"Gloria a Dios en las alturas, y paz entre los hombres en la tierra siempre..."
Por: Leonora Acuña de Marmolejo
Dí poeta, ¿Habría un poema
más místico y sublime que el que alaba
la gloria de Belén donde nació
el Mesías quien marcó una nueva era ?
Nació el Niño Jesús, Dios encarnado,
en noche decembrina bajo el domo
tachonado de estrellas titilantes
de luz argente entre cendales de oro.
Hoy, más de dos mil años han pasado
y aún la estrella de Oriente fulgurante,
guiños nos hace y nuestro ser alumbra
para que albergue al Niño de Belén
“Gloria a Dios en las alturas, y paz
entre los hombres en la tierra siempre”.
¡Rompamos las cadenas aherrojantes
de plúmbeo odio, rencor, o indiferencia!
Si creación divina en forma humana
somos, dejemos que el AMOR florezca,
y en comprensión, perdón y paz seremos
la gran comunidad, que Dios desea.
Vamos hermano, que hoy es NAVIDAD,
dame tu brazo, hagamos una ronda
para hacer mestizaje irreductible.
¡ Demos sentido a la palabra AMOR!
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