"Hoy en dia, todas las artes estan siendo violadas por la libertad que ofrece Internet..."
POR: K
A R L A B A R R O
Para mí el Teatro
siempre ha sido vocación, felicidad, aprendizaje, descubrimientos insospechados,
aventura perpetua, éxtasis, riesgo, ilusión, rigor, satisfacción y paz interior, gozos y
quebrantos, encuentros y desencuentros, viajes sin freno ni retorno, amor del bueno
transformado en pasión, justamente para apasionar a otros, en fin, un sorprendente trampantojo que esconde un
dulce veneno, que con el tiempo, los estudios, intensa disciplina, práctica constante, coraje y sacrificio, al final, resulta un mejunje que no mata, como dijo
Nietzche: ¨Lo que no nos mata, nos
hace más fuerte¨; pues esa fuerza incongruente del Teatro, se
metamorfosea en adicción, necesidad y una…. ¡difícil, fantástica y mágica forma de vida!
El Teatro es un arte complejo y colectivo, es Espectáculo,
Respuesta, Ceremonia y siempre, siempre,
Juego; pero un juego muy serio,
divertido, reflexivo, riguroso, respetable y apasionante, en el que pueden
participar todas nuestras capacidades creativas y que obligatoriamente requiere
de un Público. El poder del
Teatro –ese arte pobre, efímero, frágil y artesanal– es de tal magnitud, que todo ataque o daño
contra él, no logran que pierda su poderío, su capacidad mágica, casi
sobrenatural, de supervivencia: son ya veinte
y siete siglos rebuscando en lo más profundo de la condición humana
–desde Aristóteles, su primer teórico.
Pero digo más, amigos: El Teatro es territorio donde todo lo que surge
es verdad, como no lo consiguen
la literatura, la música, las artes plásticas, el cabaret o el circo y donde es
válido presentar todos los géneros, menos… ¡el
género aburrido!
Hoy en día, todas
las artes están siendo violadas por la libertad que ofrece Internet. Sin
embargo, el Teatro posee el privilegio
de no poder ser violado, pues su territorio es inexpugnable y en él sobrevivirá siempre, con la mayor dignidad,
su absoluta autenticidad. Ni guerras, experimentos, estupideces enmascaradas,
dictaduras, hambrunas, ni pestes, cóleras y otras epidemias, han podido
exterminar este arte integrador, el único
que necesita de un ritual compartido, exigiendo la participación
coordinada de muchas personas, al que nada humano le es ajeno y el único
socialmente útil y de posibilidades infinitas.
Como sabemos, al Teatro se le han dado diferentes nombres a través de
los tiempos: así, en Grecia se le llamaba ´Theatron¨(en
griego: ¨lugar para contemplar¨), pero también Anfiteatro, Retablo, Corral, Linterna
Mágica, La Casa Encendida, Taetro…, siendo uno de los más singulares – que
me encanta– el nombre con que lo bautizara Don
Ramón María del Valle-Inclán, el genial dramaturgo y novelista gallego,
creador entre sus obras maestras del género literario y teatral del ¨Esperpento¨, quien con toda gracia
y amor, le decía, a las entrañas del Teatro: ¨MONDONGO¨.
Desde siempre se
dice, cada año, en todo el mundo, que el Teatro ¡está en CRISIS! Y
ahora, con la llegada de las nuevas tecnologías, el cine y la televisión, a
muchos les resulta una forma artística moribunda, casi un cadáver exquisito ya
putrefacto. Pero yo creo, al igual que
mis colegas Teatrólogos de todo el mundo, que nuestro arte no morirá jamás. ¡Es
inmortal! Por creer tanto en la necesidad y continuidad de su
existencia, les confesaré mi Credo:
RECETA PARA UN ESTRENO TEATRAL:
Lo primero que
necesita un Director son Actores, aún crudos y aunque no estén
adobados o poco condimentados. Para la Acción,
debemos comenzar por la Inacción y
antes de usar la Palabra aprender a
masticar el Silencio, tragarlo y
digerirlo. Y el presentar luego un buen Montaje,
al ¨ajillo¨ o ¨a la vinagreta¨, puede
resultar como una larga noche de crudo invierno en Laponia, donde piensan que
no verán más la aurora. Pero con un
Tazón de Paciencia, un Litro de Entusiasmo, un Barril de Pasión, un Jarrito de Alegríay una Pizca de Talento, si continuamos revolviendo el
mejunje, con muchas ganas de jugar, con determinación, energía inagotable y
buena voluntad, de pronto de la negra oscuridad, surgirán las Auroras Boreales. Y
entonces, ya podremos sonreír, respirar
muy hondo y exclamar: ¨! Ah, qué dicha…,
la vidaes bella, ya está ahí la Primavera y con ella, el Público!.... ¡Merde….,
merdeee!...
NOTA: Aclaro a los
Lectores que no deben sorprenderse de esta expresión escatológica, pues resulta
muy común en Europa y se cree que viene de la costumbre francesa de pronunciar´merde’, como señal de éxito,
porque existe una superstición: al desear suerte, hacemos justo lo contrario:
‘desear mala suerte´. Otros consideran que viene de la Edad Media, de la
época de Shakespeare, cuando las clases pudientes usaban coches de caballo
para acudir al Teatro y dejabanatados
los animales a la entrada, donde hacían sus necesidades. Luego, antes de comenzar el espectáculo,
algún miembro de la Compañía, se asomaba para ver si había mucho
excremento en la calle, a la entrada del Teatro y ésta era la señal ansiada,
como algo sobrenatural, pues significaba
que la Sala estaba llena de Público,
lo que suponía de antemano ¡un
auténtico éxito! Y entonces emitía felizmente, la señal mágica esperada, para que comenzara la función teatral: ¡Merdeee!
No hay comentarios:
Publicar un comentario