"Desde su arribo la delegación sostuvo numerosos encuentros con periodistas, activistas politicos y ciudadanos comunes..."
Son
muchos los países latinoamericanos como Cuba, Venezuela y
Nicaragua que ocupan con frecuencia espacios en la prensa
internacional por sus serios problemas de gobernabilidad y la continua
violación a los derechos de sus ciudadanos, pero Costa Rica, está libre de esas
afrentas por las convicciones de su pueblo y el compromiso con la democracia
demostrada por sus líderes desde hace muchas décadas.
Visite,
su capital, San José hace pocos días. Mi primera impresión fue muy
positiva. Nunca antes había visitado un país en el que el
funcionario de inmigración fuera tan amable y cordial. Una sonrisa amplia que
te decía que eras bienvenido, experiencia similar tuve a la partida, otro
funcionario, con el mismo talante, me preguntaba, “la pasó bien en nuestro
país”.
El viaje
a Costa Rica no fue de paseo. La Comisión Internacional Justicia Cuba, que
investiga los crímenes de lesa humanidad del castrismo, viajó al país
centroamericano por invitación de Dragos Dolanescu diputado a la Asamblea
Nacional.
Las
actividades de la Comisión Internacional estuvieron orientadas a varios
objetivos, fundamentalmente a recabar información y apoyo para procesar al
castrismo por sus múltiples crímenes, incluidos los ejecutados en Nicaragua al
prestarle apoyo material y de asesoría a la dictadura de Daniel Ortega en sus
acciones represivas y a presentarle a los costarricenses los peligros que
encierra sostener relaciones de cualquier tipo con la dictadura castrista, en
particular, suscribir acuerdos que solo benefician al régimen insular.
La
firma de un memorándum de entendimiento en asuntos educativos entre el
gobierno de Costa Rica y la dictadura cubana motivó al diputado Dolanescu,
Partido Republicano Social Cristiano, a convocar a una audiencia en San José,
en la propia Asamblea Legislativa, que tituló, “Foro de Adoctrinamiento de los pueblos a través de la educación
castrista cubana”, en
el que tendría participación la Comisión Justicia Cuba, que fiscaliza los
delitos de lesa humanidad del castrismo.
Desde
su arribo la delegación sostuvo numerosos encuentros con periodistas,
activistas políticos y ciudadanos comunes, en los cuales un número importante
de personas expresó su preocupación por la influencia que la dictadura cubana
pudiera ejercer sobre la democracia nacional, a través de una política de
colaboración en la que los agentes castrista han demostrado fehacientemente ser
hábiles en introducir sus agendas subversivas bien camuflada en buenas
intenciones que solo conducen al infierno de una tiranía.
Los
integrantes de la comitiva de Justicia Cuba sostuvieron encuentros de trabajo
con exiliados nicaragüense que fueron brutalmente atacados por los sicarios de
Ortega. Varios expusieron ampliamente la brutal violencia del sandinismo, la
participación de esbirros castrista en la asesoría a los sicarios
orteguistas, pero uno de ellos en particular, Alejandro
Bravo, explicó con detalle las acciones criminales de estos especialistas
en represión que han causado centenares de muertos y más de 700 detenidos.
La labor
desarrollada por los organizadores del evento hizo posible que la prensa
cubriera muchas de las actividades y que en conversaciones con algunos
periodistas y también intelectuales se pudiera apreciar que están realmente
preocupados por el futuro democrático del país, alarmados ante los riesgos que
implica tener cualquier tipo de relación con una dictadura transnacional como
la castrista.
No
obstante el punto cumbre del evento fue el fórum efectuado en el Salón de los
Ex Presidentes de la Asamblea Legislativa. Una estancia impresionante, decorada
con retratos de todos los mandatarios costarricenses que testimonia la
fortaleza de una democracia que no debe ser contaminada por el castrochavismo.
La sesión
la inicio el diputado Dragos Dolanescu, su discurso fue un fuerte de
llamado de atención a su pueblo para la defensa de la democracia, a la vez que
expreso una firme solidaridad con los pueblos que padecen los abusos de las
dictadura. También expusieron sus puntos de vista con suma claridad los
representantes de Justicia Cuba, Manuel Zalba y Martin Paz y los asesores de la
entidad Berta Antúnez, Luis Zúñiga, Orlando Gutiérrez y quien
redacta esta nota.
Las
exposiciones de los mencionados fueron bien firmes en sus reclamos de denunciar
el castrismo y en nominar un Tribunal Internacional que juzgue sus crímenes,
propuesta que encontró amplio respaldo en una resolución de la Organización
Demócrata Cristiana de América y en otras muchas personalidades ticas, un país
siempre amenazado y envidiado por el castrismo.
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