viernes, 30 de noviembre de 2018

PENETRA DON SINDULFO LA OFICINA DE CAROLLO


"¡No!... y hay mas, al poco tiempo llegó Carollo acompañado de un hombre bajito y regordete que resultó ser Manolo Reboso..."

Sindulfo llego tarde a la redacción del periódico. Se veía perturbado mientras apretaba su libreta de notas, con cierto nerviosismo. El señor director lo observaba consternado al tiempo que le preguntaba…
– ¿Qué ocurre don Sindulfo, le noto preocupado?
– ¡Como no he de estarlo! Descubrí una demanda de la Corte federal contra Joe Carollo. Y hoy en la madrugada, lo encontré escondido detrás de uno de los gallos de la Calle Ocho que donó Felipe Valls.
– ¡¿Pero qué hacia Carollo escondido detrás del gallo!? –Preguntó el señor director
–Pues tomando notas de todas las personas que entraban en el night club “Ball and Chain”... Los dueños son los que  presentaron la demanda contra Carollo. Y a mí la extraña conducta del Comisionado me motivó  a hacer una investigación. El se encontraba organizando a bombo y platillo una función para el viernes… pero el conflicto se mantiene al rojo vivo… Así las cosas me fui al Ayuntamiento, entrando clandestinamente por una ventana abierta en las oficinas de Manolo Reyes, que enfrentó una campaña financiada por los enemigos del administrador, desde allí me colé en la oficina de Carollo… buscando un sitio donde ocultarme, encontré un enorme armario, que resulto estar lleno de medicamentos para los nervios, y con mucho trabajo logré escabullirme entre todas aquella píldoras, para no ser descubierto.

–Me tiene usted alucinado don Sindulfo, –exclamo el señor director–
– ¡No…y hay más! Al poco tiempo llego Carollo acompañado de un hombre bajito y regordete, que resulto ser Manolo Reboso, quien, luego de una operación, en la que le quitaron varias vertebras, descubrió que había disminuido de estatura. En realidad estuvo dichoso, porque si le hubieran quitado una mas… hoy; como el mismo reconoce,  sería un enano… Quiero reseñar, que a sus 84 años, Reboso vive entre Nicaragua y Miami, dedicado a caminar por el Versailles y cabildear contratos millonarios. Se mueve sin hacer ruido. Es el único caso conocido de un político que ambicionó ser alcalde, perdió y se ingenió para hacer una fortuna, sobre las cenizas de sus fracasos.¡¡ GENIAL!! Ahora apoya a Alex Penelas para la alcaldía del Condado.
– ¿Y que mas descubrió?
– Continuaron su conversación y escuché al señor Reboso preguntar: – ¿Cómo va lo del tercer voto para sacar al administrador?
– ¡Estoy en eso!, –le contestó Carrollo– pero este asunto de los Viernes Culturales se me ha complicado. Precisamente ahora estoy esperando a Marcel Felipe, que me aseguró resolverlo con su canal de televisión; “Inspire América”, pero ese canal tiene poca audiencia…
Tras un breve silencio Reboso dijo: –Joe  yo creo que Inspire América, no es un canal de televisión...
– ¿Y qué cosa es? –Pregunto Carollo...
–No se Joe. La realidad es que los canales de cables están en crisis financiera. Netflix los está arruinando… pero mientras sobrevivan, Marcel Felipe hace buen uso de su canal, como tú aseveras, aunque algunos piensan que es desmesurado en su protagonismo, con inclinaciones al borde del delirio.
– ¡Efectivamente!, –dijo Carollo– Marcel Felipe anda diciendo que él nombró a Regalado en Radio Martí, y tú sabes que Regalado es mi enemigo…
–Lo sé: Pero ese es otro cuento de Marcel Felipe. A Regalado lo nombró David Rivera que tiene acceso directo a la Casa Blanca…
–{¿…?}
– ¡Manolo!, a mi Regalado no me interesa, él no es amigo de nadie. – Ripostó Carollo– Lo hice Comisionado, cuando yo era Alcalde y me traicionó…pero lo está pagando caro en esa olla de grillos, por ahí anda encorvado arrastrando su pena…
– ¿A qué pena se refería Carollo? Pregunto intrigado el señor director…
–Su intriga, es la mía, por eso tomé nota de lo que escuchaba, para luego averiguarlo…
– Joe, para nosotros es urgente lo del tercer voto… ¡hay que sacar al administrador!  –Escuché decir a Reboso–
–Ya casi lo tengo. –Respondió Carollo –Yo hago lo que puedo, almuerzo con él “tercer voto”, aquí en mi oficina, pero tengo que cuidarme del “sunshine law”…
– ¡Joe! Tienes que conseguir ese voto antes de que termine el año –Insistió Reboso y añadió–, lo sacamos del aeropuerto y ahora, también, lo queremos fuera de aquí.
–Le confieso señor director, que estaba anonadado mientras escuchaba desde mi escondite la conversación, al punto que me trague una de las pastillas para los nervios… Para entonces Reboso se despedía. Al minuto sonó el teléfono y escuche a Carollo responder:
– ¡Si, dile que pase! –Era Marcel Felipe; venia vestido de bandera cubana. La estrella en medio del pecho. El uniforme alucinaba, al punto que tuve que tomarme otra pastilla, de un frasco que decía: para “casos extremos”. Con la creciente duda de si aquello, que lucía Marcel Felipe,  era un disfraz atolondrado o apayasado…
–Sin preámbulos, Carollo sacó unos papeles y dijo: –Mira Marcel, esta es una demanda de Fuller y Pinilla para un juicio contra mí en la corte federal. Me acusan de violar la Primera Enmienda de la Constitución.
 –Carollo estaba frenético… y continuó: – La noticia la publicó el Daily Business Review, y me tienen loco.
–El conflicto incluía a los dueños del Club “Ball and Chain”, en la calle ocho; al cineasta “Joe” Cardona y a los Viernes Culturales que Carollo quiere controlar.
–Yo te lo resuelvo con mi canal de T.V. –dijo Marcel Felipe. –Carollo endureció su rostro y replicó.
– ¡Marcel, tu canal “Inspire América” no me puede resolver nada en una corte federal…
–Joe, mi canal de televisión no se llama “Inspire América”. –respondió alterado Marcel Felipe, añadiendo– Nosotros nos quedamos con Viernes Culturales en la calle ocho… además yo cuento con el apoyo de Tomas Regalado, que me debe el puesto.
–Carollo enrojeció  de rabia, – ¡Oyeme bien!, mas nunca me menciones el nombre de ese traidor. –Carollo tenía los ojos desorbitados, mirándose la nariz que se abría como un fuelle y apretaba la boca, semejante a un toro miura enloquecido.
– ¡Te ves muy alterado…Tomate una pastilla para los nervios!  Dile a tu secretaria que traiga agua, agrego Marcel Felipe mientras uniformado con la bandera cubana abandonaba la oficina al punto que Carollo abría apresuradamente el armario para encontrarse de frente con don Sindulfo, que igual de sorprendido… no sabía que decir.
– ¿Qué hace usted aquí? pregunto Carollo con gran estupor…
–Yo pensé que esto era una “guagua” y me monté… –dijo don Sindulfo
– ¡Lo voy a matar gritó Carollo!.. Atajen a ese…
Sindulfo salió a toda velocidad mientras una silla lanzada por Carollo le pasaba sobre su cabeza. Así desfallecido y asustado llego finalmente don Sindulfo a la redacción del periódico. Extenuado, pero con una información que podría resultar una bomba nuclear…





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