"Los opositores a la inmigración afirman que los inmigrantes reducen el nivel de vida promedio de nuestro pais..."
Por José Azel.
Si bien estoy personalmente incómodo con la idea de las fronteras abiertas, vale la pena estudiar el tema como lo hace el economista Bryan Caplan en Open Borders The Science and Ethics of Immigration. El argumento de Caplan es categórico Abrir todas las fronteras marcaría el comienzo de una economía mundial en auge que prácticamente elimina la pobreza en todo el mundo y, en última instancia, beneficia a toda la humanidad.
Calcula que cuando el trabajador promedio del tercer mundo se muda a un país como Estados Unidos, la productividad de ese trabajador aumenta en un 400 por ciento. Cuanto más pobre es el país de origen, mayores son las ganancias de productividad. El punto de Caplan es que los mismos trabajadores son más productivos en los Estados Unidos que en Nigeria o Haití. En otras palabras, la brecha de ingresos resulta no de quién eres, sino de dónde estás.
Caplan es un erudito meticuloso, y ha cruzado los números para abordar las diversas objeciones a la inmigración abierta. Reconoce los riesgos asociados con las fronteras abiertas pero, dado que el Producto Bruto Mundial se duplicaría si alguien pudiera tomar un trabajo en cualquier lugar, los riesgos a la baja de las fronteras abiertas tendrían que ser astronómicos para que el costo supere sus beneficios.