien inexpresivo… ¡Perdone! Le garantizo que no ocurrirá de nuevo… Pero dígame, que ha pasado para que
todo esto esté sucediendo. –Inquirió el director, obviamente interesado en lo que le ocurría a su reportero
estrella–
–Debo…–dijo don Sindulfo, mientras se
acomodaba la gruesa bufanda de lana, alrededor del cuello– Quiero…
– ¿¡Qué, qué debe, qué quiere!? Me preocupa
usted don Sindulfo –Exclamo el director visiblemente confundido–
– Esa confusión que usted muestra al
preguntarme, –interrumpió don Sindulfo–, es lo que me tiene así… Debo reconocer
que estoy sumido en una profunda
confusión existencial.
– Déjese de filosofar, y acláreme que le
ocurre.
–Que estamos cambiando de presidente.
– ¡SI…! Todo el mundo lo sabe, pero… ¿Que
mas? No creo que eso solo; sea
suficiente para que usted se comporte de tan extraña manera.
– ¿No ha seguido usted la trayectoria… los
logros o como quieran llamarlo de los
ocho años de presidencia del señor Barack Obama? –Profirió don Sindulfo–
– ¡Pues... si, supongo que sí...!
– No creo que usted lo haya seguido tan de
cerca. Aunque debo reconocer que tampoco yo lo había tomado tan en serio…
– Pero dígame don Sindulfo, qué es eso tan
impactante para que lo haya sumido a usted en esa… ¿Cómo dijo…?
–
¡Confusión existencial…! Eso fue lo que dije. Pero no
lo tome usted tan en coña, señor director, que yo lo respeto a usted y no
quisiera que por una expresión más o menos, pongamos en riesgo nuestra
relación profesional.
– Claro que no don Sindulfo; es lo último
que yo pretendo que aconteciera. Usted sigue siendo mi reportero estrella, y
tiene todo mi reconocimiento y apoyo… Pero cuénteme.
-- ¡Bueno!, –adelantó don Sindulfo– Necesito
que me aclare algunos datos…
– ¡Si¡ ¿Cuáles?
– ¿A qué partido está afiliado Barack
Obama?
– Don Sindulfo déjese de bromas. Claro que
al partido demócrata. Olvida usted las primarias contra Hillary Clinton hace ya ocho años. Y el apoyo de
los liberales y toda esa izquierda trasnochada que ha ingresado al país, y que
fueron parte del soporte político de Barack Obama durante las elecciones y
después.
-- De
ahí viene la confusión existencial, que tanta gracia le ha dado a usted, señor
director. Por lo que usted me dice, el presidente
saliente debía trabajar a favor del partido que lo había nominado. O sea el
demócrata.
– ¡Claro…! Y ha sido así…
– Pues no, no ha sido así.
– ¡¿Cómo que no!?
– ¡No! Desde que Obama tomo la presidencia,
el partido demócrata ha perdido 63
escaños en la Cámara, 10 en el Senado y 14 gobernadores demócratas
perdieron sus posiciones. Los Estados Unidos, ha perdido influencia, en varios
países, que antes les respetaban y vemos como China se ha vuelto un peligroso
rival que amenaza con acorralarlo económicamente. Y eso no ayuda en nada al
partido demócrata, que tras la pérdida de Hillary frente a Donald Trump está en
franca estampida. Y ahora, como si fuera poco…
– ¡Viéndolo así…! –Interrumpió el director–
– Y no solo eso, ahora ese elemento
antiamericano que se había cobijado dentro del partido demócrata, está saliendo
a la superficie presionando, para interrumpir el acostumbrado sistema
estadounidense de traspaso de gobierno, en paz y orden.
–
¿Por qué usted dice eso?
– No escucha usted las noticias, de que esa
gente quieren desconocer el apabullante triunfo del señor Trump, con esa
consigna, de que no es su presidente y están organizando manifestaciones y
otros conflictos callejeros.
– Me preocupa usted, pero dígame, que dicen
los demócratas del barrio.
– Bueno, yo este fin de semana estuve en la
casa de los disfraces de la calle ocho, que por cierto ingrese disfrazado de un
“delivery
de pizza”, y me encontré a algunos, de esos “demócratas” a los que usted se refiere, adquiriendo
disfraces, pero no pude averiguar si los querían para no ser reconocidos en
alguna de esas manifestaciones de que le hable, o si lo que pretenden es pasar
inadvertido en sus visitas al restaurant Rancho Luna o al Versalles, frustrados
y hasta avergonzados, después que habían asegurado que su candidata ganaría
fácilmente la presidencia y les resultó todo lo contrario.
– ¡Ya veo! Pero dígame, ¿Quiénes eran esos que estaban comprando
disfraces…?
– No le voy a decir. Quiero mantener esa
información como material privilegiado... así como se guarda el nombre de los
informantes… pero le puedo adelantar que estaba algún que otro periodista,
politólogos, y especialistas en encuestas y hasta un sociólogo…. ¡Vaya… lo más
selecto de la neo izquierda liberal que ha secuestrado al partido demócrata…
– Pero don Sindulfo, ¿espero que tenga
usted confianza en mi discreción?
--No
es eso señor director… Tengo confianza, pero… debo proteger mi trabajo, y si le
digo todo, usted no me va a seguir necesitando…
– ¡Don Sindulfo…! Usted no cambia…
– (¡Que le puedo decir…!)
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