
Leyes, deben haber, para organizar
la reunión de individuos que componen, con la participación individual,
–repito– de cada uno de ellos: la sociedad.
Pero esta gente ven al individuo
como parte de una “masa” –mencionada por Marx, Lenin y otros–amorfa y
controlable, que pueden hacer ir hacia donde ellos quieran. Me recuerda a esas
manadas de ovejas, que con la ayuda de un bastón y un par de perros, son
conducidas para su esquileo.
Mi pregunta es:
¿Se siente usted oveja, no le importa, ser conducido como un número más, como
parte de la manada? ¿No les importa ser
llevado por los esquiladores al lugar donde le desprenderán la lana, para
después devolverlo al rebaño, en espera de que le crezca nuevamente la lana. O
sea, hasta las próximas elecciones? ¿O se sabe usted dueño de sí mismo… de su
derecho a pensar y actuar sin que su conciencia le reclame…?
En estas elecciones, usted puede
elegir a alguien que tal vez no resulte simpático, pero que demuestra ser
sincero. O por alguien que, ha demostrado, con sus acciones, ser voluntariosa,
deshonesta y poco confiable. No por lo que dice, sino por lo que ya ha hecho.
¿Qué harás?
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