OFICIALES
MAMBISES DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.
Por
Daniel I. Pedreira.
A
diario, muchos exiliados cubanos residentes de Miami pasan por frente de los
cementerios de la ciudad. Algunos saben de los cubanos y las cubanas ilustres
que murieron exiliados y cuyos restos descansan allí. Pero muy pocos saben que
entre esos difuntos se encuentran varios oficiales mambises.
Conocer
el nombre de todos estos mambises y sus historias merece un estudio. Para
empezar, vale la pena mencionar a cuatro de estos mambises de quienes se
conocen algunos datos.
Antes
de ocupar la presidencia de Cuba (1925-1933), el general Gerardo Machado Morales(Camajuaní, 28 septiembre 1869-Miami
Beach, 29 marzo 1939) participó en la Guerra de Independencia, en la cual se
destacó por sus acciones en la manigua. Llegó a convertirse en el general más
joven del Ejército Libertador. Tras su fallecimiento en Miami Beach en 1939,
fue sepultado en el mausoleo del Cementerio Woodlawn North de Miami.
A
poca distancia, en el mismo cementerio, se encuentra la tumba del coronel Emilio Bacardí Lay(Santiago de Cuba, 12 junio 1877-Miami,
14 octubre 1972). Miembro de la famosa familia oriental, Bacardí se incorporó
al Ejército Libertador a los 18 años de edad. Bajo el mando del mayor general
Antonio Maceo Grajales participó, en octubre de 1895, en las acciones que
llevaron la guerra hacia Occidente. Bacardí luchó en los principales combates
de la guerra, incluyendo la Batalla de Mal Tiempo, distinguiéndose en la carga
al machete de la caballería. Al fallecer a los 95 años de edad, era el último
oficial de alto rango del Ejército Libertador.
En
otro cementerio cercano descansan otros oficiales.
El
teniente coronel Ignacio Medrano (Colombia, 24
febrero 1871-Miami, 6 junio 1968) se encontraba en Nueva York cuando su vida se
entrelazó con los destinos de Cuba. Allí escuchó un discurso patriótico de José
Martí. Al concluir, se le acercó a Martí y, inspirado por sus palabras, le
brindó sus servicios a la causa de la libertad de Cuba. El 19 de diciembre de
1896, Medrano participó en la única batalla naval de la Guerra de
Independencia, durante la cual se realizó un enfrentamiento de cañones entre el
vapor en el que viajaba, el Three Friends, y las fuerzas españolas.
Por
sus acciones, Medrano obtuvo el rango de teniente coronel del Ejército
Libertador. Disfrutó del desarrollo de la Cuba republicana y del éxito de su
hijo, el reconocido periodista Humberto Medrano (1916-2012). Tristemente, el
mambí también vivió la destrucción de la república por la cual tanto había
dado, y tras su fallecimiento el 6 de junio de 1968, fue sepultado en el
Cementerio Flagler Memorial Park de Miami, donde sus restos aun reposan. Su
vida tiene paralelos con la del italiano Orestes Ferrara Marino (Nápoles, 8 de
julio de 1876-Roma, 16 febrero 1972), el extranjero que obtuvo el grado de
coronel del Ejército Libertador y ocupó altos cargos en la república antes de
exiliarse definitivamente en su país natal.
En
el mismo cementerio descansa el capitán Emilio García Rizo (La
Habana, 16 enero 1874-Miami, 17 septiembre 1970). Tanto en Cuba como en el
exilio, sus numerosos hijos e hijas se distinguieron en la vida republicana,
incluyendo a las escritoras y profesoras Mercedes (1904-1997) y Rosaura García
Tudurí (1907-1992). En su lápida quedan reflejadas, como un emblema indeleble
de su legado, las palabras EJERCITO LIBERTADOR.
Al
mencionar a estos mambises, también necesitamos recordar a las mambisas, en
muchos casos casadas con los libertadores cubanos. Estas mujeres acompañaron a
sus esposos a los campos de batalla, a veces con sus hijos pequeños. Existen
casos en los que, tanto ellas como sus hijos e hijas, también partieron al
exilio, donde permanecen sus restos.
Martí
bautizó el conflicto en el cual estos mambises lucharon como la "guerra
necesaria". ¿Qué habrán pensado y sentido estos veteranos mambises al ver
desmoronarse la patria por la cual lucharon y vieron morir a tantos de sus
compañeros en la guerra? Queda claro que estos mambises murieron "sin
patria, pero sin amo". Pero ¿qué lecciones nos dejan al mostrarnos sus
lápidas olvidadas en suelo extranjero? Estas historias son un llamado a la
reflexión, tanto del pasado como del presente, con el fin de marchar en el
camino de la libertad y la justicia.
Hacia
la entrada del Cementerio Woodlawn North, la estatua blanca del coronel Bacardí
Lay, vestido de uniforme mambí y "de cara al sol", vigila el
camposanto como un centinela. Ante su mirada de piedra yacen los restos de
algunos de los herederos de la generación libertadora, también condenados a
morir exiliados. Al conmemorarse otro aniversario del Grito de Baire,
recordemos a los mambises que descansan muy cerca de nosotros.
Identificándolos, reconozcamos su sacrificio por lograr una patria libre e
independiente. Que nos sirvan de ejemplo de sacrificio y dedicación a los
ideales fundamentales que definen al pueblo cubano.
Daniel
I. Pedreira es autor y candidato a doctor en ciencias políticas en la
Universidad Internacional de la Florida.