"Desde la perspectiva del liberalismo clásico, la respuesta es sí para abrir la inmigracion, pero es necesario una aclaración..."
Por José Azel
Más del 3 por ciento
de la población mundial –244 millones– son migrantes internacionales, y la
población inmigrante en los Estados Unidos se acerca a los 50 millones. En
nuestro hemisferio, México lidera el camino con 12 millones de inmigrantes en
los Estados Unidos. Desde Honduras, la capital mundial del asesinato, y
Guatemala y El Salvador ocupando el 4to y 5to lugar respectivamente en
homicidios, miles continúan huyendo de la violencia y la pobreza en sus países
de origen. En Cuba, desde 1959, casi el 18 por ciento de la población ha
escapado de esa isla trágica en busca de libertad.
Las motivaciones
para salir de la propia patria son diversas, pero esencialmente caen en una
categoría económica o política, o ambas cosas. Fundamentalmente, la migración
expresa el deseo de la libertad de mejorar la calidad de vida.
Las políticas de
inmigración son muy controvertidas en Europa y América del Norte, y mientras
que las democracias liberales pueden ser abiertas e inclusivas, a menudo son
restrictivas y excluyentes. Más recientemente, en respuesta a los actos de
terrorismo internacional, la inmigración se ha vinculado con las preocupaciones
de seguridad nacional y la política se ha vuelto cada vez más hostil a los
inmigrantes.