Francia vota a Marine Le Pen
La líder del partido
ultraderechista francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, durante una rueda
de prensa en París.
El Frente Nacional, partido de Marine Le Pen, lleva desde 2014
siendo el que más apoyo electoral tiene en Francia. Su líder, hija del
fundador, lleva seis años lavando la imagen de unas siglas que por norma se han
asociado al antisemitismo, al racismo, a la extrema derecha... Le ha dado un
giro al discurso –siempre fiel, eso sí, a la extrema derecha–, se ha dirigido a
sectores sociales por habitualmente ignorados y hace ya mucho tiempo que en
Francia no hay más debates políticos que plantea el Frente Nacional. Y ahora
tienen como lema "En nombre del pueblo". Así se presenta ella, como
una mujer que entiende los problemas de los franceses de a pie, como la
candidata que quiere rescatar a los "perdedores de la globalización",
a los que temen por sus trabajos y, en definitiva, como la líder que volverá a
hacer a Francia grande otra vez. ¿Les suena? Sí, es un mensaje prácticamente
calcado al del presidente de EEUU, Donald Trump, con quien comparte
mucho más que la mera simpatía.
La candidata francesa, como el político estadounidense, ha sabido
captar al votante de clase media-baja, de clase obrera, el que tiene miedo a perder
su empleo. "Le Pen incluso tiene el apoyo del antiguo comunista. Ella ha
hecho campaña en lo que es el extrarradio, en las ciudades obreras, en las zonas
en la que la población se ha empobrecido un poco más, esa clase más precaria.
Ese es el tipo de votante que ha captado la extrema derecha. Además, Le Pen ha
sabido explotar ese miedo a perder el empleo, esa precarización, ha sabido
explotarlo poniendo como enemigo a la inmigración. Lleva tiempo haciendo
campaña ahí y sabe que le da réditos electorales", explica a El
Huffington Post Miguel Ángel Benedicto,
profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea.
Le Pen ha sabido explotar ese miedo a perder el empleo, esa
precarización, ha sabido explotarlo poniendo como enemigo a la inmigración
Las encuestas respaldan esta hipótesis sobre el porqué del apoyo a
Le Pen: el 75% de los franceses considera que hay demasiados extranjeros, cerca
del 38% de los desempleados afirma que votarán por la candidata del Frente
Nacional, como también lo hará el 30% de los hogares con bajos ingresos, el 37%
de las personas con menor nivel educativo y el 31% de los jóvenes. Hoy, el
Frente Nacional es, con diferencia, el principal partido de los jóvenes. Y en Francia, con un desempleo superior al
10%, los parados no disminuyen sino que, al contrario, se prevé que aumenten en
los próximos años.
El tipo de votante es muy parecido al de Trump, que fue a por las
personas que viven en el cinturón industrial, esa clase media que se ha ido
empobreciendo, que ve que no puede cumplir el sueño americano, que ve que sus
hijos van a vivir peores que ellos
"El tipo de votante es muy parecido al de Trump, que fue a
por las personas que viven en el cinturón industrial, esa clase media que se ha
ido empobreciendo, que ve que no puede cumplir el sueño americano, que ve que
sus hijos van a vivir peores que ellos... Él ha sabido captar a esta gente y Le
Pen creo que está haciendo un poco lo mismo: está yendo a ese mismo votante, a
esos perdedores de la globalización. En definitiva, la candidata francesa está
haciendo campaña en ese sector que les apoya y del que se alimenta la extrema
derecha", explica Benedicto.
Hay otro factor clave que está beneficiando a Le Pen: un
descontento con los partidos tradicionales, una izquierda que necesita
reinventarse y, cómo no, los casos de corrupción que no paran de florecer. De
estos casos no se salva ni ella misma, aunque no parece que le pasen factura.
Catherine Griset, jefa de gabinete e íntima de Marine Le Pen, está imputada por
un caso de los empleos ficticios en el Parlamento Europeo. Descrita como
"la compañera inseparable" de la presidenta del Frente Nacional,
Griset es sospechosa de haberse beneficiado de un puesto como asistente
parlamentaria sin cumplir los requisitos, y para tareas que sólo favorecían al
partido francés de extrema derecha. Ante esto, Marine Le Pen denuncia una
"conspiración política" y acusa al poder de querer obstaculizar su
carrera. Pero ni éste ni otros casos concernientes a la financiación de las
campañas del Frente Nacional parecen afectar a la candidatura frentista. Todo
lo contrario que su rival, del partido Los Republicanos, François
Fillon
Marine Le Pen se beneficia de un electorado más movilizado que los
otros candidatos
En esa inmunidad que parece tener Le Pen influye, en opinión de
Thomas Guénolé, doctor en Ciencias Políticas, cómo muchos de los directivos del
Frente Nacional "están convencidos de que existe un complot contra su
partido", apunta, precisando que "muchos exponen esta defensa con
gran convicción". "Marine Le Pen se beneficia de un electorado más
movilizado que los otros candidatos", explica a la edición francesa del HuffPost
Yves-Marie Cann, director de Estudios Políticos del instituto de sondeos Elabe.
Este último afirma que sus electores están muy seguros de que van a votarla,
según puede desprenderse de los estudios realizados. "Este electorado se
inscribe dentro de un sector de oposición al sistema, por lo que estas
acusaciones se comprenden como una manifestación del llamado 'sistema",
añade.
Y, entre corrupción y corrupción, irrumpió el candidato que para
muchos es la gran esperanza de esta cita con las urnas de Francia: Emmanuel
Macron.
"Claramente es Macron, a día de hoy, el que puede tener más
opciones. Podría ser votado tanto por los conservadores como por la izquierda.
De cara a una segunda vuelta podría captar votantes de ambos bandos por ese
perfil más centrista que tiene, de la izquierda más liberal, si queremos
llamarla así. Juega mucho en el centro: es partidario de la desregularización,
pero también lo es del Estado de bienestar, quiere disminuir de algún modo el
impuesto de sociedades para mejorar la llegada de las empresas y que creen más
empleo... Y en estos momentos es bastante popular. Sería un buen candidato para
afrontar a Le Pen", explica este experto en relaciones internacionales.
Consciente de que el Frente Nacional tiene opciones reales de
ganar, el equipo está completamente volcado en las redes sociales, muy al estilo Trump. Como el líder
estadounidense, la candidata francesa usa este canal para imponer sus puntos de
vista y desacreditar a sus rivales. Por ejemplo, cuando la derecha designó a su
candidato, François Fillon, a finales de noviembre, la formación de extrema
derecha francesa llevó a cabo una campaña bajo la etiqueta ('hashtag')
#LeVraiFillon (El verdadero Fillon) en la que difundió a diario sus
declaraciones sobre el islam, la situación de los extranjeros, la reforma de la
seguridad social. Con un sólo objetivo: desacreditarlo.
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