lunes, 17 de septiembre de 2018

LAS CONFESIONES DE MARIA TIBISI DE JUAN CUETO-ROIG


"Pero cuando uno espera que los cuentos siguientes sean tambien de cierta extensión, Cueto retoma el microrrelato y nos regala tres joyas del género..."

 Por Manuel. C. Díaz
El cuento, como género literario, ha caído en desuso. A las editoriales no les interesa. Sostienen que el público prefiere obras de más largo aliento, como las novelas. Quizás tengan razón. No es de extrañar, entonces, que cada vez menos escritores lo cultiven. Por suerte, hay autores que los siguen escribiendo y editoriales que continúan publicándolos. Una prueba de ello es Las confesiones de María Tibisí y otros cuentos (Editorial Silueta, 2018) el más reciente libro del escritor cubano Juan Cueto, una magnífica colección de relatos en los que aparecen, intercalados con los inéditos, algunos de sus más conocidos, como Mira la hora que esLos nichos vacíos y otros.
    La mayoría de los cuentos de Cueto casi siempre son cortos, contados en apenas un par de páginas; algunos en una frase, como su famoso Capitoné de solo ocho palabras: "Palpando el capitoné comprendió que lo habían sepultado". Sin embargo, su nuevo libro comienza con uno un poco más extenso, el titulado Dos pájaros de un tiro, un relato de varias páginas con un argumento sencillo, pero con todos los elementos del género: introducción, desarrollo y desenlace. Está escrito, eso sí, con su acostumbrada precisión (ni una palabra de menos ni una de más) y su gran sentido del absurdo: "De repente, un hombre entró corriendo a la platea y saltó con brusquedad al proscenio. Él mismo abrió el telón y ordenó: Si alguien no ha desactivado su teléfono móvil, hágalo ahora mismo". Lo que sigue es una historia que se balancea, hasta el inesperado final, entre la alienación y la sorpresa.
    Pero cuando uno espera que los cuentos siguientes sean también de cierta extensión, Cueto retoma el microrrelato y nos regala tres joyas del género. Ninguno, por su brevedad, necesita ser explicado; les basta su propio tono y estilo. En el primero de ellos, Sueño eterno, nos dice: "Soñó que soñaba y soñaba y no despertaba. Y no despertó". En el titulado Playa, dos docenas de palabras convierten una anécdota en tragedia: "-Ve, pero prométeme que al primer trueno sales del agua-. Pocos minutos después de que la madre escuchara el primer trueno, llegaba a la orilla el cuerpo del muchacho". El tercero, Un ramo de flores, nos hace reflexionar sobre el desamor y los desencuentros: "Segundos antes de estrellarse contra el pavimento vio en la acera, con un ramo de flores en la mano, a quien había sido el causante del suicidio".  
    Pero no todos los cuentos son fugaces imágenes de cotidianeidad. En algunos, Cueto se aventura en la temática cubana, como en Oda a la cebolla, en la que narra la deserción (ya no tienen necesidad de hacerlo; ahora van y vienen) de un intelectual de la isla: "Clara, ¿eres tú? Soy Luis, tu primo. Estoy aquí en México. Vine a recibir el premio a mi última novela". O la titulada Fe de vida, en la que aborda con humor el tema del envío de remesas a los familiares en Cuba: "Durante las últimas décadas del siglo pasado, cinco miembros de una ilustre y numerosa familia habanera que había optado por permanecer en Cuba, comenzaron a morirse en perfecto y natural orden cronológico, excepto la más joven, que en los albores del siglo XXI decidió vivir indefinidamente". Sí, pero solo hasta que el hijo de uno de los exiliados decide visitar la isla para comprobar si la prima tercera todavía estaba viva. Lo que descubre es puro realismo mágico a la cubana: hay que resolver; tú sabes cómo es eso.
    Las confesiones de María Tibisí es un estupendo libro de cuentos. Todos están escritos con ese lenguaje conciso (aunque no exento de imágenes de alto vuelo literario) al que Juan Cueto nos tiene acostumbrados. Y ha hecho bien en publicarlo. Los cuentos, como género, merecen una segunda oportunidad. No importa lo que algunas editoriales digan.    
    Las confesiones de María Tibisí se presentará el sábado 13 de octubre a las 3:00 p.m. en West Dade Regional Library, 9445 Coral Way, Miami. El acto estará auspiciado por el PEN CLUB de Escritores Cubanos en el Exilio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario