"Marti fue en aquellos años de derrotas, el guia oportuno..."
Enero de 1853Por Pedro Roig, abogado e historiador
Martí
nació en La Habana el 28 de enero de 1853. A los 13 años ingresó en el
colegio de Rafael María de Mendive, que fue su mentor y modelo de paternal
afecto e ideales independentistas. Enfrentado al despótico régimen
colonial, Martí fue juzgado y sentenciado a 6 años de trabajo forzado en las
canteras de San Lázaro.
A los 16 años fue deportado a
España, acompañado por su patriotismo y un anillo forjado en el grillete de
hierro donde llevaba inscrito “Cuba”. En Zaragoza, se graduó de abogado y
se estableció en Méjico, dando inicio a su extraordinaria vocación de escritor
y peregrino de la libertad.
Si Cuba pudiera llamarse de
otra forma, “Martí” se llamaría porque el como nadie, antes ni después, logró
despertar en el alma del cubano, la fe en un destino superior. Martí fue
en aquellos años de derrota, el guía oportuno y acertado, el político
conciliador y fecundo, el revolucionario razonador y pragmático que cantó a la
esperanza y convocó a la magna empresa de la independencia nacional.
“Y ahora a formar filas. Con
esperar allá en lo hondo del alma no se fundan pueblos…. alcémonos para la
república verdadera… y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva,
esta fórmula del amor triunfante. Con todos y para el bien de todos”.
El 5 de enero de 1892 al fundarse
en el exilio el Partido Revolucionario Cubano, la causa independentista cuenta
con un moderno órgano político de vanguardia y la revelación del genio político
de Martí que da sentido, propósito y dirección al movimiento insurreccional
trascendiendo su época como un poderoso foco de luz sobre la conciencia de
cubanía, que vislumbraran Varela, Saco y José de la Luz y Caballero.
El 24 de febrero de 1895 estalla
la guerra. Martí, el maestro, el poeta romántico, el periodista, el
orador de verbo encendido se prepara para empuñar el machete mambí.
Los combatientes corren a tomar
las armas y la ronca voz de la angustia vieja ruge con el cañón y hiere con el
machete veterano que volvía a brillar en los campos de Cuba al grito de
“Independencia o Muerte”.
“Yo invoque la guerra; mi
responsabilidad comienza con ella en vez de acabar. Par mi la patria no
será nunca triunfo sino agonía y deber. Ya arde la sangre. Ahora
hay que dar respeto y sentido humano y amable al sacrificio, hay que hacer
viable e inexpugnable a la guerra; si ella me manda, conforme a mi deseo único,
quedarme, me quedo en ella; si me mandan clavándome el alma, irme lejos de los
que mueren como yo sabría morir, también tendré ese valor…
Yo alzaré al mundo. Pero mi único deseo
seria pegarme allí, al último tronco, al último peleador: morir callado.
Para mí ya es hora.”
El 19 de mayo de
1895 cayó en Dos Ríos “de cara al sol” el apóstol de la independencia de Cuba.
En el momento de su muerte, Martí era una de las figuras cimeras de la
intelectualidad hispanoamericana, en el orden de la cultura y de las ideas de
libertad, independencia y soberanía. Así lo recuerdan ilustres
personalidades de su época. Entre ellas figuran:
Rubén Darío que nos dice de Martí: “Su cultura
era proverbial, su honra intacta y cristalina; quien se acerca a él se retira
queriéndolo…Martí pertenecía a toda una raza, a todo un continente: pertenecía
a una briosa juventud que pierde en él, quizás, al primero de sus maestros.
Amado Nervo: “Lo conocí;
nutrí mi espíritu con su verso radiante; y oyendo hablar al patriota, creí en
la libertad”.
Máximo Gómez: “Yo vi a
Martí, entero y sin decaimiento cuando el tremendo fracaso de la Fernandina, en
donde lo perdimos todo, quedándonos sin recursos… Preciso era en lance tan
desesperado jugarse el todo por el todo, y vi a Martí, sin miedo y resuelto…a
cumplir la palabra empeñada con la propia conciencia y con la patria nos
lanzamos a la mar en débil barquichuelo…y lo vi... atravesando las abruptas
montañas de Baracoa, con un rifle al hombro y una mochila a la espalda… Yo vi a
José Martí…erguido y hermoso en su caballo de batalla, en Boca de Dos Ríos….de
esa manera gloriosa murió José Martí…Su memoria quedo santificada por la
historia…..”.
Así fue la vida del Apóstol que nació un, 28 de enero de 1853
*
Pedro Roig, Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Abogado e
historiador. Ha escrito varios libros, incluyendo La muerte de un
sueño: una historia de Cuba y La lucha de los cubanos por la
independencia. Roig es Veterano de la Brigada 2506
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