Miguel
Díaz-Canel clausuró este sábado el X Congreso de la
oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) con
un discurso en el que mantuvo la tradicional postura defensiva
del régimen ante la información que no puede controlar y descartó la
libertad de prensa en el país.
"Los periodistas cubanos tienen el mérito indiscutible
de haber sostenido la voz de la nación en las circunstancias y las horas
más adversas, con admirable lealtad, elevado sentido de responsabilidad,
talento, inteligencia y contagioso entusiasmo", dijo el gobernante
ante delegados de la prensa estatal, la única legal en Cuba.
Añadió que el ejercicio de información demanda hoy de los
periodistas oficialistas "ideales muy elevados para rechazar, en
medio de grandes sacrificios económicos, las ofertas de pagos
relativamente 'generosos' que la lucrativa industria de las campañas
contra Cuba, oportunista y cínicamente, pone a disposición de quienes
tienen un precio o creen ingenuamente en el falso discurso libertario de
los apologistas del mercado".
El Gobierno intenta desacreditar a la perseguida prensa
independiente —que critica su gestión, revela casos de corrupción y
negligencia y le exige asumir responsabilidades— acusándola de recibir
dinero del exterior.
Díaz-Canel alabó el sistema de "medios públicos"
cubano, señalado por la población de mentir sobre los problemas del país,
ocultar su dimensión y no reflejar la realidad de la nación.
La "principal fortaleza [de ese sistema] son
ustedes", dijo Díaz-Canel a los periodistas oficialistas, que están
entre los profesionales más tutelados por el régimen.
"Por más que lluevan intentos de devolvernos al pasado
de sensacionalismo y prensa privada bajo máscaras nuevas, ni los medios
públicos cubanos ni sus periodistas están en venta", enfatizó el
gobernante, lo que descartaría por el momento la posibilidad de
legalización de medios independientes.
Presentó a la prensa estatal como defensora del sistema
cubano y dijo que, junto al Partido Comunista, "viene de una misma
raíz".
"Apunto a la abierta guerra que se nos hace desde
medios que (…) han ido escalando en el ataque a lo que nos une —el
Partido— y lo que nos defiende —nuestra prensa—, descalificando
continuamente a ambos y tratando de fracturar y separar lo que viene de
una misma raíz y crece en un mismo tronco", dijo.
Díaz-Canel utilizó un texto del vocero oficialista Manuel
Henríquez Lagarde para criticar a quienes reciben becas de universidades
de Estados Unidos o cursos de periodismo en países como Holanda.
"Se es o no se es, desde los tiempos de
Shakespeare", dijo.
Reiteró que la Política de Comunicación Social aprobada por
el Gobierno "declara a la comunicación como recurso estratégico de
la dirección del Estado y el Gobierno, y define el carácter público de
los servicios de radiodifusión y comunicación y reconoce solo dos tipos
de propiedad para los medios de comunicación masiva: la estatal y la
social".
Reconoció las "demandas más fuertes" que han hecho
los periodistas oficialistas durante el Congreso: "el salario,
insuficiente y anclado en viejas resoluciones que es preciso desechar; la
situación material precaria de los medios y de los periodistas".
Pero no dio esperanzas de solución y dijo a los periodistas
que están igual que el resto de los cubanos.
"Nadie mejor preparado que ustedes para entender que lo
pendiente es mucho más que la necesidad de un gremio. Es la necesidad de
un pueblo, noble y trabajador, cuyas historias humanas, heroicas y
conmovedoras están aún por contarse a plenitud. Como está por parecerse
más al país que somos, el país que nuestros medios muestran", dijo.
Pese a la falta de recursos y la precariedad de los salarios
que paga el régimen a los trabajadores de su maquinaria informativa,
Díaz-Canel advirtió que "nunca puede faltar el recurso moral y la
ética revolucionaria".
"¡Por defender estos valores, somos Cuba!",
exclamó.
El gobernante pidió a los periodistas considerarlo "uno
más" y les sugirió subordinarse a la "verdad" del régimen.
"Sí, la verdad necesita de ustedes. Y la Revolución,
nos lo enseñaron Martí y Fidel, es esa verdad más grande que nosotros
mismos", afirmó.
Según la prensa oficial, durante el Congreso los periodistas
eligieron a una nueva dirección de la UPEC.
El nuevo presidente, para un período de cinco años, es
Ricardo Ronquillo Bello, subdirector del diario Juventud Rebelde,
órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Tendrá como vicepresidentes a Rosa Miriam Elizalde, Ariel
Terrero Escalante y Jorge Legañoa Alonso.
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