martes, 5 de mayo de 2020

BORREL... LA SOLUCION NO ES EL COMUNISMO


"El estado será el primer empleador, consumidor y el primer propietario”


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     En una entrevista al diario El Mundo, Jose Borrell reconoce que los diferentes gobiernos no se tomaron en serio las advertencias de la OMS, ocultando que en realidad esta crisis ha demostrado la incompetencia de nuestros líderes políticos, que a la sazón son los responsables de la gestión de lo público.
     Precisamente lo que está demostrando esta crisis es que lo público no ha fallado, sino que la gestión de lo público es la que ha fallado estrepitosamente. Ningún sistema a priori puede estar preparado para una pandemia de este tipo, por cuanto es insostenible que el ciudadano mantenga constantemente abierta una red sanitaria obredimensionada para atender a hipotéticas pandemias; en este sentido lo que el pueblo europeo desea es simplemente tener una red sanitaria suficiente, y tener unos administrados públicos y políticos competentes, capaces de gestionar situaciones de crisis, y ser eficaces en la coordinación e implantación de nuevas medidas. Es decir, lo que ha fallado es precisamente la capacidad de reacción y adaptación de nuestros políticos a nuevos escenarios  … nada nuevo bajo el sol, por cuanto todos sabemos que nuestros políticos aman las burocracias lentas, y seguras únicamente para pagar sus sueldos.

     Sin embargo nuestros políticos lejos de entender que su ineficacia ha sido la gran responsable de todos los males, han decidido seguir profundizando los caminos del fracaso, así José Borrell afirma en dicha entrevista que el estado tendrá que ser el mayor empleador, y el mayor propietario, y el mayor consumidor. Sus declaraciones no tienen desperdicio:
     Pondrá de relieve el papel del Estado, que aparece no sólo como el prestamista de última instancia; ahora el Estado es el empleador de última instancia, el consumidor de última instancia, el propietario porque habrá inevitablemente que capitalizar empresas con nacionalizaciones, aunque sean transitorias, y el asegurador de última instancia. Aumentará la presencia del Estado. Será de forma permanente. Tendremos que acostumbrarnos a no considerar como una carga los sistemas públicos de salud o de seguridad, a no considerarlos como un problema que hay que reducir, sino como un activo esencial de una sociedad. Se cuestionarán las políticas de los últimos años de reducción del papel del Estado, de reducción de los servicios públicos, de reducción de la fiscalidad y va a poner en relieve la necesidad de reformar desde el mercado laboral hasta los instrumentos de lucha por las desigualdades porque la crisis ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la parte más débil de la sociedad. Habrá que construir sistemas estables y permanentes. Se volverán a poner sobre la mesa debates sobre el impuesto sobre el capital, sobre las grandes fortunas, la fiscalidad como instrumento de construir respuestas sociales, permanentes, consolidadas, que no dependan de la generosidad de un momento de crisis. Vamos a hablar mucho de fiscalidad. Espero.
     Es decir que la medicina europea es apostar por la gestión ineficaz de los regímenes comunistas, tirar por la borda las enseñanzas del siglo XX, que demostró que los regímenes estatalistas únicamente eran eficaces para repartir pobreza y miseria. El  señor Borrell se equivoca: de nada sirve nacionalizar empresas, si el poder público no sabe gestionar las necesidades ciudadanas.


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