Sus derechos pueden ser los míos
José M. Izquierdo.
E-mail josemizquierdo@hotmail.com
E-mail josemizquierdo@hotmail.com
En la
Universidad de California en Berkeley, ocurrieron hechos muy lamentables y
peligros para cualquier sociedad libre y democrática, que atentan contra la
libertad de expresión que disfrutamos en esta nación, hechos que son similares
a otros que se ha desarrollado en otros lugares de los EEUU y Europa, como
parte de la inconformidad y frustración de liberales e izquierdistas, que no reconocen
la contundente derrota de Hilary Clinton ante Donald Trump en las urnas el
pasado 8 de noviembre de 2016.
Estudiantes
de esa Universidad, recientemente realizaron condenables protestas esgrimiendo
el símbolo de la “Hoz y el Martillo”, un símbolo alegórico a la unión de los
trabajadores, pero que todos saben que representan las teorías e ideas del
Marxismo comunismo y sus partidos satélites, en esa manifestación de
incomprensión y odio político, se mostraron también otras pancartas incitando
al asesinato del actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y se
destruyeron instalaciones del plantel educacional, agrediendo con violencia a
quienes no compartían sus mismas ideas, en una demostración de fuerza y odio,
que nos hace recordar los actos de repudio, odio e intolerancia política,
característicos de países con regímenes totalitarios y socialistas como Cuba y
Venezuela.
Se
supone, que son “Estudiantes” los que protagonizaron esta muestra de
intolerancia política, con el propósito de impedir una conferencia de Mito
Yiannopoulos, defensor del presidente Donald Trump. Los manifestantes acusan a
Yiannopoulos de ser un consumado racista y otras cosas más. Pero al
manifestarse en la forma que lo hicieron, estos “Estudiantes” están demostrando
que ellos son más anarquistas, antidemocráticos, intolerantes, racistas y
provocadores que Yiannopoulos, al no respetar el derecho de los demás a
expresar sus ideas, quitándole valor a sus demandas.
Todos
pensamos tener la Verdad Absoluta, y todos queremos defender nuestras opiniones
porque creemos en ellas, pero no podemos olvidar que todos somos diferentes y
la visión de la realidad nunca es igual entre diferentes personas o grupos. En
lugar de razonar, hablar, negociar, nos dejamos llevar por los sentimientos viscerales
que otros en la oscuridad y sin dar la cara nos empujan a expresar, esos son
los verdaderos responsables de estos desordenes.
Estos jóvenes “Estudiantes” de
la universidad de California en Berleley, son usados por campañas e intereses
deliberadamente dirigidas y encausadas, que usan con mala fe a estudiantes
desorientados como armas ideológicas para desestabilizar al país, algo común y
característico de la izquierda socialista de los tiempos modernos en los EEUU.
En los
países que están o estuvieron sometidos al nazismo, socialismo, comunismo,
islamismo y otras ideologías dogmáticas, fanáticas y dictatoriales, la libre
expresión es vista como un peligro potencial para esos poderes, por eso no se
permite la libertad de expresión, asociación y prensa libre, pero nunca oímos
ni vemos una manifestación en contra de ellos, por los abanderados de la
“Libertad” de expresión que tanto “Gritan” en otras partes del mundo y en
especial aquí en los EEUU, y la razón es que de alguna manera son las mismas
ideas y usan los mismos métodos de intolerancia y violencia. Cuando queremos
denigrar a alguien, lo más común y efectivo es acusarlo de Racista, Nazista,
Anti semitista, Machista, miembro del Ku Klux Klan, etc., pero cuando impedimos
que otros se expresen y protestamos con violencia para evitarlo, creando daños
y trastornos a la sociedad a la cual pertenecemos, los que utilizan estos
métodos están demostrando ignorar lo que es libertad y democracia y no están
protestando, están cometiendo un delito de odio y vandalismo, que debe ser
penado por la ley.
En los
Estados Unidos el derecho de libre expresión está amparado y protegido por ley,
así lo garantiza nuestra constitución, pero los que quieran expresar sus
derechos y opiniones ante todo, están en la obligación de respetar las leyes,
la propiedad social y privada, y los derechos de la gran mayoría de la
población, que en este caso se pronunció de manera ordenada, respetuosa y
contundente en las urnas hace apenas unas semanas.
La mayor
manifestación de democracia de una nación que se respete, se expresa en las
urnas y los que no lo crean así, están denigrando a su país, a sus leyes y no
pueden decir que respetan la libertad y la democracia. Las manifestaciones de
las minorías cuando no reclaman demandas justas, necesitan hacer mucho ruido y
crear desordenes para hacerse sentir y llamar la atención, por eso acuden al
desorden, la violencia y la intolerancia. Las desordenas y violentas
manifestaciones de “Estudiantes” en la Universidad de California en Berkeley y
en otras partes de los EEUU, pueden tener consecuencias y respuestas muy justas
y necesarias por el bien del orden. Si en un centro de educación superior
financiado por el estado con fondos públicos como es el caso, sus
“Estudiantes”, dirigidos con seguridad por profesores de ideología socialista y
liberal, no son capaces de respetar el derecho de expresión de una parte de sus
compañeros, el estado que financia este centro de estudios está en todo su
derecho de tomar medidas administrativas con ellos, por respeto a la ley y por
el bien de todos.
Los
estudiantes de la Universidad de California en Berkeley pueden o no, tener
razón en sus demandas, ese es otro tema, pero la forma en que lo han hecho los
descalifica y nos hace sentir, que estamos en presencia de una banda de
facinerosos anarquistas, y no ante una protesta de estudiantes pensantes en
demanda de derechos. Si quieren imponer sus ideas por la fuera y la
intimidación, este no es el país correcto, pero además nunca, pero nunca, deben
olvidar que; “Tus derechos
terminan, donde empiezan los míos”. ¿Por qué?, “Porque tus derechos y tu
espacio en una sociedad, también son mis derechos y mi espacio”, “Respeten a
los demás, para respetarlos a ustedes”. Aprendan a vivir en democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario