"Los pobres de Venezuela estan hoy en la indigencia y muchos que no lo eran.."
Por Pedro Corzo.
El régimen autocrático de Nicolás Maduro ha
sido tan desastroso, que algunos nostálgicos de la jefatura de Hugo
Chávez se esfuerzan por separar su conducción de lo que acontece en Venezuela,
obviando que el desaparecido caudillo fue quien forjó e inspiró la formula
populista del Socialismo del Siglo XXI en la que los derechos y la producción
de bienes son sustituidos por la voluntad de un supuesto redentor.
La catástrofe del SSXXI puede favorecer el
surgimiento de nuevos intérpretes del chavismo, o lo que es lo mismo, la
aparición de neo chavistas que pretenderán reinventar el pensamiento y la
ejecutoria del comandante golpista, corriente tras la que pueden marchar los
melancólicos de la época dorada del populismo venezolano.
En las últimas semanas, ante la debacle que
sufre Venezuela, se aprecia que hay quienes hacen referencia al
"chavismo critico", en el pasado los marxistas eran más directos y
calificaban a sus pares con los que no estaban de acuerdo como
"revisionistas", aunque siendo fiel a la realidad en la tierra de
Bolívar lo que hay es mucha frustración entre quienes denostaron de la
democracia y apoyaron a los golpistas del 92.
La incapacidad de generar riquezas, la
inflación, el abuso de la autoridad, la corrupción, la delincuencia y otros
muchos factores que caracterizan el desgobierno de Maduro, es la profundización
de la crisis que Chávez generó. La socialización de la miseria aunque sea con
la anuencia de un amplio sector de la población, solo es posible cuando hay
bienes para repartir, en la actual pobreza, consecuencia de la ineptitud
gubernamental y la caída de los precios del petróleo, no hay política clientelar,
populista, que sobreviva porque no hay qué repartir.
Los pobres de Venezuela están hoy en la
indigencia y muchos que no lo eran, están conociendo la miseria. Solo disfrutan
de los bienes la bien llamada boli
burguesía, funcionarios gubernamentales y empresarios privados, que han
arrasado con el beneplácito del régimen la hacienda pública.
Chávez y sus aliados llegaron al poder en
base a promesas de redención que no fueron cumplidas. Los sectores sociales más
desposeídos les creyeron el cuento, y otros estratos, como consecuencia de
frustraciones personales y partidarias, se alistaron devotamente y sirvieron de
peldaño para que el golpista escalara hasta Miraflores. Evidentemente la
envidia, sin importar el motivo, es mala consejera, porque muchos de esos
antiguos aliados fueron los primeros descalabrados por su gobierno, en fin, no
hay quien aprenda por cabeza ajena.
La popularidad de Nicolás Maduro esta en
niveles desastrosos. El colosal naufragio de su gobierno ha curado en salud a
los sectores más desfavorecidos en relación a su liderazgo pero incidirá esto
en la propuesta política que simboliza, ¿será igual si surge un
nuevo redentor y los precios del petróleo suben? Está el ciudadano medio listo
para rechazar cantos de sirenas, no volver a caer en la tentación de un mago de
las palabras.
En Venezuela se está combatiendo con firmeza
y coraje a la cúpula que encabezan Maduro y Diosdado Cabello, pero es
preciso desmontar el chavismo. Estar listo para evitar que chavistas reciclados
protagonicen un golpe militar que pretenda colocar en el poder a individuos
menos identificados con el régimen o que una vez más la mayoría traslade en
elecciones sus poderes ciudadanos a una propuesta demagógica que solo prescinda
de los actuales líderes del régimen, sin afectar a fondo el gubernamental.
Los reformistas de las dictaduras son un
serio riesgo para las democracias y el neo chavismo no es una excepción. Hay
mucha gente desencantada con el gobierno pero no implica que crean firmemente
en las propuestas de la oposición. Hay que estar consciente que una victoria
del sector que no sea genuinamente democrático sería una victoria pírrica
que daría paso a un nuevo desastre.
Demonizar a Nicolás Maduro es una excelente
estrategia para los chavistas que habiendo resentido o no su designación para
heredar el poder, se quieren curar en salud y presentarse como un relevo que
mantendrá el legado original, una propuesta que la oposición deberá rechazar en
todas las instancias posibles, lo cierto es que los demagogos tienes muchos
disfraces y su preferido es del salvadores.
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