"Ahi el resultado; cuando una total desconocida, con una posición clara desbancó al joven congresista.."
Por
Adam Dehoy.
Ya va quedando atrás el resultado de las pasadas
elecciones, que llaman de “medio término”, y el paisaje de lo sucedido –me
refiero al Estado de La Florida– se nos
hace más visible.
A “groso modo”,
podemos creer que los demócratas, han salido victoriosos, y de hecho lo han
sido en parte: se adjudican dos nuevos asientos en el congreso, con el triunfo
de los distritos 26 y 27, que habían sido ocupado, uno de ellos, durante
treinta años, en manos de Ileana Ros Lethinen, y el otro estaba actualmente en
manos de otro republicano –Carlos
Curbelo– , aunque este distrito –el 26– siempre, desde hace bastante tiempo, había sido alternado por
demócratas y republicanos, dependiendo de los candidatos enfrentados en cada momento.
Lo que provoca el
cambio en estos distritos, ha sido, el retiro voluntario de Ros Lethinen, que
habia resultado imbatible durante todo este tiempo, por una parte, y la falta
de liderazgo de Carlos Curbelo, el cual intentaba mantener una independencia
ideológica contraproducente; por la otra.
El señor Curbelo
intentó proyectar una posición independiente, que al final le resulto una
pérdida total de identidad. Quería lucir demócrata y republicano, conservador y
liberal; y los votantes, en su mayoría, no aprecian esta conducta.
Ahí el resultado,
cuando una total desconocida, con una posición clara, desbanco al joven
congresista.
En el distrito 27,
la ausencia de Ros Lethinen, y una campaña débil dentro del bando republicano, amén
del abundante dinero invertido por el
partido demócrata y la innegable proyección de Donna Shelala se interpuso ante
María Elvira Salazar, que tuvo que competir; también, contra Maira Joli, que se
auto titulaba “republicana pura” y que sin posibilidad alguna le
restó votos a la candidata apoyada por el partido, el cual ella –la Joli– decía
representar.
Los republicanos,
sin embargo se hicieron de una nueva plaza en el Senado Federal, desplazando al
incumbente, y continuaron al frente del Estado manteniendo la gubernatura.
Como ven aquí no
todo el mundo ganó, ni todo el mundo perdió. Hasta dentro de otros dos años,
cuando la presidencia también estará en juego.
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