jueves, 9 de febrero de 2017

ROSTROS DE FUSILADOS POR EL CASTRISMO

Los rostros de los fusilados por el castrismo se exponen en el Parlamento Europeo        

Por Luis de la Paz
Más de un centenar de retratos pintados por el artista plástico y escritor cubano Juan Abreu, con los rostros de los fusilados por el régimen castrista, se exponen en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica, gracias al interés y apoyo de los eurodiputados Teresa Giménez Barbat, Javier Nart y Dita Charanzová.  Estos políticos europeos son “sensibles a los asuntos de los cubanos, y conscientes de que los cubanos han de tener el mismo derecho a vivir en libertad que cualquier otro ser humano”, expresa Abreu, creador de esta serie de impactantes retratos, cuya curaduría en Bruselas pertenece a él mismo.  “Creo que los cubanos libres hemos de agradecer a estos eurodiputados la oportunidad de llevar al Parlamento la causa de una Cuba libre. Porque no se trata sólo de la exposición de mis cuadros, sino de un evento de gran alcance internacional”, subraya Abreu.   Con el título 1959, la exhibición de los rostros de 120 cubanos fusilados por el régimen castrista se hará sentir en la sede parlamentaria europea, como una denuncia de las violaciones a los derechos humanos en la isla desde el propio año 1959, en que toma el poder el régimen.  “No he intentado hacer retratos convencionales, sino acercarme a los rostros, muchas veces borrosos –conservados a veces en viejas fotografías–, de forma franca y veloz, con el propósito de crear una imagen poderosa y musical”, dijo Abreu en la inauguración de la exposición, el martes 7 de febrero. “Aspiro a que reunidos [los retratos] tengan un lenguaje común y funcionen como una unidad pictórica. 1959 es un solo cuadro compuesto por cientos de cuadros”.
              “Estoy muy preocupada por la situacion de los países con regímenes totalitarios”, dijo la parlamentaria Teresa Giménez Barbat. “Me ha parecido que esto se tenía que conocer en el Parlamento, además de la calidad pictórica que tiene la obra de Juan Abreu. Por otro lado, es una persona muy preocupada por los derechos de libertades de su país y del resto de los países, naturalmente.
               Durante la inauguración de la exposición la activista María Werlau, presidenta de la organización no lucrativa Free Society Project y directora del programa Archivo Cuba, ofreció una visión de la violencia y represión política que han sufrido los cubanos bajo el castrismo.

Obedece o muere’
“La indignación, uno de los motores principales de mi trabajo”, fue lo que impulsó a dedicarse a este proyecto, dijo Abreu. “Comencé pintando algunas escenas de fusilamientos. Y luego investigué un poco y comencé a ver los rostros de toda esta gente asesinada. Y digo asesinada porque en Cuba bajo los Castro no hay, ni ha habido nunca, justicia independiente, así que ninguna de estas personas tuvo un juicio justo. Los Castro han usado la pena de muerte desde el inicio de la dictadura como política disuasoria. Todo cubano sabe que lo pueden fusilar si el gobierno lo considera necesario para el buen curso de la Revolución. Patria o Muerte siempre ha significado Obedece o Muere”.
 La invitación a la exposición informa que “en el primer año del régimen de Castro en el poder (1959-1960) casi 1,000 fueron ejecutados en el pelotón de fusilamiento”. Este tipo de ejecuciones se mantuvieron hasta el 2003, y aunque no se sabe la cifra exacta, se calcula que las víctimas ascienden a 5,000”.
El director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, Pedro Corzo, quien padeció prisión política y vio partir al pelotón de fusilamiento a varios de sus compañeros de lucha, valora la labor que realiza Abreu.
“El trabajo que está haciendo merece todo nuestro respeto y admiración”, dijo Corzo. “Es muy importante que se conozca dentro y fuera de Cuba el sangriento pasado del castrismo. Ojalá otros artistas sensibilizados con el padecer de nuestra nación sigan la pauta que está marcando Juan. Particularmente me siento orgulloso de su proyecto y cómo lo está ejecutando”.
Juan Abreu salió de Cuba durante el éxodo del Mariel, en 1980, vivió varios años en Miami hasta que se estableció en Barcelona, España, donde ha continuado su labor como pintor y escritor. Comenzó esta serie de retratos alrededor del 2012. Hasta la fecha ha realizado 302 de estas imágenes en lienzos de 27 x 35 centímetros, al óleo, a partir de fotografías de las víctimas de los fusilamientos. Reconoce que una de sus mayores dificultades ha sido conseguir las imágenes, aun así ha tenido como fuente los Archivo Cuba de Werlau y contado con el apoyo del preso político Luis González Infante, quien puso a su disposición sus libros sobre el presidio y los fusilamientos en Cuba.
“Sin ellos mi trabajo no hubiera sido posible. Por otro lado, algunos familiares de fusilados, enterados de mi proyecto, me han enviado fotografías de sus seres queridos. Pero muy pocos, lamentablemente”, dijo el pintor, que puntualiza que todos los retratos “se han hecho a partir de una fotografía. A veces fotografías de muy mala calidad”, pero siempre usando fotografías como fuente.
El poeta y ex preso político Ángel Cuadra, presidente del ExClub, la asociación que agrupa a los presos políticos, aprecia el trabajo que realiza Abreu: “Es un gesto  muy atinado. Es poner a hablar a la historia a través de los rostros de quieres sacrificaron sus vidas por la libertad de Cuba”. También valora como una gran oportunidad, que los “rostros de esos hombres que fueron parte de la tragedia cubana”, se exhiban en el Parlamento Europeo. “Ellos sellaron esas páginas dolorosas de sacrificio con sus vidas, y esta exposición es una manera de rescatarlos y darles una nueva vida”, señala, para añadir: “Abreu le da rostros a esos valerosos cubanos, de muchos de los cuales nosotros no tenemos fotos, solo sus nombres y la historia de su enfrentamiento al castrismo”.
Juan Abreu afirma que desde que comenzó a pintar no ha podido detenerse: “En cuanto pinté el primero ya no pude parar. Sabía que era un trabajo descomunal, de cierta manera imposible, pero nunca he tenido dudas de que tengo que hacerlo. Creo que el castrismo es vileza, oscuridad y muerte, y mi propósito con esta obra es contraponer a esta vileza a esta oscuridad y a esta muerte, un gran mural de rostros llenos de vida y de color, el color y la vida que los asesinos les arrebataron”.
El pintor insiste en señalar las dificultades para conseguir retratos de las víctimas: “No es fácil encontrar fotografías de los fusilados cubanos, que son miles como se sabe. Es como si un enorme agujero negro se hubiera tragado esa parte de nuestra historia. Yo creo que ha sido política del castrismo borrar el reguero de sangre que ha ido dejando a lo largo más de medio siglo de dictadura. Y lo ha hecho bien, hay que reconocerlo”.
Llevar esta serie de retratos ante el parlamento europeo le ha proporcionado una gran satisfacción a su autor porque “de alguna manera, llevar los rostros de los fusilados allí es una victoria, por pequeña que sea, sobre el silencio y la mentira del castrismo”.
Sería oportuno que esta serie pudiera exhibirse en Miami, capital del exilio cubano, donde existen museos e instituciones que pudieran acoger estos emotivos retratos.

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