"¡No!... y hay mas, al poco tiempo llegó Carollo acompañado de un hombre bajito y regordete que resultó ser Manolo Reboso..."
Sindulfo llego tarde a la redacción del
periódico. Se veía perturbado mientras apretaba su libreta de notas, con cierto
nerviosismo. El señor director lo observaba consternado al tiempo que le
preguntaba…
– ¿Qué ocurre don Sindulfo, le noto
preocupado?
– ¡Como no he de estarlo! Descubrí una
demanda de la Corte federal contra Joe Carollo. Y hoy en la madrugada, lo
encontré escondido detrás de uno de los gallos de la Calle Ocho que donó Felipe
Valls.
– ¡¿Pero qué hacia Carollo escondido
detrás del gallo!? –Preguntó el señor director
–Pues tomando notas de todas las
personas que entraban en el night club “Ball and Chain”... Los dueños son los
que presentaron la demanda contra
Carollo. Y a mí la extraña conducta del Comisionado me motivó a hacer una investigación. El se encontraba
organizando a bombo y platillo una función para el viernes… pero el conflicto
se mantiene al rojo vivo… Así las cosas me fui al Ayuntamiento, entrando
clandestinamente por una ventana abierta en las oficinas de Manolo Reyes, que enfrentó
una campaña financiada por los enemigos del administrador, desde allí me colé
en la oficina de Carollo… buscando un sitio donde ocultarme, encontré un enorme
armario, que resulto estar lleno de medicamentos para los nervios, y con mucho
trabajo logré escabullirme entre todas aquella píldoras, para no ser
descubierto.
–Me tiene usted alucinado don
Sindulfo, –exclamo el señor director–
– ¡No…y hay más! Al poco tiempo llego
Carollo acompañado de un hombre bajito y regordete, que resulto ser Manolo
Reboso, quien, luego de una operación, en la que le quitaron varias vertebras,
descubrió que había disminuido de estatura. En realidad estuvo dichoso, porque
si le hubieran quitado una mas… hoy; como el mismo reconoce, sería un enano… Quiero reseñar, que a sus 84
años, Reboso vive entre Nicaragua y Miami, dedicado a caminar por el Versailles
y cabildear contratos millonarios. Se mueve sin hacer ruido. Es el único caso
conocido de un político que ambicionó ser alcalde, perdió y se ingenió para
hacer una fortuna, sobre las cenizas de sus fracasos.¡¡ GENIAL!! Ahora apoya a
Alex Penelas para la alcaldía del Condado.
– ¿Y que mas descubrió?
– Continuaron su conversación y
escuché al señor Reboso preguntar: – ¿Cómo va lo del tercer voto para sacar al
administrador?
– ¡Estoy en eso!, –le contestó
Carrollo– pero este asunto de los Viernes Culturales se me ha complicado.
Precisamente ahora estoy esperando a Marcel Felipe, que me aseguró resolverlo
con su canal de televisión; “Inspire América”, pero ese canal tiene poca
audiencia…
Tras un breve silencio Reboso dijo:
–Joe yo creo que Inspire América, no es
un canal de televisión...
– ¿Y qué cosa es? –Pregunto Carollo...
–No se Joe. La realidad es que los
canales de cables están en crisis financiera. Netflix los está arruinando… pero
mientras sobrevivan, Marcel Felipe hace buen uso de su canal, como tú aseveras,
aunque algunos piensan que es desmesurado en su protagonismo, con inclinaciones
al borde del delirio.
– ¡Efectivamente!, –dijo Carollo–
Marcel Felipe anda diciendo que él nombró a Regalado en Radio Martí, y tú sabes
que Regalado es mi enemigo…
–Lo sé: Pero ese es otro cuento de
Marcel Felipe. A Regalado lo nombró David Rivera que tiene acceso directo a la
Casa Blanca…
–{¿…?}
– ¡Manolo!, a mi Regalado no me
interesa, él no es amigo de nadie. – Ripostó Carollo– Lo hice Comisionado,
cuando yo era Alcalde y me traicionó…pero lo está pagando caro en esa olla de
grillos, por ahí anda encorvado arrastrando su pena…
– ¿A qué pena se refería Carollo?
Pregunto intrigado el señor director…
–Su intriga, es la mía, por eso tomé
nota de lo que escuchaba, para luego averiguarlo…
– Joe, para nosotros es urgente lo del
tercer voto… ¡hay que sacar al administrador! –Escuché decir a Reboso–
–Ya casi lo tengo. –Respondió Carollo
–Yo hago lo que puedo, almuerzo con él “tercer voto”, aquí en mi oficina, pero
tengo que cuidarme del “sunshine law”…
– ¡Joe! Tienes que conseguir ese voto
antes de que termine el año –Insistió Reboso y añadió–, lo sacamos del
aeropuerto y ahora, también, lo queremos fuera de aquí.
–Le confieso señor director, que
estaba anonadado mientras escuchaba desde mi escondite la conversación, al
punto que me trague una de las pastillas para los nervios… Para entonces Reboso
se despedía. Al minuto sonó el teléfono y escuche a Carollo responder:
– ¡Si, dile que pase! –Era Marcel
Felipe; venia vestido de bandera cubana. La estrella en medio del pecho. El
uniforme alucinaba, al punto que tuve que tomarme otra pastilla, de un frasco
que decía: para “casos extremos”. Con la creciente duda de si aquello, que lucía
Marcel Felipe, era un disfraz
atolondrado o apayasado…
–Sin preámbulos, Carollo sacó unos
papeles y dijo: –Mira Marcel, esta es una demanda de Fuller y Pinilla para un
juicio contra mí en la corte federal. Me acusan de violar la Primera Enmienda
de la Constitución.
–Carollo estaba frenético… y continuó: – La
noticia la publicó el Daily Business Review, y me tienen loco.
–El conflicto incluía a los dueños del
Club “Ball and Chain”, en la calle ocho; al cineasta “Joe” Cardona y a los
Viernes Culturales que Carollo quiere controlar.
–Yo te lo resuelvo con mi canal de
T.V. –dijo Marcel Felipe. –Carollo endureció su rostro y replicó.
– ¡Marcel, tu canal “Inspire América”
no me puede resolver nada en una corte federal…
–Joe, mi canal de televisión no se
llama “Inspire América”. –respondió alterado Marcel Felipe, añadiendo– Nosotros
nos quedamos con Viernes Culturales en la calle ocho… además yo cuento con el
apoyo de Tomas Regalado, que me debe el puesto.
–Carollo enrojeció de rabia, – ¡Oyeme bien!, mas nunca me menciones el nombre de
ese traidor. –Carollo tenía los ojos desorbitados, mirándose la nariz que se
abría como un fuelle y apretaba la boca, semejante a un toro miura enloquecido.
– ¡Te ves muy alterado…Tomate una
pastilla para los nervios! Dile a tu
secretaria que traiga agua, agrego Marcel Felipe mientras uniformado con la
bandera cubana abandonaba la oficina al punto que Carollo abría apresuradamente
el armario para encontrarse de frente con don Sindulfo, que igual de
sorprendido… no sabía que decir.
– ¿Qué hace usted aquí? pregunto
Carollo con gran estupor…
–Yo pensé que esto
era una “guagua” y me monté… –dijo don Sindulfo
– ¡Lo voy a matar gritó Carollo!..
Atajen a ese…
Sindulfo salió a toda velocidad
mientras una silla lanzada por Carollo le pasaba sobre su cabeza. Así
desfallecido y asustado llego finalmente don Sindulfo a la redacción del periódico.
Extenuado, pero con una información que podría resultar una bomba nuclear…
Muy Bueno Don Sindulfo!!!!
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