sábado, 3 de febrero de 2018

UN DIA EN LA HISTORIA DE CUBA "ENERO 1853'

"Marti fue en aquellos años de derrotas, el guia oportuno..."

Enero de 1853Por Pedro Roig, abogado e historiador

 Martí nació en La Habana el 28 de enero de 1853.  A los 13 años ingresó en el colegio de Rafael María de Mendive, que fue su mentor y modelo de paternal afecto e ideales independentistas.  Enfrentado al despótico régimen colonial, Martí fue juzgado y sentenciado a 6 años de trabajo forzado en las canteras de San Lázaro.
         A los 16 años fue deportado a España, acompañado por su patriotismo y un anillo forjado en el grillete de hierro donde llevaba inscrito “Cuba”.  En Zaragoza, se graduó de abogado y se estableció en Méjico, dando inicio a su extraordinaria vocación de escritor y peregrino de la libertad.
          Si Cuba pudiera llamarse de otra forma, “Martí” se llamaría porque el como nadie, antes ni después, logró despertar en el alma del cubano, la fe en un destino superior.  Martí fue en aquellos años de derrota, el guía oportuno y acertado, el político conciliador y fecundo, el revolucionario razonador y pragmático que cantó a la esperanza y convocó a la magna empresa de la independencia nacional.
       “Y ahora a formar filas.  Con esperar allá en lo hondo del alma no se fundan pueblos…. alcémonos para la república verdadera… y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante.  Con todos y para el bien de todos”.
       El 5 de enero de 1892 al fundarse en el exilio el Partido Revolucionario Cubano, la causa independentista cuenta con un moderno órgano político de vanguardia y la revelación del genio político de Martí que da sentido, propósito y dirección al movimiento insurreccional trascendiendo su época como un poderoso foco de luz sobre la conciencia de cubanía, que vislumbraran Varela, Saco y José de la Luz y Caballero.
       El 24 de febrero de 1895 estalla la guerra.  Martí, el maestro, el poeta romántico, el periodista, el orador de verbo encendido se prepara para empuñar el machete mambí.
          Los combatientes corren a tomar las armas y la ronca voz de la angustia vieja ruge con el cañón y hiere con el machete veterano que volvía a brillar en los campos de Cuba al grito de “Independencia o Muerte”.
       “Yo invoque la guerra; mi responsabilidad comienza con ella en vez de acabar.  Par mi la patria no será nunca triunfo sino agonía y deber.  Ya arde la sangre.  Ahora hay que dar respeto y sentido humano y amable al sacrificio, hay que hacer viable e inexpugnable a la guerra; si ella me manda, conforme a mi deseo único, quedarme, me quedo en ella; si me mandan clavándome el alma, irme lejos de los que mueren como yo sabría morir, también tendré ese valor… 

  Yo alzaré al mundo.  Pero mi único deseo seria pegarme allí, al último tronco, al último peleador: morir callado.  Para mí ya es hora.”
El 19 de mayo de 1895 cayó en Dos Ríos “de cara al sol” el apóstol de la independencia de Cuba.

En el momento de su muerte, Martí era una de las figuras cimeras de la intelectualidad hispanoamericana, en el orden de la cultura y de las ideas de libertad, independencia y soberanía.  Así lo recuerdan ilustres personalidades de su época.  Entre ellas figuran:

Rubén Darío que nos dice de Martí: “Su cultura era proverbial, su honra intacta y cristalina; quien se acerca a él se retira queriéndolo…Martí pertenecía a toda una raza, a todo un continente: pertenecía a una briosa juventud que pierde en él, quizás, al primero de sus maestros.

          Amado Nervo: “Lo conocí; nutrí mi espíritu con su verso radiante; y oyendo hablar al patriota, creí en la libertad”.
          Máximo Gómez: “Yo vi a Martí, entero y sin decaimiento cuando el tremendo fracaso de la Fernandina, en donde lo perdimos todo, quedándonos sin recursos… Preciso era en lance tan desesperado jugarse el todo por el todo, y vi a Martí, sin miedo y resuelto…a cumplir la palabra empeñada con la propia conciencia y con la patria nos lanzamos a la mar en débil barquichuelo…y lo vi... atravesando las abruptas montañas de Baracoa, con un rifle al hombro y una mochila a la espalda… Yo vi a José Martí…erguido y hermoso en su caballo de batalla, en Boca de Dos Ríos….de esa manera gloriosa murió José Martí…Su memoria quedo santificada por la historia…..”.

Así fue la vida del Apóstol que nació un, 28 de enero de 1853

 

 * Pedro Roig, Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Abogado e historiador. Ha escrito varios libros, incluyendo La muerte de un sueño: una historia de Cuba La lucha de los cubanos por la independencia. Roig es Veterano de la Brigada 2506


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