domingo, 25 de marzo de 2018

DEL CAPITALISMO REAL AL SOCIALISMO SALVAJE


" Mas que en su salvajismo se deberia enfatizar en su 'realismo'..."         

Santiago Cárdenas M.D.

El capitalismo vino primero. No tuvo, ni tiene padres; nació espontáneamente; sin fórceps. Existía ya desde el siglo XIV  dentro del mismísimo feudalismo. No me crean a mí; sino a Karl  Marx que por ahí data sus inicios.
La  virginidad libérrima  del "sistema" fue  desvirgada  pronto por algunos estudiosos, especialmente socialistas de toda laya, que  lo dividieron en su devenir histórico en etapas didácticas  (de lo que es un todo en continua evolución) : capitalismo feudal, el capitalismo mercantilista, el globalizado,  el imperialista, etc. Cada nueva clasificación mas demonizadora que la anterior.

 En el capítulo 8 de la encíclica Centessimum Annum San Juan Pablo II se refiere en el original en latín a  "utinam hae voces tum conscriptae,cum sic apellatus <capitalismus  effrenus> grassa batur, nodie"..... Quiso decir sin bridas. En inglés abridged, que tiene más de diez acepciones en el Mirriam Webster Dictionary. No obstante, las pésimas traducciones  a las lenguas romances  insisten en lo de "salvaje', que  es  la que prefieren los izquierdizantes, teólogos de la liberación , la progresía, y los snobistas  de todo tipo ,con el beneplácito de algunos  dentro de la misma  iglesia, para  calificar al sistema económico clásico que tanta libertad  económica y religiosa  ha generado durante siglos.
Más que en el salvajismo  se debería enfatizar en su "realismo”. O sea: el capitalismo real.  La columna vertebral  y liberadora de nuestra civilización occidental.
 Pero; no tengo  intenciones de coartar la libertad  de expresión de alguien en los adjetivos calificativos que le plazca utilizar.  Me molesta, a muchos molesta, que  continúen  chapoteando en el error  del "capitalismo salvaje". Al final, Ud. escogerá  la palabra que más le plazca para denostar el liberalismo económico.
Después de todo el capitalismo real no tiene defensores ni ideólogos: sólo juglares.  Un precursor: Johnn Locke, en el siglo XVII  –que no es economista, ni la cabeza de  un guanajo–  fue el que  predicó el marco de libertad que necesita el capitalismo real para desarrollarse. Luego,  dos economistas beneméritos y geniales: Adam  Smith y David Ricardo, una generación después de Locke, que  descubrieron y pusieron en evidencia los intríngulis  del sistema  a las puertas  de  la revolución industrial.
La borrachera socialista vino después, en el siglo XIX,  signada por  los errores y los abusos del capital, que fueron muchos, pero  espontáneos. Esencialmente: nadie  promueve o construye el capitalismo y mucho menos lo "dirige".
No tengo la más mínima duda de que el socialismo sí que es salvaje. Por eso el mismo  santo papa de la encíclica ya  mencionada  fue el artífice de su derrota el siglo pasado en  su Polonia natal y  en toda la  Europa del este.
Quien dudas tenga del salvajismo del socialismo  o el que padezca  de amnesia  (selectiva) le recomiendo  sumergirse  simbólicamente en los ríos  de sangre del Lenin-stalinismo,  el maoísmo, el  polpotismo  o el guevarismo, por mencionar solamente algunos pocos de los más conocidos.
Seguimos  viviendo en la época del capitalismo real junto  a los remanentes del socialismo salvaje.

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