?La amazoniaes nuestray queremos preservarla y hacer que podamos ser beneficiados con los recursos de forma sostenida...¨
Metronews/m3
El presidente brasileño Jair Bolsonaro y su
canciller, Ernesto Araújo, han negado la responsabilidad de su gobierno de los
incendios del Amazonas. Pero el mandatario tiene parte de la culpa y debe ser
parte de la solución, explica Andrés Oppenheimer
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió
a afirmar este jueves que la Amazonía es de Brasil y le respondió así al papa
Francisco, quien en las redes sociales señaló que esa región selvática,
considerada como uno de los pulmones del planeta, es de “todos” y necesita de
una atención global.
“Fue creado esta semana un consejo para
proteger, preservar y desarrollar nuestra Amazonía, lo que es muy importante,
adoptar medidas preventivas contra cualquier acción que no esté bajo las leyes
brasileñas”, declaró Bolsonaro en su transmisión semanal en vivo a través de la
red social Facebook.
Para Bolsonaro, esa medida “es para demostrarle
al mundo que estamos preocupados por la Amazonía, la Amazonía es nuestra. No es
como el papa ‘tuitó' ayer, ¿ok?”.
“La
Amazonía es nuestra y queremos preservarla y hacer que podamos ser beneficiados
con los recursos de forma sostenible”, agregó el mandatario en respuesta a la
publicación del pontífice.
El miércoles, Francisco escribió en su perfil
de Twitter: “Dirijo esta exhortación al mundo entero, para ayudar a despertar
la estima y apelo por la Amazonía, que también es ‘nuestra',“Sueño con una
Amazonía que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos nativos,
de los últimos, de modo que su voz sea escuchada y su dignidad promovida. ´´QueridaAmazonia”,
completó el pontífice católico.
No es la primera vez que Bolsonaro, líder de
ultraderecha y reiteradamente criticado por su política anti-ambientalista,
cruza palabras con el papa.
El año pasado, cuando los incendios forestales
devastaron gran parte de la Amazonía, Francisco levantó su voz e hizo un
llamado para salvar esa parte del planeta.
“Estamos todos preocupados por los vastos
incendios que se han producido en la Amazonía. Recemos para que, con el
esfuerzo de todos, sean controlados lo antes posible. Ese pulmón forestal es
vital para nuestro planeta”, dijo en agosto el papa durante su mensaje
dominical, un llamado que fue criticado por Bolsonaro.
POLÉMICA
Este jueves, Bolsonaro también arremetió contra
la organización ambientalista Greenpeace, a la que tildó de “porquería” y
“basura” por sus críticas al Consejo Nacional de la Amazonía Legal modificado
por el jefe de Estado y que no incluye a los gobernadores de la región.
La polémica surgió luego de que Bolsonaro
transfiriera el control del Consejo de la Amazonía desde el Ministerio de Medio
Ambiente a la Vicepresidencia de la República, a cuyo titular, el general de la
reserva Hamilton Mourao, le encomendó acciones para la protección y el
desarrollo sostenible del mayor bosque tropical del planeta.
Para Greenpeace, el nuevo consejo, sin
representantes civiles, “ni planes, metas o presupuesto”, sólo busca engañar a
la opinión pública y a los inversores internacionales, ya que ni pondrá fin a
la “política anti-ambiental” del Gobierno de Bolsonaro ni combatirá la
deforestación ni los crímenes ambientales“.
La deforestación en la Amazonía brasileña saltó
un 85 % el año pasado, desde 4.219,3 kilómetros cuadrados en 2018 hasta 9.165,6
kilómetros cuadrados en 2019, su mayor nivel desde 2016, de acuerdo con las
mediciones de satélite del estatal Instituto Nacional de Pesquisa Espacial
(INPE).
Ese crecimiento fue atribuido por los
ecologistas a las medidas de flexibilización de la fiscalización y a la
retórica anti-ambientalista de Bolsonaro, que defiende la explotación económica
de la Amazonía y el fin de la demarcación de nuevas reservas indígenas.
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