Por Adan Dehoy (Para ENFOQUE 3 MAGAZINE)
Pandemia
es el nombre que se les da a las enfermedades contagiosas que traspasan las
fronteras de un país, y se extienden infestando a un gran número de personas.
Cuando esto ocurre, se levantan todas las banderas que señalan el peligro y se intenta por todos
los medios disponibles; el detenerla.
Hoy
en día padecemos una pandemia, socio políticas, que es tan peligrosa o hasta
más que las enfermedades contagiosas que cíclicamente atacan a la humanidad.
Este
virus, que ahora llaman socialismo, y que podemos identificar, en su nueva
forma e inequívoca sintomatología: con
la exacerbación de la envidia, la inmoralidad, la ausencia de la ética, el
irrespeto y la carencia total de la solidaridad con nuestros iguales, embiste
agresivamente a la sociedad, y amenaza, sino
logramos aislarlo, con llegar a destruirla.
Esta
mutación del carácter social colectivo que ha sido parte sustancial de la
idiosincrasia occidental, se manifiesta
por el creciente apoyo, que dan,
a los cantos de sirena que algunos, –demasiados–, trasnochados hacen llegar a través del embeleco de discursos
y campañas, saturada de odio y envidia acusatoria, para poner en tela de juicio a todo aquel ciudadano de posibles, aun cuando estos
hayan sido logrado honradamente.
“¡No
importa!”... –vociferan en sus discursos, esos rencorosos y acomplejados
instigadores; esgrimiendo el utópico igualitarismo, de la distribución de la
riqueza, “nosotros queremos lo que ellos
tienen”, – mientras arremeten contra la
gallina de los huevos de oro. O sea, contra la creación de la riqueza.
Pero
la culpabilidad por esta pandemia socio política, no se le debe achacar
únicamente a esos agitadores y acomplejados encantadores de serpientes. ¡No!
Ellos son la bacteria, que propagan la enfermedad, pero es responsabilidad de
la sociedad, la de aislar los focos contagiosos, y alejarse de los embaucadores; que ofrecen lo que no es de ellos, con la clara intención de desmembrar el cuerpo social que forma el país.
Alejémonos
de esas ideas suicidas, que solo conduce a la devastación y por ende a la ruina
total de la sociedad. Miremos a Cuba y Venezuela… por ejemplo. ¿Es eso lo que
quieren?
Si,Adan, vociferan mentiras sobre el frustraneo SUcialismo del Siglo XXI, pero ansian la riqueza que muchos poseen, como el maldito comunista hispano de Podemos y, en nuestra America, los malditos Castro, el indio putumayo (Hu)evo (In)Morales, el chofer bestial Podrido Maduro y el mediocre de Nicaragua, entre otros que pretenden instalar la frustrada falacia comunista.
ResponderEliminar