"Este desastre natural ha creado una crisis de multiples complejidades..."
Por Pedro Roig
Consciente de la fragilidad de la sucesión dinástica, el general Raúl
Castro está poniendo a sus generales de confianza en pleno control de las tres
Regiones Estratégicas de las Fuerzas Armadas Cubanas. Este es un ejercicio para
facilitar la sucesión a través de una Junta Militar.
El huracán Irma dañó severamente las infraestructuras de electricidad,
agua, vivienda, transporte, agricultura y turismo. Para hacer frente a la
devastación masiva, el General Raúl Castro, que actuaba como comandante supremo
del Consejo de Defensa Nacional, fortaleció la autoridad de las Fuerzas Armadas
en Cuba nombrando a tres generales para que gestionaran las Regiones
Estratégicas con poder primordial sobre los órganos rectores del Estado.
En control de estas Regiones Estratégicas se encuentran el General
Leopoldo Cintra Frias (Región Occidental), el General Joaquín Quintas Sola
(Región Central) y el General Ramón Espinosa Martín (Región Oriental). Estos
generales son altamente confiables en el círculo de poder de la familia Castro.
Los generales a cargo de los tres ejércitos, oriental, central y occidental,
permanecen en su posición actual, pero ahora están subordinados a la nueva
estructura.
La Autoridad de Regiones Estratégicas está específicamente enmarcada en
la Constitución comunista de Cuba (Artículo 101- Ley No.75) para emergencias
nacionales excepcionales. Proporciona un control total sobre las Fuerzas
Armadas, los departamentos del Partido Comunista y todas las burocracias
gubernamentales, incluyendo la distribución de alimentos y agua, así como las
actividades judiciales y económicas. Estos tres generales son en realidad
procónsules de sus regiones estratégicas bajo el mando supremo del general Raúl
Castro.
General de Ejército Ramón Espinosa, al mando de la Región Estratégica
Oriental, durante una inspección en Esmeralda, Camagüey.
Este desastre natural ha creado una crisis de múltiples complejidades.
Después del huracán Irma, los generales están a merced de acontecimientos
incontrolables. Es evidente que una catástrofe de tal magnitud ha colocado al
régimen comunista en una situación frágil.
La devastación del huracán Irma ha llevado a la infraestructura
de Cuba a su punto de ruptura y algunos servicios públicos cruciales al borde
del colapso. La furia del huracán ha paralizado la economía deficiente de la
isla y la capacidad financiera del general Raúl Castro para pagar la
reconstrucción.
Con la economía en ruinas y el subsidio de Venezuela en un
profundo declive, Cuba tiene pocas fuentes sustanciales de ingresos. Una fuente
son las remesas, en su mayoría de cubanos en Miami con parientes en la isla. El
otro es el narcotráfico, un antiguo comercio en el que el régimen de Cuba tiene
una experiencia significativa.
En 1991, inmediatamente después de la desintegración de la Unión
Soviética y su subsidio masivo a la isla, Fidel Castro activó una poderosa
presencia cubana en el mercado de cocaína de los mil millones de dólares en los
Estados Unidos y Europa. En la actualidad, la veterana fuerza de élite de Raúl
Castro está de vuelta en el negocio de drogas con los cárteles colombianos y
venezolanos de la droga.
Es evidente que el proceso de reconstrucción será largo y
difícil. Una economía en declive, baja productividad y corrupción no producirá
la riqueza necesaria para la tarea de reparar la infraestructura que se
derrumba.
Esta es una preocupación importante de la élite militar, ya que
una mayor insatisfacción pública después de un largo período de miseria y
pobreza podría convertirse en demandas de soluciones e incluso una posible
rebelión. La insatisfacción pública y la desesperanza podrían convertirse
rápidamente en una abierta oposición contra el régimen comunista.
* Pedro Roig es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos.
Roig es un abogado e historiador que ha escrito varios libros, incluyendo la
muerte de un sueño: una historia de Cuba. Es un veterano de la Brigada 2506.
Esta es una publicación del Instituto de Estudios Cubanos.
Nuestra dirección de correo es:
Instituto de Estudios Cubanos
1500 S Dixie Highway
Coral Gables, Fl. 33146
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