De hecho, don Sindulfo, comenzo a dudar de la efectividad de los medicamentos...
Tal y
como le ordenara el señor director, Sindulfo llego temprano a la oficina de Joe
Carollo en el ayuntamiento de la Ciudad de Miami y se escondió en un armario
que esta pasada la puerta del baño – porque
según le recomendó un domador, de monos que se creen tigres– seria un
lugar privilegiado ...tal vez en referencia al propio Carollo. A Sindulfo, en cuanto entro le llamo la
atención la cantidad de figuras de gallos adornando la oficina del comisionado.
Dicen las malas lenguas que Carollo le tiene miedo a la ¨Luz Satánica¨ y al Mal
de Ojo y que esos gallos son amuletos. Su problema, según la opinión de varios
colegas, es que a la velocidad con que suma enemigos, pronto no tendrá espacio
en la oficina para poner algunos gallos más.
Escondido en el armario, don Sindulfo encontró una repisa con numerosas
recetas para medicamentos indicados en la atención de trastornos mentales. La primera decía. ¨Para
controlar el miedo, tómese 2 pastillas cuando vea a Bruno Barreiro junto a Joe Arriola. La segunda se refería
al equilibrio de violentas emociones. Y decía. ¨tómese una cucharadita en el
desayuno para evitar problemas gástricos cuando escuche por radio las duras
criticas de Raúl Martínez¨. Otra receta indicaba. ´´Coloque tres gotas bajo la lengua para dominar sus frecuentes ataques de
demencial estupidez´´.
De
hecho, don Sindulfo empezó a dudar de la efectividad de estos medicamentos, especialmente
el que pedía tomar una infusión tibia de Amansa Loco media hora antes de
reunirse la comisión de Miami. En realidad este Te es un FRACASO pensó Sindulfo. Porque
Carollo se lo toma y nada pasa... En medio de su lectura, Sindulfo escucho que
el Comisionado entraba en la oficina. Por una rendija del armario, Sindulfo
pudo ver que Carollo traía cara de
disgusto. No había dudas de que el tiempo implacable le había obsequiado muchas libras de más. La cara gruesa con
doble barbilla estaba deformada por la furia. Era la imagen de un desquiciado
esperpento.
Carollo
fue directo al baño, se paro frente al lava manos y para sorpresa de don
Sindulfo, que estaba convenientemente camuflageado tras un jabon, se puso a
hablar con el espejo, –que no le contestaba– como el de la bruja de Blanca
Nieves...¨Ron Piper, Bill Fuller y
Elezier Meléndez, me quieren sacar de la comisión, –se quejaba el comisionado–
con un REFERENDUM REVOCATORIO, pero
no me conocen. no sabe quién es Joe
Carollo y les va a salir el tiro por la
culata. El nervioso Joe estaba incontrolable, Pero el espejo seguía sin
contestarle ¨Mírame bien, repetía visiblemente trastornado: ¨Conmigo muere Sansón,
Rambo y hasta desaparece Mandrake el Mago... Para Sindulfo Vinagreta, era obvio
que Carollo no se había tomado los
medicamentos recetados para monos que se creen tigres...
De
repente Carollo enmudeció, se inclino nuevamente frente al lavabo, se hecho agua fría en la cabeza, se seco con la toalla
y salió. Lucia algo más calmado. Era obvio que la conversación con el espejo y
el agua fría eran más efectivos para sus trastornos emocionales que aquellos
medicamentos que guardaba en el armario.
Sindulfo no salía de su asombro, por lo que había descubierto Tenía que
informarle al señor director, los efectos beneficiosos del hablar con un espejo
y echarse agua fría en la cara, para combatir los síntomas de estupidez en
Carollo...
Pero no
obstante en ese momento, Carollo saco del bolsillo una receta que decía...Tómese
una capsula de 8 mg. antes de dormir para evitar pesadillas con Tomas Regalado,
Juan Carlos Prado, Armando Gutiérrez y Jorge Rodríguez, molesto la tiro
al cesto de la basura y se fue directo al armario.
Al abrir la puerta, Carollo quedo
sorprendido al descubrir dentro del armario a don Sindulfo Vinagreta... ¿Qué hace usted en mi armario, –
pregunto el comisionado...– El veterano reportero, reaccionando rápidamente le contesto... –Está usted en un error, señor comisionado esto es una guagua, del
sistema de transito del Condado – móntese y agárrese bien. Carollo, en un
ataque de furia gritaba...¨Policía, Policía...¨
Sindulfo corrió, brinco por la pequeña ventana, agarro su bicicleta y se fue, como
el perro que tumba olla.
Al llegar a la redacción, aun jadeante, Sindulfo
se dio cuenta que en el corre, corre se había llevado una receta de Carollo que
decía...¨Como su mal no tiene remedio,
mejor tómese a diario 8 vasos de jugo de romerillo....¨
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