El régimen cubano acaba de abrir una
"consulta" sobre el Proyecto de
Constitución para los cubanos que residen en el extranjero. El
video tutorial anima a participar con estas palabras: "Tus opiniones
cuentan. No dejes de formar parte de este proceso inédito de la
Revolución cubana".
Las opiniones de los cubanos que viven fuera del país
cuentan mientras no intenten cuestionar el sistema. Quien contribuya con
sus opiniones ha de hacerlo para el "desarrollo de una sociedad
socialista", tal como avisó el diario Granma. La
existencia de un solo partido, el PCC, resulta indiscutible de
antemano. Así como resulta indiscutible el rol de ese partido en la
sociedad.
Abrir una consulta constitucional para un solo partido no es
discutir una constitución, sino un reglamento de partido. Así pues, el
régimen lo que ha abierto es una consulta sobre los reglamentos del PCC.
El Proyecto de Constitución irá a referendo después de pasar
por esta consulta popular conveniada desde arriba. ¿Van a participar en
ese referendo los cubanos residentes en el extranjero que hayan
respondido a la "consulta"? ¿O solo son llamados para brindar
sus opiniones, moderadas de antemano, sin que eso se traduzca más tarde
en el derecho a voto?
El director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el
Exterior (DACCRE), Ernesto Soberón, afirma que todo esto es
"una prueba fehaciente de la continuidad de la política soberana de
seguir fortaleciendo los vínculos entre la Revolución y los cubanos que
viven fuera de su país de origen".
Esos vínculos de que habla el funcionario no dejan de ser
semejantes a los que el régimen, al que él tilda de revolución, sostiene
con los cubanos que viven en la Isla. Son vínculos de servidumbre y de
sujeción, nunca de ciudadanía.
Los residentes en el extranjero que respondan a esta
convocatoria están obligados a dejar a disposición del aparato
oficialista cubano sus datos personales. Están advertidos de que solo se
admitirán sugerencias de cambios que no afecten al statu quo dentro de
Cuba, y podrán ser castigados en caso de que sus sugerencias y opiniones
resulten molestas a las autoridades.
Dentro de Cuba las "consultas" son coartadas por
la represión policial desde el propio CDR, sindicato laboral, escuela o
centro de trabajo. Y contra quienes viven fuera de Cuba, el régimen se
reserva el derecho de admisión en el país. Tendrá las opiniones y los
datos de quienes respondan a la convocatoria y podrá castigarlos según
estime, tal como acostumbra.
Convocar una discusión que se supone dirigida a aumentar las
libertades para limitar de antemano el alcance de las opiniones, negar la
posibilidad de voto y hostigar discrecionalmente a quien resulte
incómodo, es una farsa más, inédita, en la muy vieja farsa electoral del
castrismo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario