"El compromiso contraído es claro y firme. Una alianza contra cualquier forma de dictadura y a favor de la democracia..."
Por Pedro Corzo
Los dirigentes políticos y sociales del
hemisferio deberían imitar lo que hicieron los cubanos y venezolanos residentes
en Puerto Rico, un ejemplo que de extenderse, los regímenes inspirados en el
castro chavismo no tendrían lugar en el continente.
Exiliados de estas dos naciones, así
como varias organizaciones radicadas en la Isla, han suscrito el
Pacto de San Juan, un compromiso democrático en el que se obligan a
trabajar en contra de los regímenes totalitarios, así como contra cualquier
otra forma de gobierno que oprima a los pueblos, un ejemplo que debería ser
imitado por todos los ciudadanos de América
Hombres y mujeres, ciudadanos comunes,
conscientes de los peligros que corren sus derechos cuando el comunismo o el
populismo ideológico conquista el poder, decidieron aunar fuerzas y voluntades
para defenderse de los modelos políticos y económicos que corroen hasta la
destrucción, los valores y cimientos de nuestras sociedades.
El compromiso contraído es claro y
firme. Una alianza contra cualquier forma de dictadura y a favor de la
democracia. Los firmantes declaran, “Unir nuestras fuerzas, trabajar
conjunta y coordinadamente, tanto desde el exterior de nuestros respectivos
países como desde adentro de ellos, para terminar con las dictaduras de:
Nicaragua, Venezuela, Cuba, Bolivia, así como restablecer la Democracia
representativa en dichos pueblos, el estado de derecho y respeto por los
derechos humanos”.
El segundo párrafo del Pacto dice, “Las
oposiciones venezolana, cubana, boliviana, nicaragüense, y cualquier otra
oposición democrática, acordamos solemnemente que el primer pueblo que se
libere de las cadenas de la Dictadura, continuará ayudando con los recursos que
tenga disponible, a la liberación de los otros pueblos sometidos hasta que
éstos obtengan su soberanía plena y su libertad total del yugo dictatorial que
los oprime”.
Ambos párrafos certifican un compromiso
de solidaridad humana, de apoyo mutuo, que trasciende cualquier obligación que
no sea con la democracia y la libertad, una alianza transnacional de ciudadanos
sin cargos públicos y no de dirigentes, una gestión que de generalizarse sería
un indicativo de cuanto han progresado nuestros pueblos después de las
traumáticas experiencia que han significado los regímenes inspirados en el
castrismo.
Además de ser un paso importante para
evitar que personalidades que actúan en base a sus intereses y no por los de la
comunidad que supuestamente representen, puedan seguir haciendo concesiones en
detrimento de los derechos y oportunidades que todos tenemos en las sociedades
democráticas.
La hipocresía, la doble moral y la
corrección política han sido factores importantes en el desmoronamiento de
nuestras colectividades, al igual que la desidia y negligencia ciudadana de
amplios sectores de todos nuestros países. Acatar la ley del menor esfuerzo y
no hacer uso de nuestros derechos por repugnancia a los que nos rodea, es
concederle la victoria a depredadores que solo luchan por su beneficio personal.
Los
que inspiraron este acuerdo están defendiendo sus derechos y los
nuestros. Han usado las herramientas que ofrece una sociedad abierta,
libre, en la que el individuo esta asistido por un estado de derecho. Han
decidido no callar y menos permanecer indiferente ante una ola de acciones y
propuestas que tienen como fin terminar con nuestras prerrogativas de hombres
libres.
Supe de este Pacto de trabajo, durante
la Cena Martiana que todos los años celebran cubanos y puertorriqueños en la
emblemática Casa Cuba de la Isla. Me comentaron sobre el
mismo, Gerardo Morera, Kemel Jamis y Severiano López
Sicre, tres notables demócratas cubanos que escogieron a Puerto Rico
para vivir, y por la activista venezolana Sonia Cosme que de
inmediato me entregó el texto y me señaló donde firmar si estaba de acuerdo con
lo expuesto, cosa que hice de inmediato.
Los que han suscrito este acuerdo no son
intolerante, extremista o intransigente, simplemente protegen sus derechos,
creencias y convicciones, ante quienes quieren cambiarlas para imponer las
suyas. Esta es una simple acción de defensa propia, están salvaguardando lo más
importante que posee un ser humanos, su identidad y sus valores, un gesto a
imitar por quienes estén conscientes que los verdugos de nuestras libertades
están al acecho para cercenarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario