José M. Izquierdo (josemizquierdo.hotmail.com)
Como ser humano, el llanto de Obama puede
ser legítimo, pero como mandatario, político y presidente de la nación más
poderosa del mundo, su llanto puede ser interpretado diferente. “Los políticos
no lloran, los políticos actúan para lograr un propósito”. Los políticos pertenecen a una dimensión de la
realidad separada de la nuestra por una pared transparente a través de la cual
los podemos ver, pero ellos no nos ven a nosotros.
El tema de la venta y tenencias de armas de fuego en
los EEUU, es ante todo un tema político,
económico y controversial, que envuelve una arraigada tradición. No
Obstante, las regulaciones que impidan que las armas caigan en manos
equivocadas, son correctas si no se mezclan con la política.
Las medidas que anuncio Obama sobre el control de
ventas de armas, son poco afectivas para las expectativas que esperan las
personas que se oponen a la venta y tenencia de armas de fuego a la población, lo
que evidencia que Obama está ante todo haciendo política. Tuvo que hacer uso de
sus poderes ejecutivos para imponer lo que su capital político no le permite.
Pero, porque Obama no usa esos poderes para endurecer las leyes contra las
personas que compran, venden y usan armas de forma ilegal, contra la violencia que
se exhibe en la TV, el cine y los juegos infantiles, contra el uso y abuso de
drogas que genera tanta violencia, en lugar de seguir haciendo regulaciones
hacia las personas que tienen un arma respetando la ley,
Es evidente que el debate de las armas, es ante todo
un tema de profundo y fuerte interés político, para desviar la atención sobre otros
problemas más importantes. No es honesto querer prohibir a los estadounidenses
el derecho a portar armas según establece la ley, mientras se es
condescendiente y flojo con los terroristas internaciones, permitiéndole a Irán
y Corea que desarrollen armas de exterminio masivo, y no se combate con
determinación a los terroristas musulmanes de ISIS.
Nuestros medios de entretenimiento están repletos de
contenido violento, predomina el hacer daño a quienes nos rodean, con o sin
razón. Se producen y transmiten materiales que muestran un exceso de imágenes
agresivas y vocabularios indebidos, dañinos para la educación y formación de los
niños y su posterior conducta como adulto, que estimulan a una conducta agresiva
y poco razonable.
Mientras el nutrido ejército de políticos que forman
nuestro sistema, necesite para sus campañas políticas el dinero de la industria
de armas, la salud, los seguros, los espectáculos, Etc., nunca tendremos un
eficiente sistema de salud, nunca podremos regular el mal uso de las armas, la
violencia social y nunca, podremos creer que el llanto de un político ante las
cámaras es una muestra de sus verdaderos sentimientos humanos porque todos sin
excepción, necesitan de este dinero.
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