"La solidaridad activa es fundamental a todas las causas pero una en particular merece el apoyo mas irrestricto, y es la excarcelación de los presos politicos..."
Por
Pedro Corzo.
Así titula uno de sus editoriales el
diario nicaragüense, “La Prensa”, una propuesta que debería tener
eco en cada rincón del hemisferio, reclamo que debería ser respaldado por todo
ciudadano libre porque es un deber apoyar a quienes luchan contra gobiernos que
violan los derechos ciudadanos.
Igual demanda la viene realizando cada
miércoles desde hace más de 20 años la organización Plantados que dirige el
incansable Ángel de Fana. Ese día, sin importar el clima, en un punto de la
emblemática calle 8 de Miami en simultaneidad con cubanos en la isla, se reúne
un grupo de ciudadanos para reclamar la liberación de los prisioneros políticos
del castrismo. Esos clamores cobran un mayor brío en estos días porque todos
recuerdan cuando los Castro prohibieron la Navidad en Cuba y en las prisiones,
sin importar la represión, siempre se alabaron.
El propósito de sensibilizar al prójimo
a favor de los hombres y mujeres que cumplen prisión política es más qué
loable, máxime, si ese encierro es consecuencia de haber enfrentado un régimen
de fuerza como son las autocracias de Cuba, Venezuela, Nicaragua y
Bolivia.
Estos países tienen numerosos
prisioneros políticos porque sus gobiernos criminalizan a la oposición. El
opositor no tiene que actuar con violencia contra el poder
constituido, una simple manifestación o una protesta por pequeña que sea, es
suficiente para que una persona vaya a la cárcel. En sociedades como las que
corresponden a la autocracias antes referidas, “lo permitido tiene que estar
expresamente autorizado, todo lo demás está prohibido", como
afirma Amado Rodríguez, 23 años en prisión.
La solidaridad activa es fundamental a
todas las causas pero una en particular merece el apoyo más irrestricto, y es
la excarcelación de los prisioneros políticos. La cárcel es una experiencia
enaltecedora, fecunda, hacedora de mejores ciudadanos cuando se está firmemente
convencido de la causa que se defiende, no obstante, no faltan momentos de
zozobra, ansiedad y pesar, sentimientos que se agudizan cuando se
aproximan los días navideños y de fin de año.
Además es un padecimiento que trasciende
las rejas. Los familiares sufren con mayor intensidad la ausencia del ser
querido, la situación es más dolorosa y angustiante en días tan significativos,
quizás es la fecha del año en la que los padres que envejecen, se percatan
hasta el dolor que sus hijos se están apagando en mazmorras en las que yacen en
condiciones infrahumanas, los hijos del confinado aprecian que no tendrán la
presencia de sus padres en circunstancia tan significativa y la pareja se
consume en la soledad que amarga o en la incomprensión de las causa que
motivaron a su par a una lucha que los separa.
La dictadura castrista es la responsable
de que Cuba tenga el triste record de haber encarcelado más de 500,000 personas
en 60 años de dictadura por causas políticas aunque no les reconoce esa
condición, conducta que es devotamente imitada por sus pares de Bolivia,
Nicaragua y Venezuela.
En la isla de los hermanos Castro en la
actualidad hay más de un centenar de prisioneros políticos, algunos de los
cuales han cumplido más de 20 años en la cárcel como Armando Sosa Fortuny y
Ernesto Borges Pérez.
En Venezuela según diferentes fuentes
los prisioneros políticos son más de 250, entre ellos los hermanos
Otoniel y Rolando Guevara, ex comisario de la Disip, quienes llevan más de
trece años en prisión.
Según el Instituto Interamericano para
la Democracia, el autócrata Evo Morales, el más solapado e hipócrita de todos
estos déspotas, tiene tras las rejas a más de
200 prisioneros políticos, entre ellos a Leopoldo Fernández,
gobernador de Pando, confinado desde el 2008.
La Prensa reporta que en Nicaragua,
donde la resistencia al despotismo de los Ortega Murillo se manifiesta con mucha
vehemencia, hay 674 prisioneros políticos, uno de ellos es Cristian
Fajardo, un valiente joven que denunciaba con firmeza los abusos de las fuerzas
represiva orteguistas.
En fin,
hay que exigir la libertad de los prisioneros políticos con firmeza extrema
para que ellos gocen de libertad, igualmente, para que todos
nuestros países dejen de estar presos de sus dictadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario