
"El sentido común debe imponerse, cuando la psicosis, que para nada sirve ni es eficaz, se hace generalizada..."
Lola Benítez Molina Málaga
(España)

El sentido común debe
imponerse, cuando la psicosis, que para nada sirve ni es eficaz, se hace
generalizada. Igual que debemos tomar medidas como los chinos primero y los
italianos después, los jóvenes deben saber escuchar a los mayores, a los que la
experiencia les reporta sabiduría. Estar preparados intelectual y
psicológicamente es muy importante y fundamental, con una sólida base de
respeto y educación. El esfuerzo y los valores tienen su recompensa. Hay casos,
como los que estamos viviendo, en la actualidad, que requieren una
planificación y la colaboración de todos. Uno no puede pensar en vivir el
presente y que otros les solucionen los problemas. En nuestras manos está
enseñarles a amar, por su bien y por el de todos, dándoles alas, cuando se
pueda, para que puedan cumplir sus sueños, unos sueños que incluyan
conocimiento, generosidad y buena convivencia. Como suele decirse: “la unión
hace la fuerza”. Enseñar lo contrario es contribuir al deterioro de la
civilización. Nadie debería permitir el sufrimiento ajeno, sobre todo, aquel
que es evitable. Generosidad implica que las personas y su dignidad están por encima
de cualquier ideología o egocentrismo.
Se trata de un tema nada
prosaico. Una construcción, con sólidos pilares, se mantiene y, si tuviera
emociones, éstas serían de bienestar y satisfacción. Quizá así, se contribuiría
a disminuir el número de suicidios y de violencia de género. Todo es una cadena
de eslabones entrelazados. En nuestras manos está que esos eslabones sean
fuertes y unidos o, bien, que se rompan y genere un vacío que no es fácil
llenar. Tal vez, hable egoístamente, por el bien de mi hijo y de mis seres
queridos, pero no hay más que estar unidos frente a la adversidad, pero también
cuando lleguen los buenos momentos y, cuando esto pase, que pasará, que nos
haya servido para aprender.
Me gusta pensar que todo ocurre
por un porqué, como decía Mouriño, y tiene un sentido, aunque en el momento
presente no acertemos a dilucidar el motivo.
Refiere Antoine de
Saint-Exupéry, autor de la famosa obra “El principito”, que “el fracaso
fortifica a los fuertes”. Saldremos todos fortificados de esta.
Respetarse a uno mismo y a los
demás. Las divisiones no son buenas para nadie. Todos somos vulnerables. Nadie
está exento del peligro, pero unidos venceremos al COVID-19, incluso al miedo,
que es una de las grandes lacras que asola a la humanidad.
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