"En su sistema educativo no se le enseña al niño a pensar sino a qué pensar y muestra siempre un pasado desastroso..."
El socialismo es
eterno porque siempre habrá desposeídos, envidiosos, resentidos y pobres de
espíritu que los socialistas manipulan con sus ofrendas paradisíacas para
acceder al poder. La tiranía, como sabemos, no es nueva en la Historia. Lo que
si es nuevo es el sistema científico de opresión y represión para aniquilar las
defensas de la ciudadanía frente a un gobierno que lo controla todo y a todos ,
cada uno espía a su vecino porque la delación es una de las principales
virtudes revolucionarias. Si un niño denuncia a sus padres o una esposa a su
marido son premiados con abundantes recursos en una sociedad que carece de
todo.
En su sistema
educativo no se le enseña al niño a pensar sino a que pensar y muestran siempre
un pasado desastroso antes de su toma del poder. Para acceder a la educación
superior de preferencia hay que haber demostrado altos valores revolucionarios:
trabajo voluntario, delaciones, participación en actos de repudio y denuncias
de las maldades del imperialismo.
Si todo este
sistema se desenvuelve con la aplicación del Terror más implacable que registra
la Historia en tiempos de paz, tenemos que reconocer que sin una ayuda externa
es casi imposible que un pueblo indefenso pueda librarse de ese flagelo. No
pudieron hacerlo los chinos, ni los alemanes, ni los franceses, ni los
italianos en el siglo XX. Los rusos tuvieron que sufrirlo durante 70 años. En
nuestro siglo las tiranías socialistas cubana y venezolanas reafirman la
necesidad de un sólido apoyo exterior para defenestrar las camarillas malvadas
que esclavizan y asesinan los pueblos.
Los socialistas,
dignos herederos de Atila, donde ponen sus garras no crecen más la riqueza,
desparece como por arte de magia, es increíble con la velocidad que lo hacen. Cuba
el país más adelantado de América Latina en 1959 con índices de calidad de vida
superiores a muchos países de Europa fue conducida en pocos años a la miseria a
través de un genocidio sin precedentes. Venezuela el país más rico de
Suramérica a finales del siglo 20, sus ciudadanos registra hoy depósitos de
basura en busca de comida y huyen por millones del paraíso socialista que les
prometieron.
La mejor forma de
observar la devastación que produce el socialismo es observar lo que ha
sucedido en los países como Alemania y Corea que quedaron divididos en dos
partes, una de las cuales quedó bajo el socialismo. Hace poco más de seis décadas
Corea se dividió entre el norte socialista y el sur capitalista. Hoy en día
Corea del Sur es uno de los diez países más ricos y desarrollados del mundo,
Corea del Norte solo puede mostrar Armas y Hambruna. El mismo panorama se observó
en Alemania donde todos los días arriesgaban su vida los alemanes por huir del
terror socialista hasta que se logró la unificación liberadora.
El socialismo es
perverso porque corrompe la moral de los ciudadanos desde su más tierna
infancia. Cuando todavía no tienen uso de razón le inculcan el odio hacia los
enemigos de la revolución y la obediencia perruna hacia sus líderes. Al llegar
a la adolescencia, a veces antes, y enfrentarse a la realidad no les queda más
remedio que empezar a utilizar la degradante doble moral para evitar ser
víctima del sistema.
Su perversidad se
muestra en todo su apogeo cuando utilizan la propaganda para acusar a sus
opositores de los crímenes que ellos cometen. Las cuatro grandes mutaciones de
“La Utopía” de Tomás Moro: el bolchevismo, el maoísmo, el nazismo y el fascismo
fueron protagonistas en el siglo 20 del mayor y más terrible genocidio que
recuerde la humanidad. Sin embargo pretenden responsabilizar sólo a los que
perdieron la guerra, y además desligarlos del Socialismo.
Pero los documentos
históricos no mienten. Benito Mussolini fue el campeón del Partido Socialista
Italiano hasta que montó tienda aparte en 1919 por razones tácticas, no
ideológicas, pero siguió declarándose socialista toda su vida. Adolfo Hitler
fundó el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán con el que tomó el Poder y
gobernó con él hasta su derrota.
Hoy, la quinta
mutación, el socialismo del siglo XXI usa el término fascista para degradar a
cualquier opositor que denuncie sus crímenes a pesar de haber sido el menos cruel
de los cuatro. Paradójicamente La larga marcha de Mao Tse Tung y su Revolución
Cultural junto con su colega José Stalin asesinaron más de 100 millones de
personas y son considerados, por ellos, paladines inmortales del Socialismo.
El Socialismo
seguirá existiendo, por eso es deber nuestro, los que creemos en la Libertad
como elemento esencial de la vida en sociedad, combatirlo en todos los
escenarios para que no prevalezcan.
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